Entre enero y octubre de 2025, México exportó 935 mil cabezas menos de ganado en pie respecto al mismo periodo del año anterior, una caída histórica del 79.7%, de acuerdo con datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). El valor económico perdido asciende a 837 millones de dólares, considerando el precio promedio de 1,242 dólares por animal.

La suspensión de exportaciones, que suma ya cinco meses consecutivos, redujo el volumen enviado a Estados Unidos a solo 238 mil cabezas, frente a los 1.17 millones de 2024.

Los más afectados son los productores del norte y sureste mexicano, regiones donde la actividad ganadera sostiene la economía local.

En el sureste, que es responsable de 45% del ganado para engorda, sufre las restricciones de movilización que encarecieron el ganado flaco y elevaron los costos de alimentación, engorda y sacrificio, profundizando la falta de liquidez en los ranchos.

La crisis también impacta a la industria cárnica estadounidense. La menor disponibilidad de ganado mexicano, que es clave para su sistema de engorda y sacrificio, provocó que empacadoras y feedlots dejaran de procesar 327 mil toneladas de carne. Como resultado, los precios al mayoreo del ganado y la carne alcanzaron niveles históricamente altos.

A pesar del desplome en ganado en pie, la industria bovina mexicana registró un comportamiento mixto:

  • Exportaciones de carne de res: +5.7% en volumen y +14.9% en valor.
  • Importaciones de carne de res: +24% en volumen, impulsadas por la mayor entrada de producto brasileño.

 

En otras proteínas, la presión también es evidente:

Carne de cerdo: México sigue como el mayor importador mundial; las compras crecieron 11.1%, mientras que las exportaciones cayeron 12.3%.
Carne de pollo: las importaciones aumentaron 6.6%, consolidando a México como principal cliente del pollo estadounidense.

La balanza pecuaria total terminó deficitaria: las exportaciones de proteína animal bajaron 1.7% y las importaciones subieron 10.8%.

Estados Unidos perdió competitividad

 

El Grupo Consultor de Mercados Agrícolas advirtió que la falta de becerros mexicanos está afectando seriamente a la industria estadounidense, que opera con menor capacidad y enfrenta precios crecientes.

Para ese país, recuperar el flujo de ganado mexicano es más importante que ampliar cupos de importación con Argentina, ya que lo que realmente reduce presiones inflacionarias es contar con carne producida con ganado mexicano, por su calidad y disponibilidad.

El restablecimiento de las exportaciones de ganado en pie permitiría:

  1. Recuperar liquidez para miles de productores mexicanos.
  2. Aliviar la presión en precios del ganado y la carne en ambos países.
  3. Restablecer la capacidad de procesamiento de la industria estadounidense.
  4. Estabilizar la cadena cárnica de América del Norte, hoy fracturada.

Para GCMA, mientras la reapertura no ocurra, México y Estados Unidos seguirán enfrentando un mercado más caro, menos competitivo y con los pequeños ganaderos como los más afectados.

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