A la entrevista con el ex candidato a la Presidencia de México, Francisco Labastida Ochoa, que ESPEJO publicó el 15 de enero, donde el político mochiteco le adjudica un posible triunfo electoral a Xóchitl Gálvez pero no como logro de los partidos sino de la acción ciudadana, la dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, Paola Gárate, respondió con tono descalificativo al considerar ironía que hable de desprestigio quien ocupó importantes cargos públicos arropado por este partido.

El PRI está cerrado a aprender de la crítica y las opiniones que llaman a corregir conductas y ambiciones que generan desconfianza en los electores y lo distancian de la intención del voto, como es el caso del actual dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, quien ha sido involucrado en negociaciones soterradas para ponerse políticamente a salvo él y sacrificar a la siglas que encabeza.

 

Labastida Ochoa ha vivido en los tiempos buenos del PRI, al ocupar cargos como las secretarías de Gobernación y Energía, Minas e Industria Paraestatal, Embajador de México en Portugal y gobernador de Sinaloa, y también en momentos devastadores para el tricolor al perder en el año 2000 la elección presidencial. Viejo conocedor de la costumbre del poder público opina que “Xóchitl no va a ganar por el PRI ni por el PAN ni por el PRD, va a ganar por ser una candidata ciudadana, por eso va a ganar”.

Y por hacer esa valoración, Paola Gárate considera que es ironía el hecho de que hable de un desgaste alguien que ha sido gobernador postulado por un partido político y que tuvo un acompañamiento y no solo en una ocasión, sino luego después de que fue la primera ocasión de que no mantuvieron la Presidencia.

“Lo menos que esperamos los priistas que lo apoyamos sin conocerlo y sin tratarlo pues es el respeto y ese apoyo a un PRI que si hay un desprestigio es de quienes ostentaron el poder en nuestro partido en otras ocasiones”.

 

Labastida tiene razón al apostarle a la intervención ciudadana para que lleve a la Presidencia a la candidata de la alianza Fuerza y Corazón por México y en exponer que los partidos que integran esta coalición no están en posibilidad de conseguir el voto popular. El PRI, por su parte, está convocado a salir de la burbuja de autoengaño que lo llevará a otro revés electoral si mantiene la táctica de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el ojo propio.

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