Culiacán, Sinaloa.- En agosto de 2012 inició un negocio familiar que comenzó ofreciendo taquitos y pellizcadas en un pequeño local de 24 metros cuadrados que fue testigo de una evolución a un próspero restaurante con dos sucursales en la ciudad. Fernando Chávez Espinoza y Sofía García Cázares, socios fundadores comparten la inspiradora historia detrás del éxito de su negocio familiar, en una entrevista para Espejo Negocios.

Inicialmente conocido como “Taquiza La Majada“, el establecimiento ganó popularidad gracias a la calidad en sus productos, a un auténtico sazón campirano y de responder a la demanda de sus clientes, además de la conexión con sus raíces, fundamental en el proceso de crecimiento del negocio.

La influencia de las hijas de los fundadores también desempeñó un papel crucial en la diversificación del menú. Sofía García Cázares relata cómo, al llevar a sus hijas al negocio, la preferencia por huevos en lugar de tacos se convirtió en una nueva tendencia, llevando a la inclusión de guisos completos en el menú.

Originaria de la majada de abajo en Mocorito, inspiró el nombre del restaurante, mientras que los nombres de los platillos, basados en rancherías locales, crearon un vínculo emocional con los clientes.

“Si fue un hitazo la verdad eso, porque uno que es de rancho cuando sales fuera y ves que hay un nombre de tu propio rancho en un restaurante te emociona mucho, eso nos ha pasado como experiencia, cuando lo iniciamos nunca pensamos que íbamos a tener ese furor, ni esa aceptación”, refiere Sofía.

Fernando Chávez Espinoza destaca la importancia de mantener la disciplina y la calidad desde el primer día. “Si haces algo, hazlo bien” y acentúa que es la clave del éxito que ha llevado a Rinconcito la Majada a posicionarse como un referente en la gastronomía campirana.

“¿Si usted me pregunta a mí del 1 al 10 en qué nivel quieres estar? Yo te voy a decir siempre que en el nueve, ¿por qué?, porque si estás en el nueve siempre tienes algo que hacer para avanzar porque ya si te acomodas en el 10, no tienes nada que hacer, que mejorar, no, entonces siempre quiero estar en el 9 para siempre forzarnos para hacer algo más”, destaca.

Clave de su éxito

La familia Chávez Espinoza destaca la disciplina, la perseverancia y la atención constante a la clientela como claves para el crecimiento sostenible del negocio. A pesar de las dificultades, como las experimentadas durante la pandemia, Rinconcito la Majada ha demostrado su resiliencia, superando obstáculos y emergiendo más fuerte que nunca.

Con casi doce años de trayectoria, Rinconcito la Majada ha experimentado un crecimiento constante. La segunda sucursal, a cargo de Fernanda Chávez García en el sector Tres Ríos, nació hace dos años con un concepto fresco para un público más joven, pero manteniendo el mismo menú, precios y calidad.

Ahora, un nuevo proyecto de expansión está en puerta, con una sucursal ubicada en la salida Norte de la ciudad. Este concepto, más juvenil y moderno, contará con instalaciones climatizadas, pero manteniendo la esencia de los platillos que han cautivado a sus clientes.

“Es un negocio familiar, nada más nosotros y nuestras hijas. A veces, el crecer también es mantenerse. Nuestro crecimiento bendito Dios ha sido poco a poquito, en nuestros tiempos de ahorcamiento sí decíamos: ‘porque no nos ayuda alguien con tanto’ y ahora no, bendito Dios, seguimos juntos solitos, nadie económicamente nos puede decir: ‘Ah, vienen ayudados por el de arriba’”, reflexiona Sofía García Cázares.

 

La pandemia presentó desafíos significativos, pero también marcó un hito en la historia de la familia. Con dificultades económicas y la enfermedad de Fernando, Fernanda se unió al negocio, descubriendo su pasión por la gastronomía y liderando el éxito de la sucursal en Tres Ríos.

Para Fernando y Sofía Rinconcito La Majada no solo es un restaurante, es una historia de resiliencia, amor por la tradición y crecimiento familiar. La gratitud diaria por los comentarios positivos y la aceptación del público los impulsa a seguir creciendo, siempre comprometidos con la calidad y la autenticidad que los caracteriza.

A medida que el proyecto de la tercera sucursal toma forma, Rinconcito La Majada demuestra que el crecimiento va más allá de la apertura de nuevos locales; es una evolución constante, un compromiso con las raíces y una promesa de seguir deleitando los paladares de Culiacán.

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