Regresé a mi infancia y sin duda cualquiera diría que fuimos crueles y malvados con nuestros perros privándolos de tantas comodidades. Cuando mucho los bañábamos y los pobres titiritaban en busca del sol, pero juro que sí los queríamos, ellos ladraban y eran felices...
María Julia Hidalgo
Regresamos a casa y no comió nada, sólo quiso agua y se fue a la cama. Lo acaricié y apenas me regresó el gesto.
¿En qué especie nos hemos convertido para ser capaces de anular la vida de los otros?
“Tu música es como el mar: compleja, profunda, interminable, da en el corazón de las cosas. Eso es lo que vale y no los ecos profanos”.
En nuestra vida diaria, seres reales nos acompañan con su familiaridad y su amistad, ¿tendríamos que rechazarlos y juzgarlos por un aspecto tan personal e íntimo como su sexualidad?
¡Yo sí te creo!, porque eres mi hija, mi hermana, mi madre, mi abuela, mi maestra, mi barista, mi pastelera, mi costurera, mi peluquera, mi sirvienta, mi vecina, mi comadre, mi ahijada…
Este domingo 6 de junio salgamos a votar con nuestra mejor y mesurada sonrisa.
¿Cuál es la exigencia que hacemos a los paisanos que ya bastante tienen con adentrarse a la cultura del país en el que actualmente viven, como para responsabilizarlos de que preserven el español?
¿Dónde quedó el padre y realmente quién es la madre? Madre social, madre biológica y madre genética.
Debe ser que los aires de primavera siempre traen con ellos montones de mariposas y que éstas te hacen imitar su naturaleza. No puedes parar ni posarte estéril sino desplegar tus alas y con ello regalarnos un destello, aún, de imaginación.
