Culiacán, Sinaloa.- Como actualmente está conformado, al municipio de Culiacán lo atraviesan hasta 14 diferentes tipos de ecosistemas delimitados por condiciones muy específicas de clima y relieve que los han hecho el hogar de distintos tipos de flora y fauna.

Al contar con costa, planicie costera, valle, sierra y lomeríos, la capital de Sinaloa abarca una amplia variedad de paisajes o ecosistemas, comentó a ESPEJO el biólogo José Dehesa.

El también presidente de la asociación civil Guaiacum explicó que, a raíz del trabajo de investigadores como el profesor Rito Vega Aviña o Jersey Rzedowski, la asociación se puso a hacer sus respectivos análisis, encontrando que los tipos de vegetación observados en el municipio no coinciden del todo con las cartas del INEGI.

En general, el docente identifica hasta 14 distintos tipos de ecosistemas bio regiones en el municipio: Estos son el Manglar, la vegetación halófila, la vegetación de dunas, los bosques espinosos, el matorral xerófilo, el bosque tropical caducifolio, el bosque tropical subcaducifolio, el bosque de Quercus (Encino), el bosque de pino y encino, los bosques de pino, los bosques mesófilos de montaña, la vegetación acuática y subacuática, los bosques de galería y el tular.

“Las personas dicen que nomas ven puro monte, pero pues se llaman así y dentro de cada uno de ellos hay características muy distintas a lo que estamos acostumbrados o que nos enseñó Disney o que vimos en las películas”, explica.

 

El manglar

 

Ubicados en las costas, la vegetación de manglar funciona como la primera línea de defensa contra los huracanes y es el principal hábitat de especies de reptiles como cocodrilos y caimanes, además de funcionar como criaderos de moluscos y peces. “Es el kindergarden de las especies acuáticas y subacuáticas de la costa”, explicó Dehesa.

Vegetación halófila

 

Este ecosistema consiste en vegetación que crece alejada de la costa pero aun en suelos salinos que se pueden inundar sin generar mayor daño a los arbustos y matorrales que ahí crecen. “Son plantas adaptadas a la gran presencia de salinidad en los suelos”.

Vegetación de dunas

 

Entre la vegetación halófila y el manglar se encuentra el paisaje dunero.-Este ecosistema está formado por dunas de arena que son refugio para plantas como arbustos y enredaderas. “Estas zonas no tienen tantas especies, pero es un ecosistema que tiene una dinámica importante:, que es evitar que estas dunas se erosionen con el viento y la acción del agua”, contó Dehesa. Las plantas que ahí crecen protegen a este ecosistema de la erosión al funcionar como un rompevientos que, además, sirven de refugio para aves marinas y algunas especies de reptiles.

Bosques Espinosos

 

Ubicados en islas frente a las costas sinaloenses y desde la zona de vegetación halófila y hasta donde inician los campos agrícolas, se encuentran los bosques espinosos, por su biodiversidad, uno de los ecosistemas más relevantes de la región.

“Todo lo que es campo hoy en día, antes era bosque espinoso de hecho es de los ecosistemas más dañados por el campo agrícola”, explicó Jose Dehesa.

 

Estos se ubican en regiones con poca húmedad y lluvias; sin embargo son zonas de gran diversidad biológica con más de 200 especies de plantas y muchas aves migratorias. Su característica principal es que permanecen secos casi durante todo el año, además de que su vegetación tiene muchas espinas. Ahí se encuentran muchos tipos de cactus y árboles y arbustos con espinas y muy densos, los cuales sirven como refugio a mamíferos, aves, reptiles e insectos.

Pero quizá la característica más relevante de los bosques espinosos en el panorama actual es que su vegetación tiene por lo general raíces profundas que ayudan a captar el agua de lluvia de manera efectiva hacia el subsuelo.

“Esta vegetación, su función es que mediante las raíces promueve que el agua vaya al subsuelo rápidamente, pero ya no existe gracias a la agricultura”, lamentó.

Matorral xerófilo

 

También un ecosistema ‘seco’, el matorral xerófilo se diferencia de los bosques espinosos en que sustituyen los árboles y arbustos por cactus agaves y suculentas, vegetación adaptada para crecer con menor nivel de húmedad.

“Son muy secos, muy rudos esos ecosistemas, pero existen y conservan una gran diversidad de cactáceas”, explicó el biólogo.

 

Bosque Tropical Caducifolio

 

La característica principal del bosque tropical caducifolio es que su vegetación tira todo su follaje. Al observarlo muchas personas pueden pensar que se trata de un paisaje seco, sin embargo, en época de invierno esta vegetación tira sus hojas para resguardar energía y cuando llega el tiempo de lluvias vuelve a brotar.

Este es otro de los ecosistemas más diversos que atraviesan al municipio, al ser hogar de más de 200 especies de plantas.

Bosque tropical subcaducifolio

 

Este es un ecosistema parecido al bosque caducifolio pero solo alrededor del 50 por ciento de sus plantas pierden su follaje.

Bosque de Quercus (Encino)

 

A 800 metros sobre el nivel del mar se empiezan a observar los bosques de Quercus o bosques de encino, y su característica principal es que son bosques ‘de puro encino’.

