Culiacán, Sin.- El cielo gris anunciaba la lluvia sobre el valle de Villa Juárez, una comunidad agrícola ubicada al sureste de Navolato. A los lados de la carretera, los surcos de tomate lucían desiertos: donde solían trabajar cuadrillas de jornaleros, hoy solo eran unos cuantos los trabajadores que decidieron tomar el riesgo y quedarse a preparar la tierra para la siguiente temporada. En medio de ese paisaje, una avioneta calcinada y con vehículos agujereados por las balas a su costado, recordaba que la barbarie mandaba avisos constantes. Al acercarnos al centro motocicletas y pick‑ups con hombres protegidos por el polarizado nos flanquearon en silencio. El canto de los pájaros fue ahogado por el rugido de motores que marcaban territorialidad.
“El Villa Juárez que era antes no va a regresar”, dice un vecino que lleva toda su vida ahí, mientras mira las calles que antes amanecían bailando.
El pueblo aprendió a callar. En un quiosco, una mujer comienza a hablar, pero se detiene cuando un desconocido entra a comprar una botella de agua solo para escucharla. Se acerca y susurra fuera del micrófono: “Aquí todo escuchan; uno no puede hablar”.
La letras de Villa Juárez, lucen impactos en el tomate, fruto emblema de esta comunidad navolatense.
Minutos después, otro testimonio se interrumpe bruscamente: una camioneta pasa, toma fotografías y deja claro que la conversación ha sido registrada.
“¿Vio? Ya saben que está hablando conmigo y me está haciendo preguntas. Me van a venir a preguntar qué dije…Esto se va a acabar algún día, sí…pero ojalá que no nos acaben primero”, comenta el hombre entrevistado, consciente del riesgo.
La sindicatura creció a un ritmo vertiginoso, se calcula que en los últimos años la comunidad logró superar los 50 mil habitantes, pero ello trajo problemas para este lugar que comprende 45 colonias urbanas y hasta 20 comisarías rurales.
Desde el arresto de Ismael “El Mayo” Zambada y el asesinato del líder político y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Héctor Melesio Cuén Ojeda, sucedidos ambos el 25 de julio de 2024, se rompió una vieja sociedad criminal. Fue a partir de entonces que “Los Mayos” y “Los Chapitos”, dos facciones del Cártel de Sinaloa libran una guerra que elevó los homicidios dolosos en Sinaloa más de 300 por ciento y supera las 1,500 personas desaparecidas. Comunidades como Villa Juárez y Costa Rica, enclaves agrícolas estratégicos, quedaron atrapados entre convoyes, enfrentamientos armados y retenes improvisados.
Para Costa Rica, comunidad rural ubicada a 25 kilómetros al sur de Culiacán, la historia no es diferente. Un joven en moto fotografió nuestro vehículo apenas cruzamos el arco. Otro hombre, con radio en mano, pasaba frente a todos, había movimiento. El mensaje era claro: la desconfianza gobierna. Sin garantías de seguridad, las entrevistas tuvieron que cancelarse.
Las otras víctimas: aulas vacías y jornaleros ausentes
El éxodo agrícola llegó antes de lo previsto. En un año normal, las cuadrillas migrantes regresan a sus lugares de origen de forma paulatina entre mayo y junio, una vez que concluyen las limpiezas del terreno y la preparación de la tierra. Pero este 2025, la salida fue en masa justo al término de la pizca, a mediados de abril.
En Villa Juárez, la ETI 51 tiene impactos de bala en su fachada.
“Se empezaron a ir desde abril por miedo; rentan en las cuarterías y no tienen un lugar seguro”, relata una vecina. El resultado es visible en los surcos: tierras listas, pero sin manos que las trabajen, y un movimiento económico que se fue con ellos.
La misma lógica del temor vació las aulas. Cuando las ráfagas suenan de madrugada, al día siguiente los pupitres quedan vacíos. Los maestros insistieron en la presencialidad, pero las madres no cedieron.
“Yo no siento que aprendan igual, pero no hay de otra”, admite una mujer, quien dejó de mandar a sus dos hijos de primaria después de escuchar disparos cerca de su casa. El ciclo escolar lo terminaron a través de sus celulares, a distancia.
El narcomenudeo y la adicción tomaron el espacio público
La violencia no sólo deja muertos y desplazados: también arrastra consigo un problema silencioso que desborda las calles de Villa Juárez. En la plazuela principal, lugar que por la violencia dejó de ser un punto de encuentro familiar y espacio comunitario, hoy descansan cuerpos delgados, huesudos, inertes. No están dormidos. Están perdidos. Jóvenes, en su mayoría hombres, que llegaron buscando trabajo en el campo y terminaron atrapados en las garras de la drogadicción.
“Se vinieron de sus casas para trabajar y mandar dinero, pero se perdieron en las drogas. Ahí están… acostados. Como zombis”, dice una mujer que trabaja cerca de ahí.
Por las mañanas, vecinos salen a barrer la banqueta y los hallan ahí, tirados entre bancas y jardineras. No se sabe con certeza qué consumen, pero todos coinciden en que no es marihuana. Es algo más fuerte, más rápido, más devastador.
“Algunos logramos rehabilitarlos y regresarlos con su familia”, cuenta una vecina, “pero son los menos”. La mayoría sigue ahí, anclada a una dependencia química que avanza sin atención médica ni estrategia pública.
