Culiacán, Sinaloa.- El Gobierno de Sinaloa señala que no cuentan con las condiciones para acudir a apagar el incendio forestal que actualmente se encuentra activo en las inmediaciones de la presa Sanalona, en el municipio de Culiacán.

Reportado desde la noche del pasado viernes como ‘luces en el cielo’, el incendio afecta ya una superficie de cuatro kilómetros cuadrados de una de las pocas áreas de bosques de encino del municipio.

Sin embargo, al presentarse en una zona de laderas de montaña con pendientes muy pronunciadas, la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable (SEBIDES) argumenta que no existen las condiciones para que el personal de las brigadas forestales entre a apagarlo.

“Como están las pendientes muy pronunciadas no hay condiciones para que entren a apagar el fuego. Entonces se va a apagar en lo que son las laderas de las carreteras. Así es como se apagan estos incendios forestales cuando no hay condiciones por las pendientes que son tan profundas que no se puede meter personal”, explicó la secretaria de SEBIDES María Inés Pérez Corral.

 

Por su parte, el gobernador Rubén Rocha Moya, asegura que ni el Gobierno del Estado ni el Ejército cuentan con helicópteros que puedan ayudar a controlar y apagar este siniestro.

“El ejército y nosotros no tenemos helicóptero como para ir… en ocasiones buscamos la manera de rentar”, declaró.

A pesar de esto, la titular de la SEBIDES aseguró que el incendio se encuentra controlado y que no se expandirá más.

Por su parte, el gobernador Rocha Moya señaló que una muy posible causa de este siniestro es la sequía que afecta a Sinaloa también en temas como acceso al agua y productividad de los sectores pesquero, agrícola y ganadero.

“La sequía (es la causa) número uno…  Por la resequedad que hay, con cualquier cosa, casi no necesitan nada, sino solos prenden”, dijo el gobernador.

Cabe destacar que durante los últimos dos años, mismos en que la sequía ha afectado a la entidad, los incendios forestales han se han disparado en Sinaloa.

En un análisis de las hectáreas afectadas se comprobó que durante los últimos dos años la superficie afectada se ha disparado de manera alarmante. Del total de 224 mil 034 hectáreas afectadas por incendios forestales en Sinaloa de 1970 a la fecha, una tercera parte (31 por ciento) han sido durante el 2023 y 2024.

El mismo Programa de Ordenamiento Territorial y Urbano de Sinaloa reconoce que en el 2023 se tuvo la cifra más alta de la que se tiene registro y relaciona este fenómeno directamente con los niveles de sequía que se han venido agudizando también durante los últimos años.

 “En sequía extrema están Ahome, Angostura, Guasave, Mocorito, Salvador Alvarado, Badiraguato, Elota y Mazatlán con impacto en pérdida en cultivos y pastos y el riesgo de incendios forestales en extremo”, señala.

¿Y el helicóptero en La Primavera?

A mediados del pasado mes de enero diversos videos ciudadanos alertaban sobre un helicóptero que se encontraba extrayendo agua del dique de La Primavera, al sur de Culiacán. Al consultar con Protección Civil Sinaloa, este indicó a Línea Directa Portal que se trataba de prácticas realizadas por la Fuerza Aérea desde la Base Número 10, posiblemente como preparación para la temporada de incendios forestales.

Sin embargo, estos no fueron considerados por el gobernador como un posible apoyo para apagar el actual incendio en las inmediaciones de la Presa Sanalona.

 

 

Incendio en laderas supone riesgo de deslave

A pesar de que, de momento, el incendio no pone en riesgo a la población, por sus características este puede generar afectaciones incluso meses después de ocurrido, durante la próxima temporada de lluvias.

Esto debido a que, al ocurrir en las laderas de los cerros, una vez apagados estas zonas “se convierten en superficies descubiertas, desecadas y desprotegidas de las primeras lluvias de la temporada,  desencadenando flujos de escombros… que fluyen a altas velocidades pendiente abajo”, indica el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).

Las razones de esto es que, al quemar todo a su paso, un incendio seca y enfría el suelo, además de dejar una capa de material orgánico hidrofóbica o impermeable que disminuye la tasa de infiltración de agua en el terreno y, al mismo tiempo, incrementa el potencial de escorrentía.

La falta de raíces vivas que sostengan el suelo también es un factor que incrementa el riesgo de deslave.

¿Cómo se atiende un incendio forestal?

La Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) señala la manera en que se deben atender los incendios forestales en distintas etapas. Estas son:

  1. Detección y notificación: Mediante reporte ciudadano al 01 800 INCENDIO o al 911, a partir de las brigadas de vigilancia de los tres órdenes de gobierno, con el sistema satelital de identificación de puntos de calor o Mediante el Sistema de Alerta Temprana a través del Sistema de Predicción de Peligro para Incendios Forestales.
  2. Despliegue: Una vez identificado el incendio, los Centros Estatales identifican las brigadas, carros motobomba, y en caso de requerirse, el equipo aéreo más cercano, para que atiendan el ataque inicial.
  3. Diagnóstico: Una vez que la brigada se movilizó al incendio, el siguiente paso es generar un diagnóstico de las dimensiones y características del siniestro para generar una estrategia de combate. Esta estrategia es  diseñada por las autoridades estatales o por la Comisión Nacional Forestal, basada en las características del incendio, así como los recursos humanos y tecnológicos disponibles en la zona.
  4. Combate: Los jefes de brigada valoran topografía, viento y tipo de vegetación e identifican amenazas a la población civil, infraestructura de alto valor y áreas naturales protegidas con importante valor bilógico. Dependiendo de la valoración determinan la solicitud de más brigadas y equipo necesario y si se sobrepasa la capacidad del municipio, estado o federación, se solicita el apoyo de la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Secretaria de Marina (SEMAR).
  5. Sistema de Comando de Incidentes: Cuando todo lo anterior no es suficiente  se activa el Sistema de Comando de Incidentes para establecer un equipo de manejo integrado con personal técnico de mayor experiencia de las distintas dependencias bajo un esquema de Mando Unificado. En este esquema pueden sumarse brigadas y equipos especializados de otros estados y de entidades como CONAFOR, CONANP, SEDENA, SEMAR y Protección Civil federal.

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