Sinaloa es un estado que anualmente utiliza hasta 800 mil hectáreas para sembrar. Un buen año, que puede tomarse así cuando hay agua suficiente, se utilizan hasta 560 mil para maíz, pero en la actual temporada solo se usaron 200 mil.

“El problema va a estar en el rendimiento, porque le faltó un riego al maíz”, dijo Marte Vega en entrevista para Revista ESPEJO.

 

La gran producción agroalimentaria es el referente para nombrar a Sinaloa como el “granero de México”, pero la sequía ha reventado este gran centro siembra y cosecha. Ahora mismo no sabe cuántas toneladas de maíz, el producto estrella de éste Estado, podrán cosecharse, pero entre productores reconocen que será un año malo.

“Estamos hablando de que ya son 3 años malos…”, continuó Vega, quien dos días antes de hablar de esa preocupación estuvo sentado con funcionarios federales y empresarios industriales para exigir una atención en un precio justo de los granos.

La cotización actual se compondría de 176 dólares, que es el precio a futuro, más 76 dólares que es el costo de las bases, por un tipo de cambio de 16.44 pesos por dólar. El valor aproximado sería de 4 mil 142 pesos por tonelada.

La sequía convirtió al campo sinaloense en un problema con pocas salidas, se depende de las bolsas extranjeras y una baja producción del producto más importante del Estado.

¿Cómo se determinó la superficie de siembra?

 

El 1 de octubre se hace el corte por la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Se hace el cálculo sobre cuánta agua hay en las presas y se determinan los volúmenes pueden usarse en la distribución para el campo.

Se hacen reuniones en conjunto con módulos de riego, los cuales proponen una estrategia y se discute hasta llegar a un acuerdo.

La actual temporada limitó los cultivos por un bajo nivel de agua en las presas ante una muy reducida captación por falta de lluvias en 2023, se prefirió otorgar volúmenes de agua para permisos de siembra para productos de baja demanda, aunque eso provocó un gran problema.

El problema de la sobreproducción

 

“Ahora hay sobreproducción de frijol y de garbanzo, aunque eso ya sabíamos que iba a pasar. Hay también un problema de rentabilidad para el maíz”, dijo Vega.

Anualmente se siembran unas 50 mil hectáreas de frijol, pero esta temporada fue el doble. Lo mismo ocurre con el garbanzo, un producto de exportación que se suele sembrar en unas 30 mil hectáreas, pero en ésta ocasión fueron 70 mil.

Los rendimientos ahora dan un resultado que revienta el mercado y, por lo tanto, reduce los precios por tanta oferta.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), éste 2024 puede haber complicaciones meteorológicas y el nivel de lluvias estará limitado, a causa de que se establezca un “año Niña”, un fenómeno climático que tiene como característica principal la reducción de lluvias.

Lo que ahora es posible contar, es que en los próximos cuatro meses no se tendrá registro de lluvias sostenidas y, por lo tanto, no habrá captación en las 11 presas productivas.

En el último reporte de la Conagua se estableció que las presas se encuentran con un 13 por ciento de su capacidad de almacenamiento y aún se tiene extracciones superiores a los 100 metros cúbicos por segundo.

“Vienen meses complicados y ya hay meses críticos”, mencionó Vega, señalando que de no poder tener un almacenamiento que supere el 50 por ciento de las presas se volverá a apostar por productos de baja demanda de agua y, de nueva cuenta, caer en sobreproducción y bajos precios.

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