La trascendencia de la segunda visita oficial que hará a Sinaloa la presidenta Claudia Sheinbaum desde que asumió el cargo, estará sujeta a las respuestas que ofrezca frente a las emergencias de la violencia y la sequía, independientemente de que traiga los programas emblemáticos de construcción de viviendas, modernización de distritos de riego y la elección que se realizará el 2 de junio para renovar el poder judicial.

Como pocas veces sucede, la agenda de la mandataria federal la definen las dos crisis locales que son las consecuencias sociales, económicas y políticas que derivan del enfrentamiento durante más de ocho meses al seno del Cártel de Sinaloa, y la sequía con la inminente devastación de actividades económicas de por sí en vías de catástrofe por los efectos de la inseguridad.

En caso de no existir planteamientos concretos que mitiguen estas dos dificultades, será considerada estéril la gira presidencial porque la narrativa nacional que impone Sheinbaum debe embonar con las expectativas de los sinaloenses en cuanto a paz, rescate de la economía y la declaratoria de emergencia por la crisis hídrica que compromete hasta la disponibilidad de agua para consumo humano.

El Gobierno Federal procede a minimizar la solicitud de declaratoria de emergencia que el gobernador Rubén Rocha Moya presentó desde diciembre de 2024 y al ser rechazada la refrendó en abril de 2024, gestión que ha recibido el apoyo de sectores e instituciones estatales, como lo hizo ayer el Congreso local posicionándose al exigir que el problema se aborde desde la gravedad que tiene.

Sheinbaum está convocada a escuchar y responderles a los sinaloenses independientemente del municipio que visite mañana, para distender la atmósfera local en la cual el crimen organizado marca sus dominios y a la fuerza pública militarizada o policial se le percibe rebasada o al menos insuficiente para reponer la tranquilidad y legalidad. Si la presidenta trae respuestas y acciones efectivas, sea bienvenida; si le resta importancia a la terrible situación que vive Sinaloa, entonces contribuirá a profundizar la desesperanza.

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