Culiacán, Sin.- Vecinos de la comunidad de Palos Blancos, un espacio de campestres que habitan personas trabajadoras y jubiladas de la UAS, denunciaron la tala de selva seca contigua al río Tamazula.

Un venado ofuscado entre las calles de la comunidad sorprendió y alertó a los vecinos de que algo fuera de lo ordinario pasaba en los alrededores. Se acercaron a los arroyos contiguos a la zona habitacional y desde antes de llegar pudieron escuchar el ruido de máquinas. Al acercarse más, vieron que la apertura del camino ya había destruido grandes árboles y cactus para la construcción de una criba de materiales pétreos, los que se usan para la construcción.

Los vecinos, en compañía de la investigadora y ambientalista Yamel Rubio Rocha, acudieron al sitio con el fin de avisar a Profepa de la destrucción de la zona y en espera a que está autoridad acuda al lugar para verificar que los permisos de la misma se encuentren en orden. Sin embargo, está respondió que no podrían acudir durante este sábado.

Rubio explicó que la obra debe contar con cambio de uso de suelo y una manifestación de impacto ambiental; además recordó que, por ser zona federal, el caudal del río Tamazula debe estar protegido de construcciones o modificaciones en varios metros a partir de sus dos orillas.

 

 

Dalia Carrasco, vecina de Palos Blancos, dijo que se está destruyendo la riqueza natural de la zona y afectando su equilibrio al bloquear un arroyo que alimenta al río durante la época de lluvias.

“Ayer que fuimos a caminar vimos que estaba la devastación ya a todo lo que da. Todos esos árboles tardan muchísimo en crecer y aportan no solo oxígeno sino abrigo para los animales. Es muy triste”, lamentó.

“Puede haber crecimiento y venta del suelo, pero no dejan los árboles. Si no se pueden detener por lo menos que no tumbaran esos árboles que ya están bien formados y que respetaran los arroyos. Porque están tapando un arroyo”, añadió

En el sitio, un trabajador comentó que estaban abriendo camino hacia el río con el fin de instalar una criba para brindar material al desarrollo inmobiliario que se detonó a partir de la construcción de la carretera hacia Imala durante el gobierno de Quirino Ordaz Coppel. Él mismo comentó que el terreno se compró desde hace tiempo, pero no se había iniciado a trabajar por estar en espera de los permisos correspondientes. Al momento de acudir a la zona ningún encargado de obra se apersonó.

Yamel Rubio Rocha comentó que la zona es hogar de diversas especies de fauna importantes como urracas, búhos, coatíes y venados. Así como grandes árboles de Mora, palo de Brasil, Guayacanes o Huanacaxtle.

“Como sinaloenses no podemos darnos el lujo de ver pasar estas situaciones de desastre sin al menos cuestionar, y sin al menos que de parte de los que están haciendo estas actividades también muestren si sí tienen los permisos”, dijo.

– ¿Y si la obra tiene los permisos?, se le cuestionó a la bióloga.

– “Pues hay que revisarlos. Aquí la idea no es parar el desarrollo, sino que se haga bajo los canales conducentes, bajo normativa pero sobre todo con un respeto a la naturaleza”.

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