En la última semana, las redes sociales han sido el escenario de una acalorada discusión entre quienes piden que a Electrolit, uno de los productos líderes en el mercado de sueros orales en México, se le trate a nivel legal y regulatorio como una bebida azucarada más, contra quienes señalan que esto no sería posible por tratarse de un producto de uso medicinal.
Esto sucede luego de que, en la Cámara de Diputados, el grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM) impulsó una iniciativa para modificar la Ley del IVA, la Ley del IEPS y la Ley General de Salud, con el objetivo de que bebidas como Electrolit y Pedialyte también se incluyan en dicha reglamentación.
“Lo que nosotros estamos buscando es gravar a estas bebidas electrolíticas que se manejan como un medicamento, y que gracias a eso hoy dentro del Paquete Económico, que envía el Ejecutivo al Poder Legislativo, veíamos que no pagan ni IVA, ni IEPS, ni tienen un etiquetado de advertencia del contenido calórico, de sodio, de azúcares, de lo que están obligadas todas las bebidas a mostrar, sobre todo para que el consumidor pueda tener conocimiento”, dijo el diputado Carlos Puente Salas, coordinador del PVEM.
El principal argumento a favor de colocar sellos de advertencia y cobrar los mismos impuestos que a un refresco son el alto contenido de glucosa, que según Puente Salas, exceden las recomendaciones de la Organización mundial de la Salud para un suero rehidratante.
¿Electrolit viola las recomendaciones de la OMS?
Las Soluciones de Rehidratación Oral (SRO) son mezclas de agua, sales y glucosa que tienen el fin médico de reponer componentes esenciales que se pierden a través de la sudoración, vómito y excreción. De acuerdo con la guía para su elaboración, creada por la OMS, la concentración máxima de glucosa no debe exceder los 27 gramos por litros por riesgo de diarrea osmótica.
Esta cantidad es ampliamente excedida por la presentada en Electrolit, de 50 gramos por litro, por lo que su consumo diario como sustituto del agua se ha desaconsejado. Con todo, actualmente el producto no está considerado como una bebida azucarada para efectos fiscales, sino como un medicamento de libre venta indicado en casos de diarrea y deshidratación.
¿Quién pagaría el impuesto a Electrolit?
El IEPS fue presentado como una herramienta para desincentivar el consumo de productos dañinos para la salud, como el tabaco, alcohol y refrescos, mediante el incremento artificial de sus precios al someterlos a un gravamen extra que termina pagando el consumidor.
Aunque el caso se presenta como evasión de impuestos por parte de la farmacéutica PiSA, en caso de incluirse en el mismo marco regulatorio que los refrescos sería el consumidor final quien absorbería el sobre costo.
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