Culiacán, Sinaloa.- El presupuesto que Sinaloa dedica para combatir el Cambio Climático y sus efectos ambientales, sociales y económicos debe empezar a atender la crisis hídrica mediante acciones de infraestructura verde y la restauración de ecosistemas; además, se requiere que este se refleje de manera transversal en el trabajo de las distintas secretarías de estado.

Consultadas por Espejo, ambientalistas sinaloenses compartieron sus reflexiones en torno a la propuesta de presupuesto del Gobierno de Sinaloa para el cambio climático en el 2025.

Con 158 millones 304 mil 987 pesos, un 29 por ciento más recursos respecto al presupuesto 2024, las Asignaciones para Combatir el Cambio Climático que propone la administración de Rubén Rocha Moya para el cuarto año de su administración, se enfocan en 66% (más de 100 millones de pesos) en labores de alcantarillado y saneamiento de agua, la llamada infraestructura gris.

En segundo término, el 27 por ciento del total (unos 43.3 millones de pesos) irían a programas de impulso, fomento e innovación de proyectos y trámites que no dejan en claro cómo serían gastados los recursos.

Un 7 por ciento (poco menos de 11 millones de pesos) se repartirían en programas de protección forestal y de gestión energética sustentable.

Al mismo tiempo, la propuesta deja por fuera acciones de infraestructura verde que ayudarían a restaurar los ecosistemas y recuperar su capacidad de brindar a los sinaloenses sus servicios ambientales, entre ellos la producción de agua que actualmente tanto hace falta a la entidad.

“Si vemos la cifra total es una cifra importante para los temas ambientales, pero si vas un poquito más a fondo ves que casi el 70 por ciento es para mejoramiento de los servicios públicos y realmente en temas de gestión en materia ambiental el presupuesto se ve reducido”, señaló Isabel Mendoza, directora de la organización civil Sucede y es secretaria de Desarrollo Sustentable en Sinaloa.

 

El presupuesto para cambio climático va dedicado a la infraestructura gris e ignora la necesidad de impulsar la infraestructura verde, dijo Mendoza.

“Es urgente que hagamos una conversión y que ese 70% que se le mete a la infraestructura gris, hacer un análisis de si realmente lo que urge en este momento es esa inversión, y empezar a invertir de manera integral y con tiros muy precisos en esos polígonos en los que la urgencia de restauración es altísima”, explicó.

 

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la infraestructura gris se refiere a las obras y estructuras construidas con materiales tradicionales como concreto, acero y asfalto, diseñadas para satisfacer necesidades humanas específicas como transporte, drenaje o generación de energía. Ejemplos de esta infraestructura son carreteras, presas y sistemas de alcantarillado.

Aunque ha sido fundamental para el desarrollo económico, su construcción y mantenimiento suelen implicar impactos negativos en el medio ambiente, como la alteración de ecosistemas y la generación de emisiones de carbono.

Por otro lado, la infraestructura verde sería aquella que aprovecha los procesos naturales y los ecosistemas para ofrecer soluciones sostenibles a problemas como el manejo del agua, la calidad del aire y la regulación del clima. Ejemplos incluyen humedales para el tratamiento de aguas residuales, techos verdes y corredores biológicos urbanos.

Según el PNUMA, el impulso a la infraestructura verde es clave para la adaptación al cambio climático y la conservación de la biodiversidad.

En el ámbito estatal, a inicios de junio de este año la Coordinación General para el Fomento a la Investigación Científica y la Innovación del Estado de Sinaloa (CONFÍE) creó un Consejo Científico Ciudadano del Agua, organismo que reúne a más de 20 expertos en el tema del agua y cuya tarea sería el proponer soluciones concretas a la sequía desde el ámbito científico y buscar que estas se traduzcan en acciones gubernamentales en el corto plazo.

A pesar de que la Infraestructura Verde es la más nutrida de las comisiones del Consejo, incluyendo a científicos como Sandra Guido, Xicoténcatl Vega Picos, Sergio Antonio Álvarez Torres, Cruz Elisa Torrecillas, Luis alberto Bojórquez, Marco Antonio Moreno y Gilberto Ceceña, está relevancia no se vio reflejada en la propuesta de presupuesto para Sinaloa.

comisiones del consejo cientifico ciudadano del agua CONFIE

Desde la sociedad civil, en mayo del 2024 la activista Sandra Guido, dio a conocer la Agenda Hídrica Integral de Conselva, Costas y Comunidades, una agenda enfocada en cuidar y restaurar las zonas en donde el agua se produce, que no es otra que las cuencas de ríos y cuerpos de agua.

