Más de cien músicos hicieron retumbar el centro de Culiacán, en evento benéfico llamado “Jalemos con la banda“, en el que se recaudaron fondos para miembros de las bandas y meseros que se han visto afectados en su labor desde el inicio de la ola de violencia en Sinaloa.
En este marco de circunstancias es que Iván Cuevas, vocalista en la banda La Tambora, platicó sobre cómo ha vivido esta crisis de seguridad desde su profesión.
“No ha habido eventos, los eventos que ya estaban fechados se vinieron abajo o se pospusieron. Optamos por salir a semáforos, a buscar el pan de cada día”
En poco más de dos semanas se cumplirán 3 meses de narcoguerra en Sinaloa. Desde el 9 de septiembre, una jornada violenta ha sumido a la población de Culiacán y comunidades aledañas en un estado de miedo generalizado.
Este miedo, producto de los enfrentamientos, asesinatos y desapariciones, han generado un cambio brusco a la cotidianidad de la localidad. Ha sido la razón de la cancelación de eventos de organización tanto pública como privada. Eventos de gran magnitud, como la Feria Ganadera, se han cancelado o pospuesto hasta el próximo año. Lo mismo ha pasado con los clientes particulares de las bandas, que se abstienen de realizar festejos por la situación de seguridad.
Esto ha dejado a numerosos músicos sin trabajo, motivo por el que en las últimas semanas ha sido común verlos tocar en semáforos y cruceros, solicitando la ayuda de las personas.
Iván, vocalista, padre de familia con su esposa y dos hijas que le esperan en casa, comenta:
“En la casa no vamos a hacer nada, así que tuvimos que salir a las calles a buscar el apoyo de la gente. Y, gracias a Dios, la gente se ha portado muy bonito con nosotros. Pasa, nos da palabras de aliento, nos ayudan con lo que pueden y se los agradecemos de corazón”
Asegura que su familia es el motivo por el que, pese a un panorama adverso, él y otros colegas músicos siguen buscando salir adelante.
“Andamos echándole ganas por ellas”, dice.
Los músicos se paran en esquinas, cruceros y plazas. Tocan piezas de música de viento y extienden sus manos con gorras, instrumentos y bolsas para un apoyo porque ahora mismo no hay quién los contrate.
Activistas y empresarios como Miguel Taniyama lanzaron la iniciativa ciudadana “Jalemos con la banda”, con un un aguachile gigante frente a la Catedral de Culiacán.
Taniyama, junto con alumnos de la Facultad de Ciencias Gastronómicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), prepararon el platillo para venderlo a quienes se acercaban a la fiesta que se hacía en la calle Álvaro Obregón. Tomaron el Primer Cuadro de la Ciudad.
Iván y su familia pudieron tener nuevamente un ingreso para llevar a casa, aunque este será momentáneo. La violencia no para y no hay razón de cuándo podrá pasar.
Los músicos, sin embargo, seguirán entonando el clarinete, la tuba, el trombón, las trompetas y la tambora en Culiacán. El show debe continuar.
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