Con la definición de los candidatos a diputados federales que presenta el Partido Acción Nacional dentro de la Alianza Fuerza y Corazón por México se honra la palabra de la aspirante a la Presidencia de la República por dicho bloque opositor, Xóchitl Gálvez, en el sentido de incorporar a la boleta electoral a ciudadanos con presencia y reconocimiento, en vez de políticos anquilosados por trayectorias cuestionadas.

Los sinaloenses contarán con opciones socialmente interesantes como lo son Sergio “Pío” Esquer, un empresario agrícola que ha dirigido la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, por el distrito 5; Juan Alfonso Mejía, ex secretario de Educación y Cultura del Gobierno del Estado y ex director en Sinaloa de la Organización Mexicanos Primero, por el distrito 1, así como Brenda Elisa Látigo, activista que en 2021 aspiró a una candidatura a diputada federal postulada por Movimiento Ciudadano, por el distrito 2.

Prácticamente queda definido el elenco con el que concursará en Sinaloa la coalición de los partidos Revolucionario, Acción Nacional y de la Revolución Democrática en lo que respecta a posiciones en el Congreso de la Unión, ya que anteriormente el PRI registró a Liliana Angélica Cárdenas Valenzuela por el distrito 3, Germán Escobar Manjarrez por el 6 y Noé Heredia Ayón por el 7. El distrito 4, que le corresponde al PRD, está sin definir al aspirante.

 

Destacan los hechos de que al aliado local de la alianza opositora, que es el Partido Sinaloense, se le deja fuera de la asignación de pretensos a senadurías y diputaciones federales, y que al final de cuentas todavía no aparecen en la lista Héctor Melesio Cuén Ojeda ni Mario López Valdez, dos personajes que se autopromocionaron para posiciones en el Legislativo nacional, faltando aún por decidir las cartas electorales para presidentes municipales y diputados locales.

Es de justicia reconocer que en lo que respecta a las candidaturas ya conocidas que decidieron el PRI y PAN se cuidó la integridad de los perfiles frente a la masa electoral que en la mega elección del 2 de junio colocará bajo el microscopio las trayectorias y las voluntades de servicio de quienes pedirán el voto. En lo avanzado hasta hoy se ha descartado a los “dinosaurios” del poder y a talantes desprestigiados de la partidocracia.

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