Culiacán, Sin.- La Tambora es una de las fortalezas culturales de Sinaloa, aseguró el director del Instituto Sinaloense de Cultura, Juan Avilés Ochoa.

“La banda es patrimonio de los sinaloenses. Los banderos tienen derecho a trabajar”, dijo Juan Avilés Ochoa, director del Instituto Sinaloense de Cultura.

 

“Ahorita estamos trabajando arduamente en ese tema. El Gobernador del Estado recibió cinco orquestas infantiles y juveniles con sus respectivos foros en algunas ciudades del municipio. Ahorita nosotros ya tenemos 18 agrupaciones musicales y vamos a seguir trabajando. Tenemos licenciaturas en música carreras técnicas de música y vamos a seguir trabajando y fortaleciendo ese patrimonio cultural que tenemos los sinaloenses”, indicó.

Actualmente ya se cuenta con una banda tradicional en Mocorito y se ha abierto la convocatoria para formar otra en Badiraguato, y el mismo Cobaes cuenta con varias bandas tradicionales de música sinaloense, añadió Avilés.

“…y la regulación que es el asunto que está provocando el conflicto ahí, pues es una competencia del municipio”, puntualizó.

La iniciativa “antirruido” en Mazatlán

 

Desde una semana, el tema de la tambora sinaloense se volvió tendencia a nivel nacional, luego que, previo al inicio de Semana Santa empresarios hoteleros se reunieran con autoridades municipales para solicitar restricciones a las bandas de playa, con el argumento de que el ruido generado mientras hacen su trabajo es molesto para turistas que se hospedan en hoteles y edificios con departamentos de renta vacacional.

El Ayuntamiento de Mazatlán determinó que debía hacerse una regulación a los horarios, así como limitar el número de bandas en las playas, limitándolo a 15 chirrines y 12 bandas sinaloenses para todas las playas de Mazatlán.

Luego esas decisiones, el miércoles 27 de marzo se realizó una manifestación de músicos de más de 10 horas, en la cual se reclamó a las autoridades municipales la prohibición para salir a trabajar, la cual se intentó reprimir por la Policía Municipal a los ojos de cientos de turistas sin mayor éxito.

Los músicos se apostaron sobre avenidas y frente de hoteles y edificios de departamentos, sobre todo los que son propiedad de empresarios como Ernesto Coppel Kelly, Amado Guzmán, Rodolfo Madero y José Antonio Toledo Ortiz, quienes han promovido una iniciativa llamada “ola antirruido”.

Tras diversas trifulcas en una manifestación que duró más de 10 horas, las autoridades municipales ampliaron los permisos a 56 grupos musicales, 38 para bandas y 18 para grupos norteños.

El gobernador de Sinaloa ha declarado a través de la red social ‘X’ que no comparte la idea de la prohibición y en ese sentido, ordenó a sus secretarías de gobernación y turismo dar seguimiento al tema con el Ayuntamiento de Mazatlán, “para construir un marco regulatorio que armonice los intereses de ambas partes”.

 

“No comparto la idea de prohibir a los músicos de Mazatlán desarrollar su trabajo, digno y honrado; con él llevan el sustento diario a sus familias”, indicó en la publicación.

 

La Tambora como estandarte político de Sinaloa

 

En la historia reciente de Sinaloa se ha utilizado a la música Tambora como estandartes de la idiosincrasia sinaloense:

En la administración de Juan S. Millán (1999-2004) se tuvo placas vehiculares con la tambora; con Jesús Aguilar Padilla (2005-2010) se hizo la creación de una radio estatal (Radio Sinaloa) con programas como A las “6 con la Banda” con emisiones a las 6 de la mañana y a las 6 de la tarde y, al punto de las 12:00 horas se entonaba de manera obligatoria la melodía de “El Sinaloense”, como si fuera un himno durante su administración.

Con Mario López Valdez (2011-2016) se tuvo la música banda como el referente en cada acto público, tanto que el gobernador hacía gala durante sus eventos bailando al son de las piezas “Palillos Chinos” y “El Pato Asado”;
Quirino Ordaz Coppel (2017-2021) fue promotor de la banda sinaloense ofreciéndola en ferias internacionales de Turismo como el referente social.

En la administración de Rubén Rocha Moya (2021-actual) se instauró el 1 de julio como el Día de la Tambora y busca que este género sea nombrado como Patrimonio Cultural Intangible.

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