La Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) llamó a atender las consecuencias nocivas que la ola de violencia en Sinaloa sigue provocando al sector comercial. La incapacidad del estado para poder garantizar la seguridad de transportistas y mercancías ha propiciado la interrupción de las cadenas de suministros, y podría llevar a una situación de desabasto en ciertos productos.

La actividad comercial en Sinaloa, particularmente en Culiacán, se ha visto interrumpida y disminuida en todas las magnitudes, de acuerdo con la percepción de los propios comerciantes. El temor a ser objeto de alguno de los delitos que han venido experimentando un repunte, como el homicidio, desaparición forzada, despojo de vehículo, entre otro tipo de actos violentos, mantiene a día de hoy a muchas personas bajo resguardo.

A raíz de enfrentamientos desatados cerca de escuelas, muchos padres han optado por dejar de llevar a sus hijos a clases presenciales, por ejemplo. Igualmente, algunas empresas han optado por el teletrabajo, tal como sucedió durante la pandemia de coronoavirus en 2020. La recepción de turistas y visitantes foráneos se ha reducido, y decenas de eventos han sido cancelados.

Esta caída en la afluencia de clientes provoca bajas ventas, en un cada vez más hundido sector comercial de Culiacán, que más allá de apoyos emergentes esporádicos con valor de 5 mil pesos, reportan sentirse abandonados por la autoridad.

El desabasto amenaza al comercio en Sinaloa, señala la Anpec

 

Desde las primeras semanas de la ola de violencia, iniciada el 9 de septiembre, diversos representantes empresariales como Sergio Álvarez, presidente de la Cámara de la Industria de la Transformación en Sinaloa, advertían sobre los problemas para las cadenas de valor que ocasionaba la ausencia de seguridad en los tramos carreteros a cruzar para llegar a Culiacán.

Con este respecto, la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes emite un comunicado en el que expone los efectos de esta problemática para con los microempresarios. Además, resalta la urgencia de intensificar esfuerzos para garantizar de vuelta la seguridad de los traslados de mercancías, antes de que la situación de desabasto se concrete y desemboque en una crisis peor. En este sentido, es que advierten de forma “oportuna”.

La inseguridad y la violencia pueden generar desabasto, lo advertimos oportunamente, por lo que solicitamos con urgencia que se fortalezcan las medidas de seguridad en las carreteras, centros urbanos y comunidades rurales para garantizar el libre tránsito de mercancías y la integridad de quienes participan en las cadenas de suministro”, exige Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC, en una carta dirigida a la opinión pública y las autoridades del estado de Sinaloa.

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