Ciudad de México.- El gobierno de México anunció un aplazamiento en la eliminación total del uso del glifosato, previamente programada para el 31 de marzo de 2024. Esta decisión ha generado diversas reacciones y plantea interrogantes sobre los impactos ambientales y económicos de esta medida.

La decisión de postergar la prohibición total del uso del glifosato obedece a la falta de condiciones adecuadas para reemplazar este herbicida de amplio espectro en la agricultura mexicana, y así lo afirman en un comunicado conjunto las secretarías de Economía (SE), de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), quienes argumentan que es crucial salvaguardar la seguridad agroalimentaria del país.

La intención de eliminar el uso del glifosato en México ha generado tensiones con el gobierno de Estados Unidos, principal proveedor externo de este insumo. Y es que el glifosato es uno de los herbicidas más utilizados a nivel mundial, introducido por la empresa Monsanto en 1974.

México ha reducido su cupo de importación de glifosato en un 50% para el año 2023 en comparación con 2022, como parte de un proceso para eliminar gradualmente estas compras externas debido a preocupaciones sobre su posible carcinogenicidad. Sin embargo, esta medida ha generado controversias con Estados Unidos.

El 19 de marzo de 2023, la Cofepris anunció un cupo anual de importación de dos tipos de glifosato, en línea con los decretos presidenciales emitidos en 2020 y 2023 que buscaban una reducción progresiva del uso de este herbicida y su prohibición total para enero de 2024, luego postergada a marzo de 2024.

El gobierno mexicano ha reiterado su compromiso con la protección del medio ambiente, la salud pública y la soberanía alimentaria. Sin embargo, la falta de alternativas viables al glifosato y la necesidad de mantener la productividad agrícola han motivado esta decisión de postergar su eliminación.

Se están explorando opciones de herbicidas de amplio espectro y baja toxicidad que puedan sustituir al glifosato, manteniendo la productividad agrícola y siendo accesibles para todos los productores. Las secretarías de Agricultura y Medio Ambiente están colaborando en la evaluación de estos sustitutos potenciales.

A pesar de esta postergación, el gobierno de México, advierte el comunicado, mantiene su compromiso con la protección del medio ambiente y la salud pública. Se espera que las autoridades continúen trabajando en la búsqueda de alternativas sostenibles al glifosato que permitan mantener la productividad agrícola sin comprometer la salud humana ni el medio ambiente.

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