Culiacán, Sinaloa.- En este año, al menos 13 niñas de 13 años de edad se convirtieron en madres en Sinaloa, y en ocho de los nacimientos, los padres eran adultos, con edades de entre 18 y 53 años, de acuerdo con datos obtenidos a través del Cubo Dinámico “Nacimientos 2025”, de la Secretaría de Salud al corte del 26 de agosto de 2025.

No son casos aislados. De los 1,123 nacimientos que se han registrado este año 2025 en instituciones de salud pública, donde la madre es una adolescente menor de edad, el 74% (834) están ligados a hombres adultos.

Algunos de los casos son consideradas violaciones sexuales por la edad de las niñas, conforme al Código Penal, pero estas siguen pasando en el Estado y se ha incrementado.

Se trata de niñas de entre 13 y 17 años que presentan un embarazo producto de una relación sexual con hombres mayores de edad.

No es un problema reciente, sino una realidad que persiste desde hace años. En 2024, hay registro de 2 mil 58 nacimientos en Sinaloa donde la madre tiene entre 13 y 17 años de edad. En el 73% de los casos, el padre es mayor de edad.

De acuerdo a un estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo (Coneval), el embarazo durante la adolescencia “incrementa los riesgos obstétricos, contribuye a profundizar condiciones de vulnerabilidad y puede evidenciar prácticas de abuso tales como el arreglo de matrimonios durante la infancia”.

Para la activista Priscila Salas, de la colectiva feminista “No se metan con nuestras hijas”, las estadísticas antes mencionadas corresponden a claras pruebas de la existencia de violencia contra niñas y adolescentes, pues de acuerdo al Código Penal de Sinaloa, en su artículo 180.

¿Qué dice la ley?

 

Se equiparará a la violación y se castigará con prisión de dieciséis a treinta y cuatro años:

I. Al que sin violencia realice cópula con persona menor de quince años de edad;
II. Al que sin violencia realice cópula con persona que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho o por cualquier causa no pueda resistirlo; y, III. Al que sin violencia y con fines sexuales introduzca por vía vaginal o anal cualquier parte del cuerpo, elemento, objeto o instrumento distinto al pene en una persona menor de edad o persona que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho, o por cualquier causa no pueda resistirlo, sea cual fuere el sexo de la víctima.

Si se ejerciere violencia, el mínimo y el máximo de la pena se aumentará en una mitad.

“Es violación. Porque no podemos pensar que existe consentimiento, es una idea que debemos de descartar definitivamente. Estamos hablando de menores de 13 años y la Ley dice que no hay consentimiento. Además tenemos que tomar en cuenta otra cosa, el matrimonio en México no se puede permitir legalmente a menores de 18 años de edad”, indicó la activista.

Violaciones deberían reportarse al Ministerio Público

 

En estos casos, agregó Priscila Salas, la Secretaría de Salud debe aplicar protocolos para proteger la integridad de la adolescente embarazada, como el ofrecer la opción del aborto y llamar a las autoridades competentes en caso de haber evidencia de la comisión de un posible delito.

“Primero, se debe de denunciar la violación, se debe de atender a la menor, se le debe de sacar de esta situación de violencia, se le deben ofrecer a ella servicios de aborto, terapeutico, porque existe la NOM 046 y ella debería de ser informada”, dijo.

Por su parte, Cuitláhuac González Galindo, secretario de Salud en Sinaloa, indicó que existen protocolos que los hospitales ponen en marcha cuando llega una adolescente embarazada, ya que se considera de alto riesgo.

“Todo menor de edad tiene que ser notificado, eso ya es una directriz que tienen que mantener, tanto cuando llegan con embarazo como cuando llegan por violencia tienen que ser notificados y en este caso en hospitales siempre hay un registro de los que llegan”, dijo.

Cifras sobre embarazos infantiles que revelan una realidad ignorada

 

Los casos de embarazos donde hay menores de edad involucrados, sin embargo, no ocurren solo contra mujeres, también hay hombres que se convierten en padres siendo menores de edad, ligados a mujeres mayores de edad.

Aunque es una realidad poco visibilizada, en Sinaloa hay 355 nacimientos registrados donde el padre es un adolescente de entre 14 y 17 años de edad. En el 29% de estos nacimientos, es decir, en 103, la madre tiene entre 18 y 29 años de edad, según datos obtenidos a través del Cubo Dinámico “Nacimientos 2025”, de la Secretaría de Salud al corte del 26 de septiembre de 2025.

Al igual que en la situación anterior, estos casos podrían constituir un delito de acuerdo al artículo 180 del Código Penal.

El secretario de Salud en Sinaloa indicó que Sinaloa está por debajo de la media nacional en embarazos adolescentes, y que la atención institucional incluye un programa con pláticas en secundarias y preparatorias sobre educación sexual.

“Estamos por debajo de la media nacional, sin embargo, cualquier embarazo en adolescentes nos debe de preocupar y debemos de seguir los mecanismos para que no se lleven a cabo”, dijo.

Mencionó que detrás de un embarazo adolescente hay muchos factores como la violencia, el nivel socioeconómico y las condiciones del entorno social y familiar.

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