Mario Ramos conversó con los alumnos de la Universidad Casa Blanca en el marco del congreso Construye tu Futuro. El evento contó con la presencia de distinguidos ponentes, entre los que se destacó el exitoso joyero.

En su ponencia, el empresario habló a los jóvenes sobre los orígenes de su negocio. Empezando en 1948 como una tienda pequeña en el Centro de Culiacán, padre y abuelo de Mario Ramos construyeron las bases para la organización que hoy ocupa una posición privilegiada en su mercado.

Tenemos que ser profesionales, los mejores. Nos tenemos que diferenciar de todos los demás para que el mercado nos conozca y nos prefiera. La competencia es muy fuerte.

Mario Ramos: convertir las joyas en artículos de primera necesidad

 

Desde su fundación, su negocio principal ha sido la venta de anillos de matrimonio. Entre sus anécdotas, describe la particular filosofía que los ha llevado a convertirse en un referente para el consumidor a la hora de pensar en comprar un anillo de bodas.

Cuenta cómo, en una plática con un socio, se convenció de que los anillos de compromiso son artículos de primera necesidad.

Me dijo: “Tú crees que vendes productos de lujo, de vanidad. Debes pensar que vendes artículos de primera necesidad”.

No hay un cura que case a los novios sin anillo; en ese momento se convierten en una primera necesidad. Y por eso decidimos ser los mejores en Culiacán en anillos de compromiso y argollas de matrimonio.

 

Termina señalando que un anillo de compromiso es lo primero que compra un hombre en su vida, y que si se le logra convencer de que Mario Ramos es su mejor opción, habrá “amarrado” a un cliente por los próximos 25 años.

El empresario da, además, cátedra sobre cómo afrontar situaciones difíciles en los negocios, al hablar del manejo de crisis y dificultades que su empresa ha superado en el pasado. Destaca, por ejemplo, el reto que la pandemia supuso para la joyería.

Los problemas se resuelven con prevención. Nosotros no teníamos un fondo de contingencia, pero si hubiéramos tenido una mala relación con los bancos o un mal historial con los proveedores, habríamos batallado mucho más.

 

Menciona que, a pesar de tener las tiendas cerradas, sus ventas cayeron en solo un 1 porciento y pudieron pagar salarios completos para el final del año. Esto, gracias a que el equipo de ventas comenzó a ponerse en contacto con los clientes de forma personal, logrando vender y mantener a flote los ingresos.

Actualmente, la joyería Mario Ramos cuenta con 11 sucursales repartidas en Culiacán, Los Mochis, Monterrey, Chihuahua, Ciudad Juárez y Victoria de Durango.

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