Culiacán, Sin.- Hay historiadores y cronistas de la región que sostienen que el fruto de la pitahaya y lo que simboliza para el origen de nuestra identidad sinaloense, debería ser ensalzado mucho más. Si argumentamos desde lo más básico este llamado, hay que recordar que la palabra “Sinaloa”, en lengua cahita, significa “pitahaya redonda”.
Por este motivo, desde hace algunos años, estudiosos de la historia, académicos, algunos empresarios y gastrónomos tuvieron la iniciativa de “revivir” la Fiesta de la Pitahaya, la cual ya va en su onceava edición este 2025.
La idea de retomar esta festividad surgió luego de las investigaciones del historiador Gilberto López Alanís, en su libro “El rojo dulce de la espina”, donde encontró que los indígenas que habitaban las tierras que hoy son Sinaloa, tenían devoción por este fruto al grado de honrarlo con fiestas.
Las fuentes que comprueban estas prácticas, continuando con López Alanís, se remontan a los textos de los primeros jesuitas que llegaron a Sinaloa para evangelizar a los habitantes autóctonos de la región.
La primera referencia bibliográfica que encontró el historiador data de 1601, que corresponde al padre jesuita Martín Pérez, donde textualmente habla de una “Fiesta de la Pitahaya”, con bailes, música y cantos.
Posteriormente, en 1645, los misioneros José María Salvatierra y Miguel Venegas, escribieron sobre una “escuela secreta”, que consistía, después de la recolección de la pitahaya, en retirar a los niños a cuevas o parajes apartados en el bosque donde se les enseñaba a elaborar ciertas figuras en unas tablas.
Los rituales indígenas incluían disfraces de animales como culebras, alacranes y calabazas, los cuales dejaron muy impresionados a los evangelizadores jesuitas, motivo que tal vez generó, que prohibieran esta festividad al considerarla como una especie de ceremonia demoniaca.
Como haya sido, para 1773, el jesuita Miguel del Barco, registró que para esa época la pitahaya era la principal cosecha de los naturales.
La pitahaya ayudaría a esclarecer el origen de nuestra cultura
En el marco del XI Festival de la Pitahaya, inaugurado en la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el historiador Jaime Félix Picos recordó que esta fiesta renació por iniciativa del Observatorio de la Gastronomía Sinaloense en el año 2013, a sugerencia del historiador Gilberto López Alanís, recientemente fallecido en 2022.
Al respecto, explicó que este festival anual busca crear información, conocimiento y conciencia de un patrimonio natural, como es la pitahaya, una especie endémica de Sinaloa.
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