A partir de mañana el Congreso del Estado de Sinaloa realizará la consulta en la Universidad Autónoma de Occidente como parte del proceso para reformar la Ley Orgánica de la institución, paso fundamental que tarde o temprano tendrán que dar los demás centros de educación superior que reciben recursos públicos para su sostenimiento y que necesitan reforzar la democracia interior, la transparencia y la equidad en razón de género.

La 64 Legislatura local y directivos de la UAdeO definieron anoche la logística de la toma de opinión a los universitarios en las seis unidades regionales de la casa de estudios: será en modalidad presencial con un cuestionario de preguntas de opción múltiple que los diputados les entregarán a los estudiantes en aulas que se elegirán al azar de 7 a 9 de mañana. Los alumnos y trabajadores no abarcados en este ejercicio podrán acudir a un foro que se celebrará en un auditorio de cada plantel a responder el formulario y expresar sus propuestas.

Lo interesante de esta especie de referéndum es que será sometido a prueba el modelo para desarrollarlo en otras IES, como es el caso de la Universidad Autónoma de Sinaloa, donde los directivos oponen resistencia a que se les modifique la Ley Orgánica aduciendo que ello violenta la autonomía y la Ley General de Educación Superior, centro de estudios cuyos actuales funcionarios son sujetos a procesos judiciales por la presunta comisión de diversos delitos.

Paralelamente, el Congreso del Estado analiza las iniciativas de reforma a la Ley Orgánica de la UAdeO que contienen planteamientos como la eliminación de la Junta de Gobierno para darle mayores atribuciones al Consejo Universitario, democratizar los consejos técnicos con más participación de estudiantes, personal administrativo y personal docente; modificación de requisitos para designar al rector, y equidad e igualdad en todas las estructuras y funciones de la universidad.

Lo que resulte de este proceso reformista tendría que ser estrictamente el fortalecimiento de las universidades en cuanto a libertades, rendición de cuentas, valores cívicos y sobre todo calidad de la educación a través de la utilización del financiamiento público en beneficio de jóvenes que se preparan para hacerles frente a los grandes retos que enfrenta Sinaloa, que reclaman profesionistas capaces y de alta vocación social.

La consulta de mañana resulta esencial para las universidades públicas pues se trata de sacarlas de las inercias y ambiciones que las traban, o dejar que continúen tales vicios e intereses en detrimento de la buena educación.

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