Sinaloa.- Las afectaciones a las poblaciones más vulnerables que ya está generando la crisis climática y que empeorarán en los próximos años, merecen que como sociedad estemos dispuestos a tener discusiones incómodas y a nombrar las cosas por su nombre, opinó la activista Melissa Hernández.

“Lo primero es empezar a mencionar las cosas como son, por su nombre; eso genera que las personas empiecen a cuestionarse cosas. Decir: ‘Esto no es contaminación, es un ecocidio, esto no solo es sequía, también es saqueo’, me ha ayudado mucho en mis círculos”, expuso.

La integrante de la organización ambiental Cambio Colectivo ofreció un webinar con el título de “Justicia ambiental y territorial para todas”. Esto en el marco de actividades previas a la próxima Cumbre Climática Juvenil de Sinaloa que se llevará a cabo el próximo junio en Culiacán.

Durante su exposición, Hernández mencionó que en América Latina y en México el tema de justicia climática debe incorporar, obligadamente, un reconocimiento a las personas que habitan en los territorios que albergan biodiversidad, en su mayoría pueblos rurales e indígenas.

Señaló como hasta el 80 por ciento de los territorios que albergan biodiversidad es habitado por pueblos indígenas, que al mismo tiempo son quienes más sufren de pobreza y vulnerabilidad climática.

“Eso habla de que, no solamente estamos ignorando a quienes defienden los pocos biomas que nos quedan en la región, sino que hay desigualdades sistémicas para las personas que defienden el territorio”, expuso al recordar que hablar de justicia territorial también incluye aspectos socioeconómicos.

 

Y lo que es más, por lo general, al hablar de cambio climático, poco se piensa en la situación de las mujeres y las desigualdades de género que este genera. “En cambio climático existe la forma de basar las soluciones a largo plazo con ecosistemas y naturaleza. Pero ¿quién hace que esa naturaleza y ecosistemas sobrevivan en el tiempo? Las personas que defienden el territorio; y dentro de esas personas que defienden el territorio, las mujeres”, apuntó.

“Cuando pensamos en quién lava la ropa, quién hace de comer, quién maneja el uso del agua, los recursos pesqueros, las fuentes de energía. Casi siempre son las mujeres por los temas de cuidado; y la escasez y dificultad de acceder a estos recursos hacen que se perpetúen desigualdades muy fuertes”, explicó.

Melissa Hernández dijo que la primera línea de defensa contra la crisis climática siempre serán las comunidades, pues de nada servirá contar con acuerdos macro, como el Acuerdo de Escazú o los Objetivos Globales de Adaptación, si cuando estos se aplican en los territorios no se toman en cuenta a las necesidades y experiencias de las personas y las mujeres que están ahí.

Por último, la activista climática invitó a pensar el cambio climático siempre desde lo comunitario.

“Si no haces algo a nivel territorial, algo a nivel comunitario no me vengas a la COP a decir que estas haciendo algo importante… Al final quiero que se queden con que la lucha contra la crisis ambiental debe ser antipatriarcal, antiracista y decolonial”, puntualizó.

PARA SABER: Cifras de Front Line Defenders indican que en el 2020 hubo 19 asesinatos de mujeres defensoras en México; así como 499 agresiones a defensoras del medio ambiente.

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