México.- Desde diversos frentes globales, los países del mundo están llamando hacia nuevas reglas de tributación enfocadas en incrementar las aportaciones de impuestos de las grandes empresas y las grandes fortunas y, en ese sentido, México también requiere una reforma fiscal progresiva muy profunda. “Es decir, de las personas más ricas de nuestras sociedades”, declaró a Espejo el director de Justicia Fiscal de Oxfam México, Carlos Brown.

En el G20 y en la OCDE hay llamados muy potentes en este sentido. Recientemente el presidente brasileño, Lula Da Silva, encargó al economista francés Gabriel Zuckman, un informe y propuestas que busquen avanzar en este sentido el cual podría ser presentado en las próximas semanas. Anteriormente, Zuckman ha abogado porque los “súper ricos” paguen al menos el 2 por ciento de impuestos sobre sus fortunas cada año.

Para Brown, esta y otras situaciones suponen un momentum mundial en el que países grandes y pequeños reconocen la necesidad de obligar a que las grandes fortunas contribuyan más y mejor a financiar la administración de lo público a través de impuestos.

“Hay algo importante pasando a nivel global. Hay algo pasando en Naciones Unidas con una Convención Tributaria que se espera que sea la convención marco para los acuerdos tributarios de escala internacional; hay algo pasando en América con la Plataforma Tributaria de América Latina y el Caribe que es un espacio con 8 países donde México participa de observador. Los países se empiezan a poner de acuerdo, se empieza a discutir y dialogar sobre estos temas. No es nada menor”, advirtió.

 

Es en este contexto, añadió el experto en temas fiscales, que se inserta el caso mexicano como un país de muy baja recaudación de impuestos. La más baja de entre los países de la OCDE y una de las más bajas de América Latina.

Estos bajos niveles de recaudación, donde incluso magnates como el empresario Ricardo Salinas Pliego utiliza todos los recursos a su alcance para evitar contribuir más a las finanzas públicas del país, impone una debilidad estructural a las finanzas públicas mexicanas que hace que el margen de maniobra administrativo sea muy bajo.

“Queremos miles de prioridades pero tenemos muy poco margen de acción porque hay poco margen financiero para poder hacer estas cosas. Entonces los llamados que hacemos, y me incluyo desde Oxfam México, es a una reforma fiscal progresiva y profunda, necesitamos que el estado mexicano tenga estas capacidades para los retos globales que vienen”, llamó Brown.

“Con las reglas actuales del sistema tributario y el sistema fiscal mexicano no da para estos retos que estamos hablando. Sin duda uno de los elementos más importantes para promover una reforma fiscal progresiva en méxico tiene que ver si o si con el escenario global, es un aliciente más para que méxico esté hablando de estos temas y empuje reformas domésticas, reformas nacionales”, puntualizó.

 

En un reporte anterior, el economista sinaloense Moisés Alarcón Osuna, coincidió con Brown al señalar que ya es urgente una reforma fiscal integral para el país.

Moisés Alarcón explicó que al cierre del sexenio el gobierno federal tiene un déficit muy grande, donde los ingresos de la administración federal no alcanzan para todos los gastos que tienen contemplados. Para atender esta urgencia, la próxima administración federal debe tomar en cuenta la reducción de ingresos petroleros y la evasión y elusión fiscal. “Ya es importante una reforma fiscal para poder recaudar más”, dijo.

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