Por Itzel Chan/Causa Natura Media 

A pesar de ser las primeras en recibir los pescados y mariscos llegados del mar, las mujeres dedicadas al fileteo en Yucatán acusan la brecha de género del sector pesquero, que se sustenta en largas jornadas con malas condiciones laborales, la maternidad y el trabajo en el hogar.

Yucatán es un estado reconocido por su producción pesquera. El Padrón de Pescadores cuenta con 12 mil 700 personas dedicadas a esta actividad, de las cuales sólo 360 son mujeres, esto es el 2.80% del registro.  Sin embargo, este número no representa al total de las involucradas, dijo Claudia Durruty Lagunes, académica de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en Sisal.

“Se habla poco del trabajo de las fileteras porque no se conoce. La pesca está asociada justo a la extracción y no al procesamiento.  Por otro lado, durante mucho tiempo se ha creído que el trabajo de la mujer no es importante de considerar; se debe de hacer, pero no de reconocer”, lamentó.

El trabajo de las fileteras implica la realización de jornadas nocturnas. Fuente: Itzel Chan.

La investigadora expuso que las mujeres fileteras trabajan jornadas laborales de hasta 15 horas. No obstante, cuando es temporada de veda los hombres reciben 6 mil pesos como parte del programa “Respeto la veda 2025” y ellas, aún nada.

“En Yucatán cuando se hace énfasis en la brecha salarial, las más afectadas son las mujeres”, señaló María Paula Balam Aguilar, directora del Centro por la Justicia, Democracia e Igualdad (Cejudi).

Actualmente las mujeres fileteras no reciben apoyos económicos en temporadas de vedas. Fuente: Itzel Chan.

Las mujeres, las más afectadas en las vedas

En temporadas de veda el trabajo disminuye para las mujeres fileteras, lo que repercute en su economía. El pasado 7 de febrero,  el Gobierno de Yucatán publicó en el Diario Oficial del Estado el Acuerdo SEPASY 08/2025, que detalla las reglas de operación del programa de subsidio durante la veda del mero para personas fileteras, pero mujeres dedicadas a la actividad aseguran que no han sido registradas.

María Poot se involucró en esta actividad desde que tenía ocho años porque su abuela y su mamá fueron fileteras. Ninguna de ellas recibió apoyos económicos ni herramientas de trabajo durante su vida laboral.

Hoy María está al frente de un grupo llamado “Fileteras Unidas”, en donde hay 160 mujeres que exigen ser reconocidas por las autoridades estatales y federales.

Se reúnen en grupos de 10 a 20 mujeres para ir por el pescado a los puertos. Se llevan el producto a casa y en la madrugada filetean.

“Muchas son hijas de mujeres que se dedicaban a esto. Hay mujeres de diferentes edades, pero lo que sí es que todas vamos a las 2:00 ó 3:00 de la mañana a recibir el pescado. Hacemos fila para que nos entreguen el pescado y si hay buena pesca nos repartimos el producto entre todas”, describió.

El término de la jornada depende de la cantidad de producto que cada una tenga, ya sea que terminen a las seis de la mañana si es poco el producto o a las seis de la tarde si la captura del día fue mayor.

En promedio reúnen hasta 15 kilogramos de filete que cada una se encarga de vender en sus casas y el dinero que juntan lo usan para los gastos de la familia.

“Es un trabajo un poco pesado, pero la mayoría nos dedicamos a esto porque podemos trabajar en casa y estar con nuestros hijos. Así nos da tiempo de cocinar y atender a nuestras familias, aunque con eso el trabajo nunca termina”, aseguró.

Las mujeres optan por este trabajo en las costas porque pueden pasar tiempo con sus hijos. Fuente: Itzel Chan.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) dos de cada 10 mujeres en México tienen jornadas laborales mayor a 48 horas semanales.  Además dedican 30.8 horas a la semana para trabajo doméstico no remunerado, en tanto que los hombres, 11.6 horas.

“Nosotras no contamos con seguro, no contamos con un sueldo y no contamos con los apoyos económicos cuando hay vedas. Simplemente trabajamos solas para ayudar y solventar los gastos del hogar”, aseguró María Poot.

María comentó que las mujeres que representa piden que su trabajo sea nombrado, que sean tomadas en cuenta en un padrón estatal y que les otorguen apoyos en temporadas de veda.

De acuerdo con el estudio Iluminando las Cosechas Desconocidas, a pesar de que no todas las mujeres salen al mar, el 40% de los 60 millones de pescadores artesanales en el mundo son mujeres. Se encargan de limpiar, preparar y comercializar el pescado y también son las que cocinan lo que los pescadores comen mar adentro.

 

Las mujeres han acudido al Ayuntamiento de Celestún para ser incluidas en un padrón, pero hasta ahora no tienen respuestas. Fuente: Itzel Chan.

“Cuando pedimos un apoyo para las fileteras no lo dan. Ni siquiera nos apoyan con herramientas; nosotras tenemos que comprar nuestras mesas, cuchillos, neveras, congeladores, básculas y todo lo que necesitamos para nuestro trabajo”, detalló.

Para atender lo anterior, en el Acuerdo Sepasy 09/2025 se estipuló la entrega de chalecos salvavidas, GPS y radios civiles para pescadores, pero para las fileteras no se incluyó ningún apoyo, lo que genera inconformidad entre las mujeres.

Luisa Marlene Chuil Mooh, filetera, describió que el trabajo que realizan tiene mucho tiempo de ejercerse y como prueba de ello hay mujeres que sacaron adelante a sus hijas e hijos.

Las mujeres realizan esta actividad para aportar en los gastos del hogar. Fuente: Itzel Chan.

“Se trata de señoras ya grandes que les dieron estudios a sus hijas e hijos, algunas ya murieron y toda su vida la dedicaron a filetear y todas sin ningún apoyo”, relató Chuil.

Chuil estima que tan sólo en Celestún hay aproximadamente 500 fileteras activas y lamenta que su trabajo sea invisible porque en su mayoría laboran en casa.

“Muchas trabajamos cuando los maridos y los niños están durmiendo porque cuando amanece tenemos que preparar desayuno, llevar a los hijos a la escuela, hay que preparar la comida, lavar ropa, limpiar la casa y son cosas en las que tenemos que ver cómo le hacemos para adaptar nuestro tiempo”, mencionó.

La labor de las mujeres en la entidad está encasillada  en los cuidados del hogar:  “La situación se agrava cuando se trata de mujeres en comunidades indígenas, mujeres trans o con alguna discapacidad”, apuntó María Balam de Cejudi.

En este 2025 las mujeres fileteras tienen esperanzas de ser tomadas en cuenta por primera vez para los apoyos sociales, ya que la Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables de Yucatán (Sepasy) levanta el censo de pescadores.

“Le pediríamos al gobierno que ponga la mirada en nosotras las mujeres fileteras que apoyamos mucho en la pesca y en los hogares”, expresó.

​​Este artículo fue originalmente publicado en Causa Natura Media