“Ahorita si subimos al cerro vamos a encontrar el encino pelón y toda la hojarasca en el suelo, que es un paisaje hermoso; y si seguimos subiendo a la zona de meseta que tenemos aquí en Culiacán ya encontramos algunas plantas xerófitas otra vez en combinación con el bosque de encino”.

 

Bosques de pino y encino

 

Si seguimos subiendo a las partes más altas, entre 900 y 1200 metros sobre el nivel del mar se empiezan a observar los bosques de pino y encino. Aquí la mayoría de los árboles son pinos y encinos que crecen en zonas muy accidentadas; aquí, el clima máximo en verano es de alrededor de 30 grados, y puede alcanzar mínimas de hasta los menos 5 grados bajo cero.

Bosques de pino

 

Un poco más arriba se encuentran los bosques de pino, el cual se encuentra solo entre el 2 y el 3 por ciento del territorio de Culiacán. “Mucha gente dice: no en culiacán no hay pino, y sí tenemos, pero para dar con ellos es bien difícil”, explicó Dehesa.

Bosque mesófilo de montaña

 

Por su parte, el bosque mesófilo de montaña se encuentra en tan solo alrededor del 1 por ciento del municipio, muy cercano a los bosques de pino.

Este ecosistema es de características muy específicas, pues se da en zonas bajas donde se encuentran los cerros y gracias a esto orografía no le pega tanta luz solar y resguarda mucha húmedad, lo que promueve un tipo especial de vegetación.

Vegetación acuática y subacuática

 

Este es un tipo de vegetación que se encuentra dentro de los cuerpos de agua como ríos y arroyos sin modificar. “Ahí vamos a ver lentejas de agua, podemos ver Tule, Carrizo, y otras especies”, comentó el biólogo.

Bosques de galerías

 

Alrededor de los afluentes de ríos y arroyos se encuentran los bosques de galerías, como los que naturalmente se ubicaban en las riberas de los ríos que atraviesan Culiacán. Estas zonas se componen de árboles grandes que crecen a los costados de los cuerpos de agua y sus especies más comunes son el guamúchil, las higueras, ficus, álamos, sabinos y ahuehuetes.

El problema con este ecosistema, añadió Dehesa, es que las autoridades no comprenden su importancia como una esponja de agua que evita la erosión de ríos y arroyos al tiempo que capta agua hacia los mantos acuíferos.

“Cuando llegan lluvias torrenciales con las raíces de tantas plantas convertimos esa zona como en una esponja conservando nuestros ríos con esa vegetación de bosque de galería que ayuda a que el agua no viaje tan rápido y que se permee en el suelo”, explicó el biólogo.

 

Vegetación de tular

 

Estos ecosistemas acuáticos se llaman así porque se componen de dos especies de tule que crecen de manera masiva en lugares como, por ejemplo, la laguna de chiricahueto, diques e incluso presas. Al día de hoy, señala, son raros de ver en el municipio.

Por último, las zonas de transición

 

Además de estos distintos ecosistemas, también se pueden identificar las llamadas zonas de transición, las cuales son los límites en donde, poco a poco, un ecosistema va dando paso al siguiente. Por ejemplo, cuando va terminando el bosque espinoso y empezando el tropical caducifolio, se puede observar también a especies animales y vegetales de ambos ecosistemas conviviendo entre sí. “Y llega un momento donde empiezas a ver a las de otro ecosistema completamente en esas zonas de transición”.

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¿Cuál es la importancia de que su ciudadanía y las autoridades reconozcan la diversidad de ecosistemas en el municipio? 

“Deberían de conocerlos para saber cuál es su importancia. El bosque espinoso evita que te inundes por ejemplo; el Bosque Tropical Caducifolio, que está en los cerros, evita que cuando llueve se venga el azolve de los cerros, la laja y la piedra como pasó en Vistas del Lago. Que se venga todo el suelo y te quiebre la barda y se te meta el lodo a tu casa”. 

“O a evitar los socavones, pues evita que el agua de lluvia erosione el suelo y se formen socavones o que los arroyos se salgan de lugar, o sea, ese bosque mantiene todo unido ese bosque y a veces la ciudad no lo reconoce”.

Y en ese sentido, ¿cómo puede estar la ciudad armonizada con esos ecosistemas, cómo convivir con la ciudad?

“Hay que darle la oportunidad a las constructoras para que conozcan los ecosistemas e invitarlos a no tumbarlos todos, a aprovechar ciertas partes para que sirvan de amortiguamiento a lo que se viene en los próximos 10 o 20 años y que tu proyecto, cuando lo vendas, lo vendas como un proyecto sostenible”.

“Aquí en el cerro de las 7 gotas están tumbe y tumbe a cada rato, y no digo que esté mal, pero hay maneras de hacerlo o decir: “hasta ahí está bien”; porque también son zonas de riesgo, o sea, son zonas con muchas quebradas y pendientes”.

“Nos falta aprender a valorar nuestros ecosistemas, si no pronto Culiacán va a pasar a ser una ciudad con mucho calor y sin agua, a una ciudad que se parece mucho a la película de Mad Max (desértica)”. 

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