“Debemos identificar con estudios técnicos los sitios donde se capta más agua, especialmente en las microcuencas que rodean las presas. Todo esto está modelado y nosotros ya le podemos decir al Gobierno del Estado donde se está produciendo el agua y que es ahí donde se debe proteger”, explicó Guido sobre esta agenda.

 

La urgencia crece, señaló Isabel Mendoza, al saber que los pronósticos científicos del clima al año 2050 señalan que el problema de la sequía se mantendrá y seguirá empeorando.

Esto, añadió, afecta no solo a la agricultura industrial, una de los sectores económicos más relevantes para Sinaloa; sino que sus efectos también se pueden ver en el sector agrícola de temporal, con una temporada perdida para los campesinos sinaloenses; e incluso en la pesca ribereña, donde el pescador ya no está teniendo la cantidad y la calidad del producto de otras épocas.

“El tema de la restauración de los ecosistemas, tanto oceánicos como los ecosistemas de cuenca, son primordiales. Esto es una visión ya inmediata de la realidad que estamos teniendo, es urgente”, comentó.

Sin embargo, a pesar de conocer la problemática y soluciones, las declaraciones de funcionarios estatales se han limitado a señalar que ellos no pueden controlar el clima o los procesos naturales.

“Los pescadores de camarón andan con un ánimo cabizbajo pero esperamos que repunte, pues nosotros como gobierno no controlamos la reproducción del camarón”, dijo recientemente la secretaría de Pesca Flor Emilia Guerra respecto a la temporada pérdida de camarón en Sinaloa.

Al ser consultado sobre la temporada pérdida, pero de los campesinos que siembran cultivos de temporal, Rubén Rocha Moya declaró que existen apoyos, pero que gobierno no puede hacer que llueva. “No hay limitaciones por apoyo. Las limitaciones han sido por agua, pero esas no dependen de nosotros, declaró.

En contraparte, Isabel Mendoza recuerda que existen modelos de intervención probados que, más allá del bombardeo de nubes (al que se le dedicaron 14 millones de pesos este año, más que el presupuesto total a protección forestal y de gestión energética sustentable), aprovechan los procesos naturales de los ecosistemas para restaurar y generar agua.

Las comunidades indígenas del sur del país, por ejemplo, cuentan con un sistema de organización que les permite cuidar sus fuentes de agua a través de diversos procesos y acciones que se engloban bajo el término de “sembrado de agua”. Estas pueden incluir acciones de reforestación, limpieza o mantenimiento de canales y otras que, cada año, las familias pertenecientes a las comunidades realizan en base a una cuota de jornales.

Si las comunidades indígenas protegen sus territorios, dijo a este respecto la socióloga y activista Maya K’iche’, Gladys Tzul Tzul, es porque cada año dedican mucho trabajo a conservar su equilibrio, que también les permite sostener sus modos de vida y sustento.

En el contexto sinaloense, Isabel Mendoza señala que: “Si no tomamos medidas urgentes, empezando por un tema de visión presupuestal, estaremos lanzando tiros al aire… Estos retos tan grandes que tenemos con voluntad no se van a solucionar, necesitamos presupuestos para empezar a adaptarnos, un presupuesto de hoy puede definir el futuro de nuestros ecosistemas”.

Otros puntos a considerar en el presupuesto climático según Isabel Mendoza: 

  • “Estamos viendo que ahora no le estamos apostando a las áreas naturales protegidas de carácter estatal”.
  • “El tema de incendios forestales es un tema que nos ayuda a preservar nuestras cuencas, los reservorios de agua, y ahí no aumenta el presupuesto”.
  • “No vemos ninguna intención de meterle al tema de residuos sólidos urbanos”.
  • “El tema de la calidad del aire, es una responsabilidad del Estado estar midiendo la calidad de aire para para los sinaloenses. Solo las mediciones de la calidad del aire oficiales, te van a dar esos indicadores para poder tomar decisiones”.

Un presupuesto transversal

Otro punto relevante en la conformación del presupuesto, añadió la activista Alba Peña, es la necesidad de que este tenga un carácter transversal. Esto es que las acciones y programas de todas las secretarías y organismos del Gobierno de Sinaloa se vean atravesadas por consideraciones que tomen en cuenta al cambio climático y sus efectos.

“Hace falta un presupuesto con perspectiva de cambio climático”, comentó a Espejo la organizadora de la primera Cumbre Climática Infantil del mundo en Sinaloa.

“Que recursos y programas de distintas áreas puedan tener la perspectiva del cambio climático. Todos estos programas tienen la oportunidad de tener múltiples beneficios que además contribuyan al mismo tiempo a mitigar los efectos del cambio climático en Sinaloa”, recomendó.

Más sobre Cambio Climático: