Culiacán, Sinaloa.- Aunque la depresión es uno de los problemas de salud mental más prevalentes e incapacitantes a nivel mundial, el estigma en el cuidado de la salud mental hace que muchas personas se sientan juzgadas y rechazadas, y que, por lo tanto, eviten pedir ayuda, pudiendo tener consecuencias graves como pensamientos suicidas, informó la psicóloga María de los Ángeles Vizcarra Rojas.
La especialista explicó que la depresión es una condición que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad, pues ha comenzado a manifestarse incluso en niños, niñas y adolescentes desde edades tempranas.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) indican que en México, el 21.6 por ciento de las personas mayores de 12 años de edad reportaron sentirse deprimidos todos los días o casi todos los días.
Además, de acuerdo al informe sobre la situación de la salud mental y consumo de sustancias 2024, del Observatorio de Salud Mental y Adicciones, el 25.9% de las personas que buscaron atención por problemas de salud mental en 2024 lo hicieron por depresión. El grupo que más solicitó esta atención fueron personas de 30 a 49 años de edad.
Vizcarra Rojas dijo que es importante saber detectar esta condición de manera oportuna y tener un acercamiento empático con aquellas personas que la padecen, ya que en muchas ocasiones se cae en la invalidación emocional o los prejuicios, lo que puede ser muy negativo para esas personas.
“La depresión precisamente empieza con indicadores de tristeza persistente que si no se abordan o no se les brinda ese acompañamiento o contención emocional puede desencadenarse a un trastorno depresivo. Y ese es un riesgo para que la persona desencadene pensamientos suicidas”, dijo.
Indicadores de alarma
La psicóloga destacó que los primeros signos de depresión suelen manifestarse a través de cambios del estado de ánimo, episodios de tristeza persistente o la pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
“La persona empieza precisamente a dejar de hacer cosas que antes eran de su interés, que antes le gustaba realizar (…), es como una tristeza persistente”, dijo.
Otras señales suelen ser los cambios en los hábitos de sueño, la higiene y el apetito, así como una fatiga constante que aparentemente no tiene motivo, pero que en realidad es cansancio emocional.
“Son personas que regularmente vemos muy activas y que empiezan a tener menos actividad, empiezan a pasar más tiempo dormidas, empiezan a dormir mucho o inclusive pueden estar también en el polo extremo a tener episodios de insomnio”, dijo.
En los adolescentes, agregó, estos síntomas pueden ir acompañados de cambios drásticos de humor como irritabilidad extrema o episodios de enojo. La dificultad para concentrarse, el olvidar cosas y estar constantemente distraído es otra señal de que algo está pasando en la mente del menor de edad.
Asimismo, indicó que en casos extremos, las personas suelen hacer comentarios descalificativos hacia sí mismas o generan pensamientos de desesperanza de vida.
Factores de riesgo
Los factores que pueden desencadenar un episodio depresivo en jóvenes y adultos son múltiples y variados, pero uno de los principales es tener un antecedente hereditario, pues según investigaciones si un niño o una niña tiene familia directa con este padecimiento, es muy probable que en alguna etapa de la vida pueda desarrollar también un episodio depresivo, indicó la especialista.
En los jóvenes, agregó, los factores de riesgo pueden ser el bullying, presiones académicas, la omisión de cuidados o la falta de apoyo emocional en el hogar. Mientras que en adultos, se presentan otras situaciones como el desempleo, decepciones amorosas, entornos estresantes y la exposición a la violencia.
El abuso de sustancias psicoactivas, el aislamiento social, la baja autoestima o padecer una enfermedad crónica también pueden ser factores de riesgo, explicó.
“La depresión es multifactorial, de ahí la importancia de hacer una detección oportuna para determinar qué es lo que está desencadenando, cuales son esos factores que están precipitando a un episodio depresivo, para poder trabajar de manera multidisciplinaria”, dijo.
¿Qué podemos hacer para apoyar?
Vizcarra Rojas dijo que al detectar algún signo de depresión en alguna persona cercana, es muy importante tener un acercamiento empático, sin juzgar o invalidar sus emociones, para que la persona sienta la confianza de expresar sus sentimientos y emociones.
“La empatía es la clave aquí y lo más importante porque desde ese acompañamiento empático que brindamos a la persona, le estamos mandando ese mensaje de que lo estamos comprendiendo, de que lo estamos entendiendo y que podemos inclusive ser una red de apoyo para ellos”, dijo.
Lamentablemente, expresó, en muchas ocasiones debido al estigma y desconocimiento que hay sobre la importancia del cuidado de la salud mental, las familias invalidan las emociones de niñas, niños y adolescentes que dicen sentirse estresados o tristes, lo que les genera indicadores depresivos pues se sienten juzgados o avergonzados al hablar.
“Primero es acercarnos, tener ese acompañamiento empático, escuchar sin juzgar, crear un espacio seguro para que la persona pueda expresarse. El siguiente paso es validar sus emociones (…) reconociendo que lo que ellos están pensando, experimentando y sintiendo pues es algo tan importante y es un sufrimiento tan real para ellos y desde ahí estamos validando”, dijo.
Otro aspecto importante, agregó, es tener paciencia hacia la persona que está padeciendo este problema de salud, pues la depresión puede llegar a ser incapacitante, provocando ausentismo laboral o escolar.
Ante ello, dijo que se puede brindar ayuda para que estas personas realicen sus tareas cotidianas. En el caso de los adolescentes se les puede acompañar en alguna actividad como salir a caminar o ayudarles con algún proyecto escolar. Mientras que con los adultos se les puede ayudar a terminar sus pendientes como hacer el súper o la limpieza de la casa.
La psicóloga destacó que en casos de depresión, de ninguna manera se debe invalidar las emociones de las personas con frases como: “Tú que vas a saber de problemas”, “no entiendo por qué estás tan triste si es una situación insignificante”, “échale ganas” o “no tienes razones para sentirte así”.
Finalmente, dijo que para atender la depresión es importante buscar ayuda de un profesional. Para ello, hay algunos sitios que pueden servir de apoyo como las unidades CISAME, donde se ofrecen servicios gratuitos de atención médica psicológica y psiquiátrica. También están los Centros de Integración Juvenil (CIJ), instituciones dedicadas a la prevención, tratamiento y rehabilitación de las conductas adictivas y otros problemas de salud mental. Incluso hay algunas líneas telefónicas disponibles como la línea de la vida al número 800-911-2000.
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