1. Culiacán, Sin.- Exigir el pago de su salario y denunciar las condiciones precarias en las que realizaban su labor les costó el empleo. Este lunes decenas de trabajadores del programa federal Salud Casa por Casa informaron a Revista ESPEJO que fueron dados de baja repentinamente, luego de irse a paro por el incumplimiento de pagos y la falta de garantías mínimas para ejercer su trabajo en campo, especialmente en zonas de difícil acceso y riesgo, como la sierra.

El reclamo era claro: viáticos inexistentes, falta de insumos y riesgo constante en comunidades con presencia del crimen organizado. La respuesta fue el despido.

Cuestionado al respecto, el gobernador Rubén Rocha Moya sostuvo que, aunque el programa es de competencia federal, el Gobierno del Estado buscará entablar contacto con los trabajadores afectados para canalizar sus denuncias y tratar de encontrar una solución.

Es un tema de la Federación, pero si se acercan a la Secretaría de Salud, los vamos a escuchar y a ayudar para ver qué se puede hacer”, aseguró.

Por su parte, el secretario de Salud de Sinaloa, Cuitláhuac González Galindo, reconoció que, hasta el momento, la dependencia no ha recibido ninguna denuncia formal, aunque precisó que la coordinación operativa del programa en la entidad sí es responsabilidad del estado.

Nuestra labor es coordinar o recabar la información cuando requieren alguna intervención por parte de la Secretaría de Salud. Todo lo que tiene que ver con pagos, salarios, derechos, prestaciones, está en manos de Bienestar. A nosotros no nos ha llegado nada. Cuando llega alguna situación, damos seguimiento. Como rectoría, nuestra función es estar al pendiente del funcionamiento y la operatividad”, explicó el funcionario estatal.

Los trabajadores insisten en que no hubo abandono de labores, sino una protesta legítima. Lo que hoy enfrentan es incertidumbre, desempleo y una respuesta institucional que sigue sin llegar del todo.

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