Estimado planeta:

Quiero informarte que al año de la “reconciliación ambiental” le quedan pocos días. Es más para cuando algunos de mis lectores se animen a leer la presente entrega, el 2024 ya podría tener unos “dos días de viejo”. El 2023 pasó muy rápido, exageradamente rápido. Coincido con lo que muchos amigos y conocidos comentaron “el 2023 voló”, como también de nuevo “voló” la oportunidad de darte un respiro, o los que te dieron no fueron suficientes para poder hablar de una reconciliación.

Un año más sin una plataforma ambiental mundial en aras de la conservación ambiental. No, pensar en una plataforma ambiental global para ti sería muy ambicioso. No niego que organismos internacionales trataron de hacerla, es más el concepto de “reconciliación ambiental” viene de un discurso del 2021 por parte del Secretario General de las Naciones Unidas, el señor António Guterres, quien en ese año mencionó que sería “el año para reconciliar a la humanidad con la naturaleza y construir una verdadera coalición mundial para alcanzar la neutralidad del carbono”.

La humanidad te sigue pegando en donde más te duele: el uso y abuso de los combustibles fósiles para un sinfín de actividades, los cambios de uso de suelo para aumentar la frontera agrícola, deforestaciones, generación de basura, entre otras más. Lo peor es que no podemos negar que la industrialización y la prosperidad dependen, en cierta medida de ello, pero no hemos encontrado la ecuación perfecta entre el desarrollo social, ambiental y económico. Parece que siempre la balanza se inclina a lo económico. Dejamos por un lado que estos factores también tienen impactos en nuestra salud y desde luego que en la tuya, mi estimado amigo.

También a ti te afecta, particularmente, en el clima. A eso le llaman el “cambio climático”, porque todas esas actividades antes mencionadas, tienen una secuela que te afecta directamente. Yo creo que es conveniente que sepas que lo que te escribo se ha comentado y es motivo de muchos debates e información por doquier no ha sido del todo suficiente. El abogar por alternativas energéticas, que sen más benignas para ti es fundamental para la gran reconciliación ambiental, pero desafortunadamente seguimos aferrados a este tipo de energía.

No todo tiene que ser quejas, algo te tengo que comentar a favor. En este caso algunas de las políticas públicas han permitido que el consumo de carbón mineral y gas se mantengan estables o inclusive bajaron. Por ejemplo, el consumo de carbón mineral en la generación de electricidad el 2001 era de un 39% y para el 2021 bajó al 36%, mientras que el gas el incremento en su uso fue de un 4% aproximadamente en ese mismo período. Por otro lado el uso de energías renovables, que era prácticamente nulo, ahora ya aporta más del 13%. Ese es el camino a la reconciliación, incrementar el uso de los renovables en la generación de energías.

Ya nos has dado algunos avisos de que ese es el camino por seguir. Entiendo el que seas mustio, pues nosotros somos tercos y aferrados. Por eso tus achaques climáticos son épicos y ni así te entendemos. Como yo creo que ni tú te entiendes. Te lo explico, por ejemplo, lo que pasó en Acapulco con el huracán “Otis”, cómo fue posible que en menos de una hora se incrementará la magnitud de ese fenómeno natural que devastó a Acapulco y otras regiones aledañas. Sabemos que son tus respuestas a los años de indolencia ambiental. Fue, creo yo, otro aviso más, como muchos otros que nos has enviado y del que hacemos caso omiso.

Aquí en Sinaloa los hemos padecido ya por 20 años. Esos son los años que hemos estado inmersos en una sequía de la que no podemos salir. Presupuestos van y presupuestos se acaban pero las perlas de agua siguen brillando por su ausencia. Nos quejamos cada año y como cada nuevo año prometemos que cuidaremos y ahorraremos el vital liquido y nada.

Una idea, podría ser un disparate de mi parte, pero fíjate que en el 2024, se van a poner de moda las elecciones en muchos países. Probablemente se tengan más turbulencias políticas que las turbulencias ambientales que cada vez con más frecuencia nos envías. Se dice que habrá elecciones en más de 70 países, incluyendo México. En todos esos países vivimos un poco más de 4.2 billones de personas. Imaginemos que se forme una coalición de organizaciones de la sociedad civil, organismos mundiales, académicos y todos aquellos que buscan un mejor planeta y exigimos que se incluyan en las plataformas de esos nuevos gobiernos planes globales para mejorar tu salud ambiental. Eso sería grandioso.

Abogar por una reconciliación ambiental global como una demanda social a todos aquellos que nos quieran gobernar no me parece disparatado. Es mejor pensar de esa manera que seguir en el camino del divorcio ambiental.

Con esto me despido mi estimado planeta, deseando que exista una reconciliación y no persista lo que hasta la fecha persista el inminente camino a un tourtoso divorcio.

Feliz 2024 para todos.

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Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la línea editorial de ESPEJO

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