La inversión de más recursos públicos en seguridad pública tendría que ser la prioridad a resolver por el gobernador Rubén Rocha Moya y la 65 Legislatura del Congreso del Estado como evidencia de la mayor voluntad posible para hacerle frente, hoy y con visión de largo plazo, al fenómeno de violencia recurrente que afecta a los sinaloenses y propicia inestabilidad política, económica y social.

En este tenor el Consejo Estatal de Seguridad Pública encabeza la propuesta de que en la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos que analizan las diputadas y los diputados locales sean establecidos recursos públicos suficientes para lograr la tranquilidad y orden, al no ser respaldada tal expectativa en el proyecto de gasto para 2025 que considera sólo el aumento del 13.62 por ciento.

El coordinador ciudadano del CESP, Miguel Calderón Quevedo, considera que el récord que registra Sinaloa en desapariciones forzadas y el hecho de que el 60 por ciento de los homicidios dolosos de 2024 han ocurrido de septiembre a la fecha demuestran que “las capacidades estatales quedaron rebasadas, entonces hay que empezar a desarrollar un verdadero sistema de seguridad y justicia del estado; no lo tenemos. Ocupamos el doble de Ministerios Públicos, el doble de peritos, el doble de policías de investigación”.

En realidad ni sería necesario que las organizaciones ciudadanas estén poniendo el dedo en la llaga para que los poderes Ejecutivo y Legislativo accionen respuestas del tamaño de la crisis de seguridad pública, sin embargo, nada garantiza que sean sensibles a las condiciones en que están los ciudadanos y sectores por la guerra que libran grupos criminales al interior del Cártel de Sinaloa.

Las coyunturas complejas determinan de qué material están hechos los gobernantes y representantes populares al definir si palpan y atienden el sentir social, o bien deciden en función de intereses personales o de camarillas. Sinaloa no tiene por qué contar hoy con diferentes bandos, visiones y criterios; al contrario, deben unificarse en esfuerzos y capacidades para saltar esta ola de barbarie que arrastra todo y a todos.

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