El regreso el profesor Luis Alexis Juárez Niebla con su familia después de 50 días de estar en calidad de desaparecido significa la esperanza a la que se aferran centenas de hogares sinaloenses que sufre en Sinaloa el desprendimiento por medios violentos de uno de los suyos, siempre confiando en que retornen con vida y acabe la doble angustia por la privación ilegal de la libertad y el desconocimiento de la situación en que están.

Desde que el 9 de septiembre de 2024 empezó la confrontación al interior del Cártel de Sinaloa han sido reportadas más de mil 400 personas desaparecidas y cada día suceden nuevos casos, dando la impresión de que los ciudadanos participamos en una especie de ruleta rusa donde a cualquiera puede alcanzarnos este delito, en el lugar y momento menos pensados.

Es motivo de alarma también el hecho de que las organizaciones de madres que luchan por encontrar a sus hijos desaparecidos ubiquen asiduamente fosas clandestinas, como sucedió la semana pasada en la comunidad de Tacuichamona donde en un cárcamo del drenaje sanitario han sido encontrados restos de al menos seis personas, hallazgos que recalcan los métodos criminales de crueldad desmedida.

Sin embargo, la buena noticia de que el maestro Juárez Niebla regresó a salvo junto a su familia ratifica la importancia de la movilización ciudadana en exigencia de que las instituciones de seguridad pública y procuración de justicia realicen la búsqueda, localización y rescate de víctimas de desaparición forzada, presión social que ayudó al buen desenlace de este caso.

Resulta importante lograr que regresen a sus hogares las personas que integran la alarmante estadística de desapariciones forzadas y al mismo tiempo acabe la comisión de este ilícito en Sinaloa. Para alcanzar tal objetivo es esencial que la sociedad sea sensibilizada y se sume a las pesquisas, con el ejemplo de los alumnos, profesores y padres de familia de la escuela Estatuto Jurídico que hicieron causa común hasta recuperar al docente que les habían arrebatado.

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