Los nuevos municipios de El Dorado y Juan José Ríos enfrentan el gran reto de tener capacidad institucional, para la recaudación fiscal y con esos recursos cumplir en forma económica, eficaz, eficiente y de calidad en la otorgación de servicios públicos a los habitantes de estos dos nuevos municipios.

Esta preocupación del desempeño fiscal municipal debe ser prioridad de cualquier partido político que le toque gobernar estos nuevos municipios. En el caso de El Dorado la situación es más complicada si tomamos en cuenta que acaba de cerrar el ingenio azucarero; pieza fundamental de su economía local.

Precisamente, este tipo de aspectos fiscales tan poco explorados son analizados en el interesante libro, titulado “Desempeño Fiscal Municipal: propuesta para el pacto fiscal” de la autora Guadalupe de Jesús Madrigal Delgado de la UAS, que se presentó esta semana.

 

El libro tiene como objetivo aumentar la literatura sobre federalismo fiscal, de las haciendas locales y las finanzas públicas, además de bridar una pro­puesta para mejorar las condiciones del pacto fiscal a partir de las evaluaciones al desempeño de los gobiernos locales, todo a partir de un sistema justo y equitativo que regule las relaciones intergubernamentales.

El estudio del federalismo, de las relaciones entre los gobiernos y las finanzas públicas son imprescindibles para avanzar con resultados a favor de la ciudadanía.

Es necesario que los gobiernos locales recobren la trascendencia que tienen en un sistema de gobierno federalista, y que los municipios —piedra base del federalismo— emerjan con mejoras en su gestión a partir del fortalecimiento de sus capacidades. En este sentido, las eva­luaciones al desempeño fiscal de los gobiernos municipales son una herramienta inevitable para mejorar los resultados de gestión y, además, motivan la percepción favorable de los gobernados sobre sus instituciones, destaca la autora.

Madrigal Delgado explica que el sistema federalista del gobierno mexicano está en riesgo debido a que las políticas centralizadas del ingreso y descentralizadas del gasto han provocado consecuencias al sistema: crecimiento del desbalance vertical, deficiencias en la recaudación local, falta de capacidades institucionales de los gobiernos locales, vulnerabilidad de las finanzas públicas locales y la sujeción de los gobiernos.

 

Las haciendas públicas locales, sobre todo las municipales, están necesitadas y endebles a pesar de las reformas constitucionales que pretendían fortalecerlas con mayores potestades tributarias en materia patrimonial; a más de tres décadas de implementadas, los resultados de sus sistemas recaudatorios son deficientes. Hay problemas de ineficacia tributaria, pereza fiscal, alta dependencia, ineficiencia en la aplicabilidad del gasto y capacidades institucionales limitantes.

El presente libro aborda esas problemáticas y brinda elementos para volver a la esencia del federalismo, plantea las amplitudes y principios que es necesario considerar para regular las relaciones intergubernamentales en los acuerdos del pacto fiscal y traza las condiciones que evidencian la necesidad de revisarlos.

Con el análisis de las finanzas públicas municipales, del sistema de transfe­rencias federales y con el escenario particular del caso mexicano muestra la per­tinencia y viabilidad de las evaluaciones al desempeño fiscal de los gobiernos municipales como medida para afrontar el contexto vigente, esto mediante la creación de un detallado índice sintético de desempeño fiscal.

En forma magistral, la autora expone el análisis de los más de 2400 municipios del país y muestra cabalmente que su implementación es viable y válida, sobre todo cuando en contextos inter­nacionales la tendencia es hacia la construcción de índices que monitoreen resul­tados a través del tiempo. Además, para efectos de referencia muestra el ranking nacional del desempeño fiscal municipal donde se aprecia la posición de cada uno, y presenta el análisis de los resultados por cada estado del país.

Madrigal Delgado explica que debido a que las evaluaciones son adaptables a las nuevas realidades y responden a cambios a los que todo sistema de gobierno está expuesto, son capaces de mitigar los efectos nocivos persistentes en las federaciones latinoamericanas, caracterizadas por la baja recaudación local, la centralización de ingresos en el gobierno federal, la descentralización del gasto corriente y el de inversión, así como el limitante diseño de transferencias que, contrario a promover la recaudación local, la desmotivan.

 

Realidades que alientan la reconversión del pacto fiscal para dejar de lado el individualismo que busca intereses particulares y así convenir en intereses colec­tivos. Porque ahí es donde nace la esencia del federalismo, en la unión y coordina­ción de esfuerzos entre los órdenes de gobierno por el bien común. En este sentido, se trata de buscar el equilibrio y la justicia en los principios de eficiencia y equidad.

En esta reconversión los gobiernos locales tienen un papel protagónico porque —aun cuando en teoría son el gobierno con mayores ventajas por su cercanía con la sociedad—, en el mejor de los casos, su endeble participación en el actual pacto fiscal solo se ha manifestado como la de gestores o ejecutores. En esta reconversión los gobiernos locales se convierten en actores y partícipes de la reestructuración.

Estas evaluaciones que miden la realidad ponen énfasis en indicadores de mo­nitoreo y seguimiento, pero también proponen un índice sintético que muestra la evaluación de la gestión local con una puntuación multidimensional que engloba varios aspectos de las haciendas municipales. Mediante una técnica adecuada, entre otras cosas, este índice expone el estado actual de la gestión local, los pun­tos de atención y garantiza la distribución justa y equitativa de las riquezas en el federalismo fiscal.

Con lo anterior se propone una reconversión del pacto fiscal que contemple las evaluaciones al desempeño fiscal de los gobiernos locales para la justa y transpa­rente distribución de la riqueza entre los gobiernos.

Respecto a las puntuaciones del índice sintético presenta un análisis por entidad federativa de los 32 estados de la República Mexicana, en donde resalta que:

·         Quintana Roo es la entidad donde el promedio del índice de desempeño fiscal del total de municipios fue más alto. Esto se debe al esfuerzo hecho al interior de los propios municipios y al número total de municipios del estado.

·         Baja California, como el segundo estado con el índice promedio más alto —0.3996 en 2018 y 0.3776 en 2017—, tiene cinco municipios: dos con muy alto desempeño fiscal y tres con índice alto para ambos años. Playas de Rosarito y Tijuana con índices superiores a 0.40 y Mexicali, Ensenada y Tecate con índices superiores a 0.26 en ambos años. El índice más alto lo tiene Playas de Rosarito con 0.50 y 0.52 en 2018 y 2017, respectivamente.

·         En el otro extremo, los municipios de Oaxaca y Chiapas presentaron los menores índices promedio por estado. Ambos con la característica de que tienen muchos municipios. De Oaxaca se analizaron 570 municipios y de Chiapas 118.

·         En el caso de Sinaloa los resultados en el índice sintético de desempeño fiscal muestran que 10 gobiernos municipales (55.5 %) tienen alto y muy alto desempeño; tres tienen desempeño medio; y cinco de ellos están en bajo y muy bajo nivel del desempeño fiscal. Las puntuaciones más altas las presentan Mazatlán, Culiacán y Ahome con índices entre 0.499 y 0.416.

·         El promedio estatal del índice sintético de desempeño fiscal es de 0.184, es decir tienen un alto desempeño frente a entidades como Chiapas o Oaxaca.

En resumen, esta obra nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de un nuevo pacto fiscal, en donde los municipios puedan aspirar a tener finanzas sanas, dado que son el Gobierno de más proximidad con el ciudadano.

 

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