Sinaloa.- Por su naturaleza, la mercadotecnia es un campo altamente cambiante. Evolucionando de manera vertiginosa conforme a las circunstancias y posibilidades de un mercado frenético, los esfuerzos de mercadotecnia de las marcas deben mantenerse al día para satisfacer las demandas del consumidor.

Al día de hoy, unas de las tendencias preponderantes en este aspecto es el marketing de personalización, que ha llegado a revolucionar la manera en que las marcas conectan con su mercado meta.

Según el Informe de Tendencias Globales de Consumo de la consultora IOR Consulting, esta consiste en la utilización de datos clave para adecuar la oferta a nivel personal para cada posible cliente, dependiendo de sus preferencias, comportamiento y necesidades.

 

Esta manera de llegar al consumidor sería impensable hace décadas, cuando la única manera de segmentar la promoción era eligiendo cuándo y dónde anunciarse. Gracias a la tecnología actual, los anunciantes disponen de abundante información individual de cada usuario. Artículos que han buscado con anterioridad, su demografía, hábitos de compra, pasatiempos y hasta el ingreso; todo esto es información útil a la que las empresas pueden acceder para el diseño de sus estrategias de promoción, y crear campañas de mercadotecnia específicamente dirigidas, con mensajes personalizados que resuenen con los intereses, valores o deseos de cada consumidor.

Algunas prácticas comunes y más tradicionales de marketing de personalización son: automatizar el envío de correos publicitarios basándose en compras anteriores, recomendar productos acorde a los registros de navegación del usuario en cuestión, o mostrar anuncios personalizados según los lugares en donde el cliente estuvo.

Pero esta vertiente publicitaria va más allá. No solo se trata de mostrar anuncios basados en las búsquedas de la persona, sino de hallar la manera de crear métodos que hagan la experiencia de compra del consumidor lo más fluida y placentera posible, desde el primer contacto con la marca hasta el seguimiento posventa.

 

Los beneficios para las empresas que logran este cometido con éxito no son pocos. En primer lugar, aumenta la satisfacción del cliente y su lealtad, pues se le hace sentir entendido y valorado. Esto se traduce directamente en beneficios económicos para cualquier organización, y le facilita resaltar en la cada vez más ardua batalla por la atención del consumidor.

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