Se le está dedicando bastante tiempo a la discusión sobre si en Sinaloa debe declararse o no la emergencia por sequía, llevando la palabra los políticos acostumbrados a actuar hasta que las crisis les truenan en las manos, sin que sea instalado el indispensable panel de expertos que analice la situación con criterios científicos y determine las acciones a adoptar en cada fase del estiaje.
Desde las oficinas refrigeradas de los servidores no se ve ni se siente la situación que cada vez afecta a más familias de las zonas rurales y serranas, donde el agua escasea hasta para uso humano y actividades como la agricultura y la ganadería resultan inviables con los correspondientes impactos en la economía de subsistencia de tales regiones.
La información técnica sobre la disponibilidad del vital recurso advierte de focos rojos que instan al gobierno a adelantarse a consecuencias mayores, como es el caso de la investigación de Quinto Elemento que con base a tecnología de evaluación de riesgos establece que la reserva de agua en las presas mexicanas se está agotando pues 113 de las 210 presas que concentran más del 90 por ciento del líquido almacenable en México registraron números por debajo del promedio que habían logrado retener durante las últimas tres décadas.
El estudio demuestra que México atraviesa una sequía que se ha prolongado durante cinco años y que en 2024 alcanzó su récord donde el 98 por ciento de los municipios, que suman 2 mil 428, registró al menos un día de sequía en el año. Según el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático antes del 2040 no serán 126 sino 139 las presas incapaces de proveer el agua requerida.
En Sinaloa se les está dejando a los políticos que diserten y decidan sobre una cuestión que corresponde analizar y resolver a los científicos en la materia. La llamada burocracia dorada no puede tener a su cargo la toma de medidas en circunstancias extraordinarias como es el caso de estrés hídrico, pues está demostrado que vez de resolver problemas los empeoran, resultando peor el remedio que la enfermedad.
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