Culiacán, Sin.- Culiacán vive entre el recuerdo de un año de violencia extrema y la urgencia de construir nuevos referentes para sus jóvenes. En el cruce de los bulevares Rolando Arjona y Villas del Río, un espectacular ha captado la atención de la ciudad con un mensaje claro y directo: “PIÉNSALO. TE QUEREMOS VIVO”.

La autoría de la campaña aún se desconoce, pero su impacto es evidente. Automovilistas, transeúntes y habitantes del sector comentan y reflexionan sobre su significado, en un contexto marcado por enfrentamientos armados, desapariciones y una ciudadanía que demanda seguridad y paz.

 

Una lectura desde la seguridad pública

Para Miguel Calderón Quevedo, coordinador general del Consejo Estatal de Seguridad Pública (CESP), el mensaje tiene una lectura profunda.

El saldo del último año y la crisis de violencia ha dado un lamentable impacto en nuestras juventudes. Hoy, el Centro de Internamiento para Adolescentes tiene una población récord, y muchas víctimas mortales también tienen entre 15 y 17 años”, explica.

El funcionario advierte que la campaña busca recordar a los jóvenes que el camino de la criminalidad conduce a dos finales posibles: la cárcel o el cementerio.

Este llamado a pensar bien las cosas para la juventud llega en un momento crucial”, asegura Calderón.

 

Entre la moda y la cultura de riesgo

Para Calderón Quevedo el mensaje del espectacular no solo apunta a los jóvenes de menor edad, sino también a aquellos influenciados por la cultura urbana ligada al crimen organizado.

“Muchos jóvenes adoptan formas de vestir, música y actitudes de figuras delictivas. Hemos tenido cierto grado de complicidad al popularizar estos elementos sin reflexión”, reconoce Calderón.

El mensaje, entonces, actúa como un contrapeso simbólico, recordando que las referencias positivas existen, aunque pocas veces se visibilizan.

No estamos de acuerdo con la censura. La libertad de expresión es un derecho, pero debe ir acompañada de educación y modelos de conducta que orienten”, afirma.

Calderón enfatiza que la solución no es solo aumentar patrullas o armamento, sino atender las causas que generan delincuencia. Programas como Jóvenes Construyendo el Futuro representan un intento por ofrecer alternativas, pero el funcionario considera que estas políticas deben ser más transversales: integrar escuelas, familias y liderazgos comunitarios, como maestros, sacerdotes y padres de familia, para contrarrestar la glorificación de la delincuencia.

La violencia y la cultura del crimen no surgieron de la noche a la mañana. Llegaron de manera gradual, como la humedad, y solo a través de políticas educativas, culturales y comunitarias podremos comenzar a revertirlas”, asegura.

El espectacular funciona como un espejo social: interpela a cada ciudadano a cuestionar su papel dentro de la comunidad y su responsabilidad en la formación de la juventud.

Nos hace reflexionar sobre nuestro comportamiento individual, pero también sobre nuestra contribución a la colectividad”, concluye Calderón.

 

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