“Ante el implacable y exorbitante sufrimiento históricamente específico en los anudamientos de especies compañeras, no me interesa la reconciliación ni la restauración, más bien estoy profundamente comprometida con las posibilidades más modestas de la recuperación parcial y del mutuo entendimiento. Llamen a eso seguir con el problema”.

Donna Haraway, Seguir con el problema.

Culiacán, Sinaloa.- Culiacán, capital del estado de Sinaloa, es una urbe en franco crecimiento. La ciudad, que al 2020 ya superaba el millón de habitantes, tiene una población jóven que durante las próximas décadas requerirá productos y servicios como vivienda, vialidades, educación, salud y empleo.

La ciudad observa características que la asemejan cada vez más a las grandes urbes: el congestionamiento vial en horas pico y un consecuente alto índice de accidentes viales, un transporte público de pésima calidad y graves problemas de drenaje, son solo algunas de esas características, sin mencionar la violencia y el crimen organizado.

Otro de los problemas, muchas veces invisibilizado frente al crecimiento urbano, es la destrucción del hábitat de especies nativas y su desplazamiento hacia las áreas urbanas.

Es en este sentido, el crecimiento urbano de Culiacán no toma en cuenta a los cocodrilos, pero tampoco a las iguanas ni a las aves migratorias u otras especies de importancia biológica de las que no tenemos siquiera conciencia de que compartimos el espacio con ellas.

¡Atrapados!

 

“Yo siento que están atrapados”, teorizó José Dehesa Mitre.

Para el biólogo y presidente del grupo ambientalista Guaiacum, el avistamiento de más cocodrilos dentro del polígono urbano del Parque Las Riberas es consecuencia directa de la destrucción de su hábitat por el crecimiento de la ciudad.

En especial, menciona a la reciente ampliación del malecón en las riberas del río Humaya, una calle que de momento no va hacia ningún lado y que hoy en día es aprovechada por los amantes de la velocidad motorizada para jugar arrancones y quemar llanta.

Ahí, meditó Dehesa, las autoridades deforestaron más de un kilómetro de bosque de galerías, rellenaron y rectificaron el río, destruyendo al mismo tiempo el hábitat del cocodrilo. “Qué coincidencia que después de eso, justamente después, empezó un proceso de empezar a ver más estos reptiles”, señaló.

“Ya sea si vengan de tierra arriba, o sea, después de la zona urbana de Culiacán hacia la sierra, o si vengan de la costa, están buscando hábitat”, añadió.

“Yo siento que están atrapados”, repite. Su teoría es que, al deforestarse ese tramo del río humaya, “los cocodrilos bajaron y se quedaron entre la deforestación y la presa derivadora. Y de ahí ¿pa’donde van a agarrar?”.

“Entonces llegan aquí al asta bandera, se regresan y bajan por el Tamazula, y los otros están entre el parque acuático y hasta el río Humaya”, comentó.

 

“SOS Cocodrilo”

 

A raíz del incremento de reportes de avistamientos de cocodrilos en el Parque Las Riberas, la dirección municipal de Protección Civil creó el grupo interinstitucional “SOS Cocodrilo” para,  junto a biólogos de la UAS, Profepa, personal del Zoológico de Culiacán, Protección Civil y Protección Animal del Ayuntamiento, monitorear mensualmente el número de cocodrilos habitando el parque.

El resultado fue la detección de 5 cocodrilos juveniles en 10 kilómetros de recorrido, así como la posibilidad de un mayor número debido a que los cocodrilos adultos son más sigilosos y difíciles de observar.

“Por ser jóvenes son más fácil de dejarse ver por el humano que las especies grandes, porque las especies grandes ya son más cuidadosas, más sigilosas y andan ya en otra en otra dinámica”, indicó el director de Protección Civil Jesús Bill Mendoza.

El monitoreo se llevará a cabo hasta el próximo noviembre y, una vez completado se dará la información a la Dirección General de Vida Silvestre de la SEMARNAT, con el fin de que sea la autoridad federal la que decida “el camino a seguir” con los cocodrilos de las Riberas.

Paralelamente, la dirección del parque ha colocado señalética en el mismo con el fin de decirle a los culichis que, como ellos, los cocodrilos son legítimos habitantes de Culiacán y recomendarles no acercarse a ellos, no arrojarles comida y no llevar mascotas sin correa.

