Nacido en 1973, en Bogotá, Colombia, César López se autodefine como un artista que ha dedicado en las dos décadas recientes todo su amor y esfuerzo en la construcción de una cultura de paz en Colombia y en distintas partes del mundo.

César es el creador de la escopetarra, un instrumento musical que tiene su origen en un fusil AK 47 que fue transformado para dejar de ser una herramienta generadora de muerte y dolor, y convertirlo en una variante de guitarra eléctrica para crear música y llevar un mensaje de paz al mundo.

“Creo profundamente en el papel de las artes como el eje transversal del ser humano y comunidad para detener la violencia y la guerra”, reflexiona.

Una semilla sembrada en un país azotado por la violencia

La música es un hecho político y es imposible que un artista pretenda desarrollar un proyecto ignorando la realidad del país, asegura.

“Cuando lo entendí supe que había que vincular cualquier ejercicio, obra, plática, concierto, con la intención de transformar la realidad violenta que ha tenido Colombia en los últimos años, últimas seis décadas”, comenta.

El activista y músico, quien en su brazo izquierdo lleva tatuado el contorno de su país y en el derecho la frase “Hasta la vida y siempre”, recuerda que la violencia tocó a la puerta de su familia en 1979, cuando él era un niño de 6 años, y años después ingresó al conservatorio con la pregunta pendiente de por qué él, que tocaba el piano y la guitarra, no podía transformar y sanar las heridas propias de su familia.

“Ahí se empieza a gestar lo que hoy se convirtió ya en un ejercicio global donde más bien, en una actitud de ofrenda, yo entiendo que mi tránsito por esta experiencia humana tiene que ver con lo que pueda hacer para las siguientes generaciones, por supuesto, estamos en un planeta, en un sistema que han llevado la música y las artes al exclusivo entretenimiento y recobrar para las artes el valor como lo tuvieron al inicio de la civilización de ser quien anticipa quién es oráculo, quién es sanador, quién es memoria, quién es vasija que contiene muchas emociones, es una tarea que nos hemos propuesto, no solo yo, yo creo que muchos artistas estamos en esa lógica”, dice.

Estadios, pantallas, luces… y hambre

Fue entre los 12 y 14 años cuando César empezó a tocar rock and roll, recuerda. A los 20 años formó parte de una banda de rock pop que se llamó Poligamia, la cual ganó cierto nivel de notoriedad en Colombia.

“Rápidamente entendí que de nada te sirve que a ti te esté yendo bien si al resto de tu sociedad y comunidad le está yendo mal, de qué servía estar en un estadio con gente, pantallas y luces si a pocas cuadras la gente está tirada en el piso aguantando hambre. Yo creo que entender eso supone también el ejercicio de dominar el ego, de decir, ‘hay un bien superior y el bien superior es lo colectivo, no el individuo’”, apunta.

Esa semilla que fue sembrada años atrás empezó a germinar a partir de 1994, tras la muerte de su padre, comparte, porque a raíz de ese suceso es que decidió salir a ofrecer todo el potencial que tenía como artista en ese momento para sanar las heridas de pequeños colectivos.

“Ahí se va germinando esta semilla que ya había sido sembrada desde hace algún tiempo, con la pregunta del papel de las artes en la vida de la gente”, subraya.

En 2003 vino la creación de la escopetarra y desde entonces lleva dos décadas dedicado a entender cómo el arte puede ayudar a contener la violencia y a reflexionar sobre el sentido de la vida y cuál es el papel del sonido en medio de la violencia que todavía se vive en muchas partes del mundo.

César López es hoy un reconocido activista por la paz, llevando con su escopetarra el mensaje a distintos escenarios del mundo de que la sociedad, sea cual sea, puede convivir sin violencia.

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CÉSAR LÓPEZ EN PALABRAS

“Ya llevo dos décadas dedicado a esto de entender cómo el arte puede ayudar a contener las violencias”.

“Entiendo que mi tránsito por esta experiencia humana tiene que ver con lo que pueda hacer para las siguientes generaciones”.

“Con la muerte de mi padre decido salir a ofrecer todo mi potencial en ese momento para sanar las heridas de pequeños colectivos y ahí se va germinando esta semilla”.

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Escucha la escopetarra en vivo

Este 16 de octubre, César López encabezará el concierto Kétche Alheyya, organizado para entablar un diálogo por la paz, la resiliencia y la reconciliación a través de la música.

Asiste y escucha la escopetarra en vivo.