Patricia Mayorga / Raíchali

 

Chihuahua.- El conductor de un vehículo todo terreno, conocidos como razer, atropelló a un niño rarámuri y se dio a la fuga en la comunidad de Cabórachi, municipio de Guachochi. El niño quedó con heridas de consideración.

La presidenta seccional de Tónachi, -una comunidad cercana a Cabórachi-, América Ramos, denunció la falta de regulación de los eventos en los que participan los razer y que no respetan los territorios rarámuri, ya que circulan sin restricciones.

“Ya pasó lo que no debía haber pasado con los eventos de rutas rzr, pues no se tiene ninguna reglamentación, ni protocolo de seguridad”, señaló América Ramos.

El último fin de semana de julio, se realizó la Ruta rzr en el municipio de Guachochi, en donde participaron decenas de vehículos todo terreno. El último día de ruta, cerca de la comunidad de Caborachi, se dio el accidente.

Una familia que pasó en otro razer dio auxilio al niño que estaba herido, lo llevaron al hospital conmovidos porque el abuelo del niño fue al lugar del accidente para llevarlo en una carrerilla a su casa, relató la presidenta seccional.

Detalló que esos turistas llevaron al niño Gildardo Cruz Valencia al hospital del IMSS en Guachochi, y por ser día domingo, las tomografias se las hicieron en una clínica particular. Ellos (la familia que los apoyó) pagaron de su bolsa estos gastos y le compraron ropa y comida, también pidieron contactos de los médicos para darle seguimiento y apoyo a la familia.

La familia, que es de origen estadounidense, regresó a su país y desde allá, contactaron a las autoridades seccionales para informarse sobre la situación del niño.

La presidenta seccional precisó que los organizadores no se han hecho cargo de los gastos de la atención del niño, quien debió ser atendido en un hospital privado porque en el nosocomio público no había lo necesario para atenderlo.

Y es que las autoridades municipales no han regulado ese tipo de eventos, que ha causado inconformidades no sólo en comunidades de Guachochi sino de otras zonas turísticas, como en el municipio de Bocoyna.

“Al final de cuentas la responsabilidad es de los organizadores. Las autoridades no han querido regular, no han querido hacer una consulta libre, previa e informada para realizar esos eventos en el territorio”, indicó Ramos.

Aseguró que en su calidad de presidenta seccional de Tónachi, envió un oficio a las autoridades municipales, al presidente municipal y a la directora de Fomento Económico para hacerles de su conocimiento del caso.

Tónachi y las comunidades aledañas, se ubican en un territorio atractivo para el desarrollo turístico, pero ahí habitan diversas rancherías indígenas, es territorio rarámuri. En el caso de Tónachi, es un ejido comprendido por personas indígenas, que son menos beneficiados por ese tipo de actividades, al contrario, son las más afectadas.

En el oficio que la presidenta seccional de Tónachi envió al Ayuntamiento de Guachochi en marzo pasado, dice lo siguiente:

Estimadas autoridades municipales. Por medio de la presente nos dirigimos a ustedes en nuestra calidad de autoridades de la comunidad indígena de Tónachi, con el fin de solicitar el respeto a nuestro derecho a la consulta libre, previa e informada, en relación a los eventos de turismo masivo de las diversas rutas de razers que se están promoviendo en nuestra región.

Como comunidad indígena reconocemos la importancia del desarrollo turístico y la importancia de la economía municipal, sin embargo, creemos firmemente que este tipo de iniciativas deben ser implementadas de manera que se respeten nuestros derechos y tradiciones.

La consulta previa es un derecho fundamental consagrado en el artículo 2 de la Constitución Política de los estados unidos mexicanos y también en convenios internacionales como el Convenio 169 de la OIT, que garantiza nuestra participación en la toma de decisiones que afecten nuestras vidas, territorios y recursos. Asimismo tienen fundamento jurídico en la Declaración Interamericana de Derechos de los Pueblos Indígenas que reconoce sus derechos y busca proteger su identidad cultura y territorios. las declaraciones de las Naciones Unidas para los pueblos indígenas, que abordan los derechos y el bienestar.

Los eventos de turismo masivo, si no se manejan adecuadamente como ha sido el caso de las rutas de razers, tienen un impacto significativo en nuestra cultura, en nuestro medio ambiente y forma de vida. Lamentablemente, hemos experimentado eventos desfavorables en nuestra comunidad. La derrama económica que generan tales evento no beneficia a la comunidad indígena, hay afectaciones negativas en el medio ambiente y en nuestra cultura.

Por ello solicitamos la realización de un proceso de consulta libre, previa e informada, con respecto de nuestra cultura, donde se nos brinde información clara y suficiente sobre los proyectos de turismo masivo, permitiéndonos expresar nuestras opiniones y preocupaciones; la consideración de nuestras propuestas y recomendaciones en la planificación y ejecución de estos eventos; asegurando que se respetan nuestros derechos. Asimismo que nos hagan partícipes de los posibles beneficios y se mitigue cualquier impacto negativo en nuestra comunidad, la garantía de que las decisiones relacionadas con el turismo en nuestra región se tomen de manera colaborativa y respetuosa, tomando en cuenta nuestras necesidades y aspiraciones como pueblo indígena.

Agradecemos su atención brindada. La comunidad de Tónachi reafirma su disposición al diálogo y a la colaboración para asegurar el desarrollo turístico que respete nuestros derechos y enriquezca nuestra cultura

La respuesta es que los eventos de razer estaban en puerta, por lo que la consulta se podía postergar para realizarla una vez que pasaran los eventos, de acuerdo con América Ramos.

La versión de personas que llegaron poco después del accidente, es que uno de los organizadores quería esperar a que llegara una ambulancia, lo que podría demorar demasiado. La familia norteamericana que iba en otro razer, actuó de inmediato para llevarlo a un hospital de la cabecera municipal.

El parte médico inicial indica que el niño presentó una fractura, que se afectó gran parte de la pelvis y que el golpe podría dejar consecuencias que pueden afectar el crecimiento del niño.

Días después del accidente, en un chat, los organizadores de la ruta razer informaron a los participantes sobre la salud del niño, que el hospital fue trasladado a Parral, donde le hicieron estudios. Todo ha sucedido en un hospital público, por lo que piden apoyo para el niño. Quienes deseen ayudar, los invitan a hacer el depósito a la misma cuenta de inscripción al evento. Sin embargo, la presidenta seccional señaló que tuvieron que llevarlo a un hospital privado porque no habían podido hacer todos los estudios que requería y que corresponde a los organizadores hacerse cargo.

Asimismo, en el chat actualizaron la información de la situación de salud del niño rarámuri, quien se recuperará con terapia y que descartaron la cirugía. Señalan que anterior al accidente, ya tenía un problema en su cadera, aparte del daño que le causó el golpe.

Hasta ahora, se desconoce quién es el responsable del accidente. La presidenta seccional señaló que no es posible que no cuenten ni con seguros que cubran gastos derivados de accidentes.

Raíchali ha intentado contactar a uno de los organizadores del evento, Edilben Holguín, pero no ha respondido.

La falta de regulación en el municipio de Bocoyna, también ha generado inconformidades en comunidades como San Ignacio de Arareko, en donde los razer han pasado encima de cultivos, arroyos y caminos por los que no cruzan vehículos.

La misma comunidad de Bocoyna ha establecido un protocolo comunitario para hacer respetar su territorio, ya que ni el comisariado y las autoridades municipales les han escuchado para regular esa actividad turística.