Culiacán, Sin.- “Las personas con movilidad reducida son aquellas que tienen dificultades al momento de moverse, esto puede ser por razones físicas, sensoriales, psíquicas o también por motivos lejanos a alguna discapacidad como puede ser el embarazo, algunos huesos rotos o si son personas adultas mayores”, menciona Mapasin en su reciente publicación, esto en relación a la importancia de reflexionar sobre el tema para crear conciencia y garantizarles espacios cómodos y seguros.

Recuerda que el término de “Persona con Movilidad Reducida (PMR)” es muy utilizado en temas de accesibilidad universal, y con ello se busca conformar espacios aptos para todas las personas en donde puedan desplazarse cómodamente.

¿Cual es la diferencia de una persona con movilidad reducida a una persona con discapacidad?

 

Para entender esta diferencia, Mapasin explica que todas las personas con discapacidad pueden tener movilidad reducida, pero no todas las personas con movilidad reducida tienen una discapacidad, ya que algunas limitaciones son temporales o derivadas de situaciones específicas como la edad o el embarazo.

“Es muy importante diferenciar entre estos dos tipos de conceptos. Las discapacidades pueden ser tanto motrices, auditivas, sensoriales, intelectuales, entre otras, las cuales en su mayoría no tiene por qué relacionarse con la dificultad de movimiento”, menciona.

 

Y agrega: “La diferencia entre una persona con discapacidad y una persona con movilidad reducida radica en la naturaleza y alcance de las limitaciones que enfrentan”.

La persona con discapacidad es cualquiera que tiene una limitación física, sensorial, intelectual o mental a largo plazo que afecta significativamente su capacidad para interactuar con el entorno y realizar actividades cotidianas, refiere la iniciativa ciudadana en su publicación.

“Las discapacidades pueden ser permanentes o temporales, y van desde dificultades motoras hasta discapacidades visuales, auditivas o cognitivas. Ejemplos incluyen personas que utilizan sillas de ruedas, personas con sordera o ceguera, o personas con trastornos del espectro autista”, agrega.

 

“La persona con movilidad reducida es cualquier individuo que, debido a alguna condición temporal o permanente, tienen dificultades para moverse de manera fluida o rápida. Esto incluye no solo a personas con discapacidades físicas (como aquellas que usan sillas de ruedas o muletas), sino también a personas adultas mayores, embarazadas o con alguna lesión temporal que afecta su capacidad para caminar. La movilidad reducida puede ser transitoria, como en el caso de una persona que se está recuperando de una operación”, amplia en su explicación el artículo de Mapasin.

“Una persona con discapacidad puede ser una PMR, pero una PMR no necesariamente es una persona con discapacidad”.

Los tipos de personas con movilidad reducida:

Personas en silla de ruedas, con grandes complicaciones para desplazarse por aceras y/o escalones.

Personas con dificultades de tipo sensorial como la visión, audición o el habla.

Personas con baja movilidad funcional, las cuales cuentan con alguna amputación o artritis en algún miembro de su cuerpo.

Mujeres embarazadas.

Personas con alguna fractura en alguna extremidad y que deben desplazarse con muletas.

Personas adultas mayores.

Personas que se encargan de la movilidad de cuidado, que se desplazan con carros de bebés o acompañando a otras personas.

Problemas de movilidad en las ciudades

 

“Día con día, todos nos encontramos con dificultades al momento de realizar nuestros desplazamientos, en la mayoría de los casos las personas se adaptan a estos entornos, los cuales no se encuentran en las mejores condiciones, banquetas en mal estado, con grandes desniveles y con escalones enormes son el claro ejemplo de la barrera de desplazamiento accesible para todos”.

 

Mapasin refiere que dentro del transporte público es más complicada la movilidad para estas personas, pues muchas unidades no cuentan con el espacio asignado para que una PMR o una persona con discapacidad logre abordarla, la cual minimiza más la opción de transporte para las personas.

¿Cómo lograr una ciudad cómoda para todos?

 

El artículo subraya que es de vital importancia diseñar espacios que se amolden a las necesidades de todos los usuarios de la calle, tanto el espacio público como las opciones de transporte que la ciudad nos brinda. “Espacios públicos como banquetas, calles, plazas y centros de trabajo deben estar diseñados para garantizar la accesibilidad de todos. Esto se logra con la construcción de rampas, pasamanos y cruces seguros a nivel de banqueta”.

Mientras que en el sector transporte es necesario contar con vehículos adaptados para este tipo de usuarios, que cuenten con plataformas elevadoras y un sistema de anclaje para sillas de ruedas.

“Las leyes y normativas que promuevan la accesibilidad universal son fundamentales para garantizar los derechos de las personas. Estos acuerdos deben aplicarse desde la construcción de áreas comunes, hasta la prestación de servicios como el transporte público. Trabajar en la sensibilización de la sociedad y los responsables políticos sobre las necesidades y derechos de las PMR y las personas con discapacidad es un gran reto”.

 

Incluso recuerdan que en 2011 nace en México la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, en donde se busca formular las “medidas pertinentes asegurando el acceso de las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones al entorno físico, el transporte, la información y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información, accesos servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público, tanto en zonas urbanas como rurales”.

La publicación menciona que la movilidad reducida y la discapacidad abarcan una amplia variedad de situaciones y necesidades, por lo que es fundamental comprender y abordar las diferentes formas en que puede manifestarse.

La inclusión y accesibilidad son derechos fundamentales que deben garantizarse para todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas, sensoriales o cognitivas, insisten.

“Desarrollar una movilidad inclusiva y segura enriquece a toda la sociedad al fomentar la igualdad de oportunidades, la participación ciudadana. Es muy importante entender que la movilidad de las personas puede manifestarse de diferentes formas en las ciudades, no todos contamos con la misma facilidad de desplazamiento que los demás. Es primordial adaptar los espacios, servicios y áreas comunes para garantizar la accesibilidad e inclusión de todas las personas”.

 

Más información sobre Movilidad:

 

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Esta es una publicación de Mapasin, con autoría de Anel Mejía. Aquí puedes la publicación original.