Podemos convivir

 

Una vez llegados los cocodrilos, biólogos han advertido que en realidad estos animales solo están ocupando su hábitat. Tanto Dehesa como Jesús Bill Mendoza y el director del Parque Las Riberas, Édgar Huerta, han coincidido en que estos animales se encuentran en su hábitat.

Hay voces que incluso llaman a aprovechar está riqueza del río para el ecoturismo. Sin embargo, aún hace falta un elemento importante: la conciencia social.

“Por falta de educación la gente los trata de agarrar, los quieren humanizar y no son mascotas, son animales silvestres y eso realmente es un problema que mucha gente que cree que los puedan humanizar y que al ratito quieran convivir con ellos y no se puede. Lo primero que se tiene que hacer es trabajar muy duro con la población y en base a eso tomar decisiones”, dijo al respecto Ernesto Zazueta Zazueta, presidente de la asociación de zoológicos, criaderos y acuarios de México (AZCARM).

“Sí puede haber una convivencia o de respeto entre los animales y el humano para que ellos también puedan estar en su hábitat natural”, opinó por su parte Jesús Bill Mendoza.

 

Por último, Dehesa Mitre recordó como en otros sitios la gente ha aprendido a convivir con las especies en sus parques al apreciar la importancia biológica que representan.

“Se le llama Parque Las Riberas, pero realmente es un canal de comunicación biológico que conecta los bosques de la sierra con la costa. Las especies lo usan como corredor y lo que queremos hacer es convertirlo en un jardín europeo lleno de pastos, todo cuadradito y perfecto; pero no estamos viendo que estamos afectando un entorno que al final del día nos va a beneficiar el conservarlo para evitar muchos problemas”, explicó.

 

Asimismo, el biólogo opinó que él aprovecharía a estos reptiles en el río para hacer ecoturismo y avistamiento de especies.

“Yo creo que hay que cambiar el nombre de parque al “Ecosistema las Riberas” para que la gente entienda que no es su patio trasero y tenemos que cuidarlo y atenernos a sus reglas”, puntualizó.

 

A Culiacán la atraviesa el agua

 

Conocido como La Tierra de los Once Ríos, Sinaloa es beneficiada con riquezas naturales que poco han sido apreciadas por los administradores de lo público. Históricamente, la presencia de estos afluentes dieron sustento y hogar a pueblos como los Tahues, Cahitas y Totorames durante épocas precolombinas y, desde aquel entonces, había una fuerte relación entre las aguas, las especies nativas y las actividades humanas.

Así, a la llegada de los españoles a tierras sinaloenses, Nuño Beltrán de Guzmán fue recibido, en Chametla, con un ejército de más de cinco mil guerreros, todos con indumentaria de piel de caimán y escudos cubiertos de plumas multicolores.

Más al norte, en aquel tiempo el Valle de Culiacán era “la tierra más bien poblada que en indias se ha visto”.

Otro detalle curioso, rescatado por el libro Etnohistoria de la Tierra Caliente, es que los varones Tahues fueron descritos con ‘muchísimos tatuajes’ y las mujeres consideradas las más bellas en toda la zona costera.

Pero quizá más importante, está narración anónima documenta cómo los ríos que atraviesan Culiacán fueron desde siempre de la mayor relevancia para el desarrollo de sociedades en sus riberas.

Esta es quizá la principal característica de Culiacán, que gracias a la presencia de los ríos Humaya, Tamazula y Culiacán, así como el valle, es hoy de las tierras más productivas para el campo a nivel nacional. Pero para la vida diaria el río es también un atractivo que, con la inauguración del Parque Las Riberas en el año 2000, se ha convertido en un espacio público fundamental para la recreación, el deporte, la cultura y la convivencia social.

El Parque es visitado diariamente por miles de personas que realizan convivios, y eventos sociales y deportivos durante todo el año y, mientras que la convivencia con aves migratorias, ardillas, palomas e iguanas no es de mayor relevancia para los culichis, la presencia cada vez más notoria de cocodrilos en las aguas del río empezó a alarmar a las familias desde inicios de este 2024.

PARA SABER: Consultado en CompraNet Sinaloa, se pudo conocer que la empresa encargada de este proyecto fue la Constructora Bogax, S.A. de C.V., la cual, al solicitar la aprobación del proyecto ante la Semarnat, fue remitida a la NOM-059-SEMARNAT-2010, reglamento que enlista especies en riesgo y entre las cuales se encuentran los cocodrilos del Parque Las Riberas (crocodylus acutus).

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