De suceder la visita el domingo de los secretarios de la Defensa Nacional y de Seguridad y Protección Ciudadana, Ricardo Trevilla Trejo y Omar García Harfuch, los sinaloenses podríamos conocer la verdad de lo que está pasando en Sinaloa después de más de diez meses de violencia de alto impacto por el enfrentamiento entre grupos del narcotráfico.

Saber, por ejemplo, que sucede con las corporaciones locales de seguridad pública, específicamente con las policías Estatal Preventiva y las municipales, que reciben ataques del crimen organizado con la pérdida de vidas de sus elementos, lo cual redunda en el sentimiento social de desamparo porque los encargados de cuidar a la población son víctimas de los generadores de violencia.

Las policías de Sinaloa son las primeras respondientes en situación de complicación de la seguridad pública, por lo tanto son el eslabón que el Gobierno del Estado y los presidentes municipales deben fortalecer para que le sirvan a la población sin que en el cumplimiento del deber los agentes paguen consecuencias tcomo las que han afectado a cerca de 50 elementos desde el 9 de septiembre de 2024 a la fecha.

Aunque lo más seguro es que los integrantes del Gabinete de Seguridad Nacional continúen con la estrategia del silencio que también contribuye a que la gente se sienta desprotegida, Trevilla y Trejo deben explicar cómo y quiénes estarán al frente de la estrategia de pacificación para renovar la confianza en que Sinaloa recupere las condiciones donde el marco legal y la fuerza pública se sitúen por encima de la delincuencia.

Importa que expliquen las condiciones en que trabajan los policías locales en materia de equipamiento, capacitación, escalafón salarial y sobre todo en control de confianza. Los sinaloenses debemos estar seguros de que a partir de instituciones de seguridad pública eficientes y también protegidas, la sociedad también se halla bien resguardada en sus vidas, patrimonios e integridades.

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