La oficina de la sindicatura atiende a las madres que, en un intento de rescatar a los suyos, llegan pidiendo espacios en centros de rehabilitación, estos son canalizados al Sistema DIF. Pero la atención no llega a todos.
Un pueblo sitiado que no se resigna
La Guardia Nacional y el Ejército mantienen un cuartel permanente en Villa Juárez con hasta 300 efectivos, pero la población siente que la seguridad es apenas una estampa. La comandancia municipal está vandalizada; el poder civil se esfumó. Las madres cronometran la ida de sus hijos al gimnasio, los comerciantes bajan cortinas a las siete de la tarde y las fiestas que daban identidad al pueblo se extinguieron.
“Cuando se iba la luz dormíamos en la azotea, en catres, contando historias con los vecinos”, recuerda una mujer que nació ahí y ha visto crecer a esta comunidad agrícola. “Ahora, si se va la luz, me encierro. Prefiero el calor sofocante”.
Villa Juárez es hoy una tierra fértil tomada por el silencio y la vigilancia; un lugar donde cada conversación es sospechosa y cada visitante, un riesgo. Entre pickups patrullando sin placas y aulas vacías, el pueblo espera, con poca fe, que la tormenta cese y que alguna vez vuelva la música que hacía bailar hasta el amanecer. Mientras tanto, la comunidad sobrevive midiendo el tiempo que tarda en llegar la próxima ráfaga.
Cronología de fuego (4 de junio 2024 – 3 julio 2025)
2024
- 4 de junio: Encuentran a un hombre asesinado en Villa Juárez. El cuerpo se encontraba atado de mano y pies.
- 5 de julio: Una mujer de 28 años resultó herida luego de que una bala perdida le cayera en la cabeza.
- 2 de octubre: Vecinos reportan sobrevuelo de las Fuerzas Armadas en Villa Juárez.
- 8 de octubre: Un hombre muere luego de recibir disparos en Villa Juárez.
- 17 de octubre: Reportan un enfrentamiento en Villa Juárez. Dos hombres resultan heridos.
- 23 de diciembre: Dos hombres son asesinados en pleno centro de Villa Juárez durante la mañana.
2025
- 4 de enero: Atacan la base de la Policía Estatal Preventiva en Villa Juárez. Más tarde se reveló que intentaron privar de la libertad a un elemento.
- 18 de enero: Enfrentamiento y aseguramiento de arsenal en Villa Juárez. No hubo detenidos.
- 25 de enero: Tiroteo por la mañana entre células rivales en la comunidad de Las Puentes. No hubo víctimas fatales.
- 5 de febrero: Encuentran un hombre sin vida y con un supuesto mensaje.
- 13 de febrero: Balacera nocturna entre Villa Juárez-Costa Rica; choque armado se extiende a 20 kilómetros. Hubo intervención militar. El enfrentamiento deja como saldo cuatro abatidos y cuatro heridos.
- 16 de febrero: Encuentran a un hombre con signos de tortura en un dren de Villa Juárez.
- 21 de febrero: Mujer resulta herida de bala, autoridades al día siguiente reconocieron que se trató de una víctima colateral.
- 28 de febrero: Asesinan a dos y hieren de bala a tres en Villa Juárez. Fue en este enfrentamiento donde hieren a Regina de 14 años.
- 4 de marzo: Tras cuatro días, Regina, muere en el hospital tras haber sido alcanzada por las balas durante un enfrentamiento armado en Villa Juárez.
- 23 de marzo: Encuentran el cuerpo de un hombre sin vida.
- 20 de abril: Reportan fuertes balaceras sobre La 20 en Villa Juárez.
- 25 de abril: Localizan explosivos y una camioneta.
- 28 de abril: Encuentran avionetas y pistas de aterrizaje quemadas y baleados. Ello se dió en el marco de un reporte al 911 de enfrentamientos armados.
- 5 de mayo: Reportan fuerte balacera entre civiles armados en Villa Juárez.
- 8 de mayo: Atacan a militare, dos elementos resultan heridos.
- 13 de mayo: Padres de familia exigen clases virtuales ante la violencia.
- 14 de mayo: Encuentran un hombre ejecutado.
- 14 de mayo: Consejo técnico y padres de familia de los planteles educativos ubicados en Villa Juárez anuncian que se van a la virtualidad.
- 17 de mayo: Se registra otro ataque a militares, el saldo son cuatro detenidos y decomiso de sustancias ilícitas y armas.
- 26 de mayo: Se registra enfrentamiento, dos presuntos gatilleros son abatidos.
- 25 de mayo: Tras enfrentamientos, registran bloqueos y uso de “ponchallantas”.
- 4 de junio: Encuentran a una persona sin vida, con signos de tortura.
- 13 de junio: Encuentran cuerpo de una persona semienterrado en Villa Juárez.
- 26 de junio: Queman avioneta y balean vehículos en pista aérea.
- 27 de junio: Envuelto, encuentra sin vida a un hombre a lado de un dren.
- 3 de julio: Encuentran a trabajador del IMMS de Bachoco sin vida, presentaba signos de tortura.
- 3 de julio: Balean a un hombre en el IMSS de Bachoco.
- 3 de julio: Combate entre el ejército y la Policía Estatal Preventiva en Las Aguamitas. El saldo fueron 12 detenidos y un abatido, así como armas y autos confiscados.
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