Sinaloa.- El Instituto Mexicano para la Competitividad, dirigido por la economista Valeria Moy, es un centro de investigación en política pública que tiene como misión el llevar a cabo análisis e investigaciones de alto rigor técnico, que enriquezcan la toma de decisiones de los diferentes actores políticos.

Uno de sus trabajos más remarcables por su relevancia política y económica, es el constante estudio de los resultados periódicos de las empresas paraestatales más importantes del país, Pemex y CFE.

En entrevista para Espejo Negocios, la directora del IMCO comparte su punto de vista sobre la actual crisis que vive Pemex, pues si bien su deuda se ha disminuido durante este sexenio, los resultados operativos se muestran a la baja en casi todos sus aspectos.

Ante la pregunta, ¿Qué evolución se espera por parte de la paraestatal Pemex?, Valeria Moy responde.

“Para mí, Pemex es una bomba de tiempo. Tienen que hacer algo con Pemex, pero con urgencia. Y que hagan algo con Pemex no significa que nada más le sigan pasando dinero de la federación, porque eso no ha resuelto el problema, para nada lo ha resuelto. Es más, si me apuras, yo creo que hasta lo pudo haber complicado más, porque cuando estás recibiendo dinero sin tener que rendir cuentas las cosas tienden a empeorar”.

 

Desde 2019, año en que comienza el programa de rescate de Pemex impulsado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobierno federal le ha inyectado cerca de 1.65 billones de pesos a la petrolera para sufragar sus deudas. La mayoría de los recursos fueron provistos de forma directa, con aportaciones de capital o condonación de impuestos.

En el presupuesto para 2024 se tiene contemplado destinarle otros 170.9 mil millones de pesos y reducir la tasa del Derecho de Utilidad Compartida, para que Pemex conserve el 70% de las ganancias de cada barril producido.

¿Qué toca hacer con Pemex?

 

Pese a los apoyos del gobierno federal, los resultados operativos de la petrolera se notan a la baja. Ante esto, la directora del IMCO sigue diciendo:

“Necesitan una reestructura en serio de Pemex, aparte del manejo financiero. Si no, las calificaciones de México van a empezar a empeorar y eso lo único que hace es subirnos el costo de financiamiento y meternos en un problema de finanzas públicas muy grande”.

 

En febrero de este año, la agencia de riesgo crediticio Moody´s rebajó la calificación de Pemex al rango de B3, lo que la coloca en solo una categoría arriba de ser considerada una inversión de alto riesgo. La calificación crediticia de la deuda soberana de México también ha ido en deterioro, cayendo a apenas 3 peldaños por encima del grado especulativo. En otras calificadoras, como Fitch Ratings, se han visto caídas incluso mayores.

Como explica Valeria Moy, seguir perdiendo dinero en Pemex está deteriorando las finanzas públicas hasta el punto en que podría afectar la calificación de la deuda mexicana. Y, tal como sucede cuando un individuo tiene un mal historial en buró de crédito, acceder a financiamiento se vuelve más difícil y costoso.

Ernesto Revilla, economista en jefe de Citigroup para América Latina, dijo en una conferencia de prensa en el mes de marzo de este año.

“Pemex representa el mayor riesgo para las finanzas públicas mexicanas y la macroeconomía en el corto plazo. Pemex ha costado mucho dinero durante esta administración, sabemos que tiene un flujo de caja negativo y ha perdido dinero, eso ha presionado cada vez más a las finanzas públicas del gobierno federal”.

 

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