Una poeta que escribe con pinceladas de recuerdos, de sabores y olores que la habitan desde la infancia. Azafrán y canela, sopitas de letras, cerros que duermen y huipiles viajeros, elementos que toman forma en la poesía de la pintora Aliria Morales, quien llegó al momento de su vida en el que los lienzos no le fueron suficientes para plasmar su arte, sino que precisó recrearse entre palabras para reencontrarse con su ser creativo. Y caminó sobre la piel del sueño, “un poemario intimista, de cercanías físicas y de palabras que llevan a un lugar sensorial y visual”, dice la también poeta Aurelia Cortés. “Su poemario tiene mucha relación con su trabajo pictórico, ella hace algo que en la teoría literaria llamamos écfrasis, interpretación textual de una obra de arte visual”, dice el especialista Eliff Lara.
Me pidió unas monedas y luego se fue a la esquina, allí lo esperaban los demás sentados en el suelo; se abrazaron para darse calor. Yo me comía unos tacos, ellos tirados se cubrían del frío. Esa imagen estrujante fue el punto de partida, dice Adrián González, para escribir El gran circo. Una novela que nació de cuentos cortos que terminaron entrelazándose en una historia que se ahonda en las calles de la ciudad. Adrián es arquitecto de profesión y para él la hoja en blanco es equivalente a un plano, inicia con una idea que va tomando su forma propia. Lo que no pierde de vista es que debe contener sólo lo necesario. Eso explica su estilo preciso y económico en la narración. Un autor que tiene la capacidad de escuchar el latir de las calles y el lenguaje de sus protagonistas. “Tres personajes que se mueven en los bajos fondos de la sociedad mexicana. Renato, el principal, hace de todo para sobrevivir. Su trabajo es hacer reír a la gente, aunque su vida es muy dolorosa. El gran circo termina convirtiéndose en una metáfora de nuestra sociedad, llena de máscaras, de contradicciones, de dolor”, dijo Eliff Lara, quien también agradeció en la novela la ausencia de sentimentalismo fácil.
El poemario de Aliria Morales como la novela de Adrián González fueron presentados el miércoles 27, en el Centro de Estudios para Extranjeros (CEPE), UNAM, bajo el sello editorial “las Ochenta”; un proyecto que arrancó justo ese día con ambas publicaciones y que nace con la intención de publicar textos que ronden las 80 páginas; no cortos, no largos, sí llenos de vida. Ambos autores forman parte del Taller de Creación Literaria que por más de 20 años ha impartido el maestro Felipe Garrido, en el CEPE, UNAM. Las Ochenta la conforman Felipe Garrido, Johann Romero, Jazmín Zarco, y quien esto escribe, alumnos, también, del maestro Garrido, y quienes, entre todas las enseñanzas a través de los años, tienen presente que es importante quitar las palabras que sobran.
Auguramos larga vida para las Ochenta y sus autores. Los invitamos a que nos lean. Ambos libros se encuentran en la librería @U–Tópicas, en Coyoacán.
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