Culiacán, Sinaloa.- La violencia que azota Culiacán está afectando todas las actividades de sus habitantes. Con un número de víctimas humanas que crece día con día, la capital sinaloense no ve un fin cercano al estallido criminal que la mantiene presa.

Dentro de las repercusiones, la actividad industrial, del mismo modo que casi cualquier otra actividad económica de la ciudad, se ha visto interrumpida y disminuida a raíz de los eventos en curso, con empresas que registran pérdidas superiores al millón de pesos al día.

Afectada por el peligro que representa la movilidad del personal a sus centros de trabajo, del cese de operaciones de proveedores y retrasos en las cadenas de valor, la industria sinaloense, concentrada en Culiacán, se ha visto en la obligación de crear las condiciones para mantenerse activos.

La industria de alimentos en la capital del estado, por ejemplo, se ha visto en serios problemas a causa de la falta de insumos para la transformación, ante la razonable negativa de los proveedores foráneos de aventurarse en el vaivén de violencia en el que se ha convertido Culiacán y sus inmediaciones desde la última semana.

Sergio Álvarez, director de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Culiacán, comparte a Espejo esta y otras situaciones que afligen al sector.

“Hay problemas con las compañías de transporte por las condiciones de las carreteras, así mismo, en las oficinas están teniendo problemas para conseguir gas, ya que algunas empresas gaseras no están prestando el servicio”, explica.

 

Una de las empresas gaseras más reconocidas y cuyas operaciones han sido intermitentes, es Gaspasa, que suspendió labores en Culiacán todo el día miércoles 11 de septiembre “debido a los problemas de seguridad”, de acuerdo con un comunicado oficial de la compañía.

“Desde luego que se nos incrementan los costos. Hay industrias que están perdiendo más de un millón de pesos al día”, señaló Sergio Álvarez

Añadió que la distribución de producto terminado también se ha visto limitada. Algunas empresas en Culiacán que cuentan con producción destinada a otras latitudes del país han decidido interrumpir su suministro, priorizando la seguridad de las mercancías y trabajadores.

Además de la materia prima e insumos necesarios para la transformación, el otro factor productivo principal, la mano de obra, ha constituido un reto. Los trabajadores de los diferentes sectores no se sienten seguros como para salir de sus hogares. Esto explica el repunte de renuncias temporales y ausentismo por parte de quienes prefieren mantenerse resguardados, aunque esto los deje en una situación de vulnerabilidad económica. El número asciende a más de 2 mil renuncias en todos los sectores y actividades, de acuerdo con el presidente de la ULCC, Óscar Sánchez.

Martha Reyes, presidenta de la Confederación Patronal de México (Coparmex) en Sinaloa, comenta sobre las medidas que se han tomado para crear las condiciones idóneas para que los colaboradores puedan acudir a su trabajo.

La dirigente explica que varias empresas han comenzado por cambiar sus horarios. Desde las 6 de la mañana, se está al pendiente de las incidencias que han ocurrido en la ciudad, para poder realizar un diagnóstico de la seguridad de salir a trabajar. Por ejemplo, en lugar de empezar las jornadas a las seis y media, estas comienzan a las siete y media, para salir todos a las cuatro de vuelta a sus hogares.

Sobre la actitud de los empleadores para con su personal, Reyes comenta:

Trabajamos en no dejarlos caer, somos despiadadamente compasivos con ellos. Y cuando hablo de despiadadamente compasivos, es que buscamos mitigar la violencia, la psicosis que viven, trayéndolos a sus centros de trabajo. Porque tenemos dos beneficios, nosotros como empresarios y ellos que llevan sustento a sus familias. Siempre es una responsabilidad como empresarios cuando les pedimos que vengan y ellos responsable y comprometidamente vienen. Es nuestra responsabilidad regresarlos a sus casas con bien.

Cuando un colaborador viene, nosotros nos sentimos responsables con sus familias de regresarlos bien a casa

 

La también empresaria reconoce que, aunque las reestructuraciones de horario y otras medidas entorpecen la rentabilidad de las operaciones, la prioridad es buscar formas de aminorar este impacto.

Sergio Álvarez percibe una deficiencia en la estrategia estatal para combatir el estallido de violencia en curso en Culiacán. Además, señala que el posicionamiento gubernamental para con el sector privado, en respuesta a esta situación, ha sido poco efectivo, al no atenderse las necesidades de las diferentes unidades económicas proporcionalmente. Toma como ejemplo la reunión convocada por la Secretaría de Economía el día jueves 12 de septiembre, la cual contó con la presencia de las diferentes cámaras empresariales y uniones laborales. El presidente de la Canacintra en Culiacán dice al respecto:

Se hablaron de cincuenta mil cosas, la secretaría invitó prácticamente a todos los que tienen que ver con actividades económicas aquí en el municipio y algunos del estado. Sin embargo, son muy diversas. Desde el comerciante informal, que ahí estaba presente y que ellos con un apoyo de 2 mil o 5 mil pesos van a tener. Pero hay industrias que están perdiendo más de un millón de pesos al día. Ante esta disparidad, desde luego que no están en la misma situación y no debería discutirse la misma dinámica. Se necesitan espacios especializados para atender las diferentes problemáticas“.

 

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