Culiacán, Sinaloa.- La economista Cristina Isabel Ibarra, presidenta del Colegio de Economistas de Sinaloa, ha alertado sobre el severo impacto que el paro técnico, derivado de la creciente inseguridad, está generando en las microempresas y el empleo en el estado.

Según datos del Directorio Nacional de Unidades Económicas (DNUE) del INEGI, Sinaloa cuenta con 111,872 establecimientos, de los cuales el 38% están en Culiacán, siendo este municipio el más afectado.

Ibarra señala que la inseguridad ha obligado a muchas microempresas, especialmente en Culiacán, a reducir sus horarios de apertura y, en algunos casos, el número de empleados en un día. Esto ha resultado en una disminución del 20% en los horarios laborales, afectando tanto los ingresos de las empresas como el salario de los empleados.

 

La reducción de la demanda de bienes y servicios ha generado una subocupación temporal, y si la situación no mejora, se estima que hasta el 30% de los 270 mil empleos formales en el municipio están en riesgo, principalmente en el sector de servicios.

Microempresas, las más afectadas

 

Las microempresas, que representan el 90% de los establecimientos en Sinaloa, son las más vulnerables ante esta crisis. Además del comercio y los servicios, el sector de la construcción también ha tenido que recortar horarios laborales, afectando gravemente tanto a empleados como a empresarios.

Y aunque el impacto de la inseguridad ha sido más notable en Culiacán, su efecto multiplicador se extiende a otros municipios como Elota, Concordia y San Ignacio. Estos municipios, al igual que Eldorado y Navolato, que dependen en gran medida de la demanda de Culiacán, están experimentando trastornos en sectores como el transporte, el comercio y el turismo, detalló Cristina Ibarra.

Proporción de establecimientos que murieron y sobrevivieron según su condición de formalidad e informalidad en 2018, por tamaño y sector de actividad económica de los establecimientos / INEGI-Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) 2023.

Comparación con la pandemia

 

Ibarra también comparó esta situación con las pérdidas económicas que provocó la pandemia, destacando que la crisis actual podría tener efectos devastadores similares si no se toman medidas urgentes. Según el INEGI, tras la pandemia, la supervivencia de las microempresas formales fue del 70.59%, apenas superior al 69.5% de las informales. Sin embargo, la economista advierte que, si no se colabora para mantener los empleos y apoyar a las microempresas, esta cifra podría empeorar.

“Este porcentaje de muertes de empresas, casi 3 de cada 10, podría reducirse si se trabaja de manera conjunta, especialmente con las empresas formales para mantener los empleos y reducir las pérdidas”.

 

Acciones urgentes para frenar la crisis

 

La economista subraya la necesidad de implementar medidas específicas para contener el impacto en los municipios más afectados y evitar una crisis aún mayor. En su opinión, la supervivencia de las microempresas es crucial para el mantenimiento de la economía local y la protección de los empleos en Sinaloa.

“Aunque las afectaciones son mayores en el municipio de Culiacán, el efecto multiplicador, así como la reducción de viajes, y la extensión de actos violentos a otras partes del estado urgen atención, ya que, si se mantiene la actividad económica de las empresas en Culiacán, esto contendrá una crisis aún mayor”, sugirió la especialista.

 

Pero será necesario implementar, dijo, acciones específicas en los municipios de Elota, Concordia y San Ignacio, donde ya se están llevando a cabo al apoyar a las familias, pero se debe buscar también la supervivencia de las empresas que generan empleos, añadió.

Esta situación exige una respuesta coordinada entre las autoridades y el sector privado para mitigar los efectos negativos de la inseguridad y preservar la estabilidad económica del estado.

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