Culiacán, Sinaloa.- La situación con los microplásticos en Sinaloa es casi totalmente desconocida, pues al día de hoy hay muy pocos estudios al respecto.

Federico Paez Osuna, químico miembro de El Colegio de Sinaloa con estudios en biogeoquímica ambiental y contaminación, indicó a Espejo que el estudio de los microplásticos y sus efectos es un campo prácticamente virgen para la ciencia en Sinaloa.

En Sinaloa, comentó, están algunos investigadores trabajando en la UAS o en el CIIDIR Sinaloa, en Guasave, para conocer el nivel de microplásticos en algunos organismos marinos de consumo humano; por su importancia cultural y económica, principalmente el camarón y el ostión. Sin embargo, esto es de alrededor de 3 años para acá, por lo que el académico lo considera un campo virgen de estudio.

Actualmente, añadió, se han estudiado los niveles de microplásticos en camarón silvestre y de granja de lugares como Santa María en La Reforma y el sistema lagunar Huizache-Caimanero. “Empezamos a trabajar el tema hace 3 años… sacamos nuestro primer artículo donde vimos el contenido de microplásticos en los principales tejidos del camarón. Había 18 y medio microplásticos por individuo en promedio”, comentó.

Hace apenas dos o tres semanas, añadió, fue publicado el último estudio a este respecto, donde se encontró que al ir pasando las semanas de cultivo en las granjas de camarón, también se incrementa la cantidad de microplásticos. “Sobre todo en una granja donde usan invernadero y pisos cubiertos por polietileno”, advirtió.

La conferencia

Este viernes (16/02/2024), el investigador ofreció una conferencia sobre microplásticos en la Facultad de Química de la UAS, en donde explicó a estudiantes del área química la historia y los tipos de plásticos y sus usos; además mostró una serie de estadísticas referentes a la cantidad de plásticos producidos, el porcentaje de plásticos en nuestros residuos y algunas afectaciones que ya se encuentran tanto en los medios ambientes como en los tejidos animales y humanos.

A grandes rasgos, compartió que los microplásticos se encuentran tanto en el aire como en los suelos, y en tejidos animales y humanos como pulmones, heces, semen, placenta. Incluso las lavadoras, al lavar fibras sintéticas, liberan microplásticos al ambiente.

En este sentido, algunas de las afectaciones descubiertas a la fecha derivadas de estos contaminantes son inflamaciones intestinales en ratones, fibrosis de tejidos en aves marinas y perturbación del metabolismo en el pez cebra.

En el caso del estero de Urías, en Mazatlán, estudios del 2018 encontraron fibras de PP (polipropileno), PS (poliestireno), PE (polietileno) y PET (polietileno tereftalato) en arena, agua superficial y sedimento. Así como en el tracto digestivo de 1,095 peces analizados de 15 diferentes.

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