Culiacán, Sinaloa.- 37 años de carrera periodística le han dado a María de los Ángeles Moreno la certeza de que hacer periodismo crítico, responsable y comprometido con las personas es una labor que vale los retos diarios que implica esta profesión.

Durante estas casi cuatro décadas Machangeles, como se le conoce con cariño en el gremio, ha caminado por las distintas veredas del periodismo, con el gusto de saber que ha dado lo mejor de sí desde todos los frentes. Ya sea en el Noroeste o El Debate, en la CEAIP o alguna secretaría de Estado, o incluso desde la docencia universitaria, la Machangeles ha mostrado un rostro amable y una mano amiga a todas y todos con quien le ha tocado cruzar camino.

En vísperas del reconocimiento a sus 37 años de trayectoria, la periodista cuenta a ESPEJO sobre sus experiencias y reflexiones en torno al periodismo y las condiciones y retos que este enfrenta en los tiempos que corren.

-¿Cómo te sientes con el reconocimiento que te entregan tus compañeros de la Asociación de Periodistas 7 de junio?

–Fíjate que les he comentado que yo no quería reconocimiento. No me gusta el reconocimiento y nunca he buscado, pero fue una propuesta que acepté porque viene de mi gremio, de la asociación que tanto quiero y que formamos junto con muchas más personas. Y lo acepté porque la solidaridad con el gremio a veces no se da tanto, me gustó la idea de que me lo dieran por agradecimiento a ellos. A mí se me hace bien que la sociedad reconozca, no tanto las autoridades.

-¿Por cuáles sitios has pasado en estos 37 años?

–Fíjate que estaba escaneando la hoja de mi primer trabajo que fue en Noroeste. Yo empecé el 86 a hacer prácticas, estaba en la escuela todavía, salía el 88 y hasta el 88 trabajé. Luego me fui a la zona norte a trabajar en el Festival Cultural Sinaloa. De ahí entré al Debate donde estuve 15 años.

La verdad fue muy buena etapa, pero luego me fui a radio. Entré a Radiorama y luego me fui de Radiorama a Promomedios y luego en un noticiero estatal. Ahí estuve en WNN, en Nuestras Noticias, y luego en Controversias con Olegario, en Promomedios. Luego me fui a un área de gobierno. Fui directora de Comunicación de la Secretaría de Seguridad Pública, una etapa muy difícil. 2009 fue el año terrible para la inseguridad.

Ah y también daba clases. Para esa época ya había dado clases en el Cobaes y luego en la UAdeO, nunca he tenido plaza la verdad, pero me he mantenido ahí como 15 años, ahí como sobreviviendo. Me gusta dar ética y periodismo.

Trabajé en otros portales, con Olegario Quintero, con Luis Enrique en su portal. Pues me han tocado etapas difíciles porque a muchos compañeros que han matado yo los he conocido.

-En esta trayectoria, ¿qué cambios has visto en el ejercicio del periodismo para los periodistas, en cómo hacemos nuestros trabajos?

–Yo veo que en los medios los empresarios crecen con sus empresas, pero las condiciones del periodista no. Me ha tocado la suerte incluso de tener a veces sueldos no tan bajos, más o menos. Pero fíjate que cuando he ganado poco digo yo, bueno, tengo que salir adelante con ese sueldo… Y dar clases o vender lo que sea. Pero salir dignamente, no andar estirando la mano; eso se me hace tan denigrante. Yo les decía cuando fui dirigente de la 7 de Junio que tienes que caminar de pie, porque no se puede caminar arrodillado. Por qué ¿cómo arrodillarte ante un poder? Hay que salvar a ese periodismo crítico, el periodismo de verdad diría yo.

-¿Cómo ves a las nuevas generaciones que se están preparando para el periodismo?

-Yo les hago un exhorto para que hagan su labor con dignidad. Eso es lo único, porque si tú vendes tu voz estás vendiendo también tu dignidad en el periodismo. Si tú vendes tu pluma a cualquiera, es como enmudecer ¿por qué venderías tu voz? ¿Por qué no preguntar por esa gente que no puede hacerlo?

-¿Qué debe esperar la ciudadanía del periodismo?

–Yo creo que debe de esperar que sea ético, que sea congruente con lo que se informa, sin apasionamientos. Yo creo que el periodismo debe de ir por un camino de la verdad y buscar también la justicia. Pero no puedes agarrar las banderas de todos, simplemente dar a conocer con responsabilidad los hechos. Eso es lo que debe esperar la sociedad. Porque la sociedad a veces juzga.

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