En el último informe enviado por Pemex a la Bolsa Mexicana de Valores, la petrolera declara pérdidas de 61 mil 242 millones de pesos (3 mil 332 millones de dólares) en el tercer trimestre de 2025. Además, la deuda financiera de la empresa se incrementó 1.52% en solo 3 meses.

Esto sucede luego de que en el pasado mes de julio la presidenta Claudia Sheinbaum anunciara una operación de financiamiento para darle oxígeno a la paraestatal, emitiendo bonos respaldados por el Estado mexicano. Esta maniobra buscó cubrir vencimientos de deuda en 2025, que ascienden hasta 8,900 millones de dólares, y 18,700 millones de dólares en 2026, de acuerdo con datos de El Financiero.

Esta estrategia por parte del gobierno federal daba continuidad a la política que comenzó en 2018, bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, en la que los menesteres de Pemex pasaron a ser tratados de facto como de carácter gubernamental.

Pese a este y otros intentos de rescate por parte de las últimas dos administraciones federales, Pemex no ha dejado de perder dinero. Según explican en su último informe financiero, las pérdidas mil millonarias del periodo entre julio y septiembre son producto de “menores ventas, mayor deterioro de activos financieros, pérdidas en derivados y mayores impuestos“.

De acuerdo con Bloomberg, los ingresos por ventas y servicios cayeron 11% anual debido a menores exportaciones de hidrocarburos, con menos volúmenes de crudo y precios más bajos. En el mercado interno, también hubo una caída en las ventas.

Hasta ahora, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha inyectado cerca de 50 mil millones de dólares a Pemex mediante notas precapitalizadas, recompra de bonos, aportaciones directas, entre otros instrumentos.

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