Sinaloa.- Las preocupaciones en torno a la desaparición de organismos autónomos y las implicaciones de la reforma judicial han llevado a que empresas extranjeras, especialmente estadounidenses, detengan importantes inversiones en el país. Esta incertidumbre ya contribuye a una desaceleración de la economía mexicana que podría desencadenar una recesión en México, advierten economistas sinaloenses.
Isabel Ibarra Armenta, presidenta del Colegio de Economistas del Estado de Sinaloa, señaló que la falta de certeza jurídica y los mensajes contradictorios del gobierno federal han generado un “clima de desconfianza” entre los inversionistas.
“Las empresas están en espera analizando si van a continuar invirtiendo en México y bajo qué condiciones”, explicó.
“Quieren saber quién va a asegurar que existan licitaciones claras y que, en caso de incumplimiento, puedan impugnar el proceso ante una instancia legítima y legal”, añadió.
Por su parte, el economista Óscar Rivas sostuvo que la reforma judicial implica “graves violaciones al TMEC“, debido a la eliminación de organismos constitucionalmente autónomos como la Comisión Federal de Competencia (COFECE). “Esto altera las reglas del juego en los procesos jurídicos de inversión”, señala Rivas.
“Si el Estado decide que una propiedad es de interés nacional y está en manos de una empresa internacional, no habrá mecanismos adecuados de defensa para los inversionistas”.
Ambos consideraron que esta situación configura un escenario económico y diplomático complicado para Claudia Sheinbaum una vez que asuma la presidencia en octubre próximo.
Ibarra Armenta destacó que, aunque en el último año el gobierno mexicano ha presumido anuncios de inversión por varios millones de dólares, estos son mayoritariamente reinversiones y no representan nuevas inversiones significativas. Por otro lado, algunas inversiones importantes ya han sido pausadas o reconsideradas.
Por ejemplo, el sector energético, que ya experimentó la cancelación de subastas públicas en 2019, ahora enfrenta una nueva oleada de dudas ante la desaparición de organismos que garantizaban la competencia, como la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) o la misma COFECE.
“Hay mucho capital privado en generación de electricidad y exploración de yacimientos de petróleo, y la inestabilidad en las reglas de licitaciones y procesos judiciales podría hacer que los inversionistas decidan no participar, lo que afecta directamente el crecimiento económico del país”, explicó.
Rivas, por su parte, subrayó que tanto Estados Unidos como Canadá, además de varios países europeos, han expresado su preocupación por la falta de condiciones justas y de protección a la inversión. “Los socios comerciales de México están preocupados”, dijo.
El economista sinaloense consideró que la reforma judicial ha acelerado un proceso de desaceleración común en contextos de cambios de gobierno, donde las personas que buscan invertir su dinero en los territorios en los que puedan sacar mayor ganancia, quedan a la expectativa de los cambios de reglas y actores políticos.
“Lo que estamos observando es que este ciclo político, que generalmente ralentiza la economía, se está viendo más fuerte su efecto con este tema de la reforma judicial, lo que implica que muchas inversiones de empresas como Tesla o Amazon, así como inversiones en el sector automotriz también se vayan”, detalló Rivas.
“Vamos a ver una desaceleración cada vez más profunda. El cierre del año no va a ser nada fácil y el 2025 va a ser muy complicado, la economía está no solamente desacelerándose más rápidamente sino también entrando en un ciclo de caída económica importante”, puntualizó el economista.
Respecto a esto último, Isabel Ibarra comentó cómo durante una conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, este recomendó a la próxima presidenta que si las relaciones comerciales con Estados Unidos se complicaban podría aplicar una política de sustitución de importaciones.
“O sea, él ya le impuso la agenda de la reforma a Claudia y aparte ahora le dice: sí no te quieren vender los estadounidenses, échate una sustitución de importaciones”, alertó.
¿Qué es sustitución de importaciones?
El modelo de sustitución de importaciones fue una política implementada en México en los años 1940 y 1950, con el objetivo de fomentar la industria nacional y reducir la dependencia de bienes manufacturados del extranjero. Este enfoque buscaba promover el desarrollo de sectores industriales internos al sustituir productos importados por productos nacionales.
En la práctica, la estrategia condujo a una serie de problemas estructurales en la economía. La falta de competencia, al proteger a las industrias nacionales de la competencia extranjera, se señala, resultó en empresas ineficientes y tecnológicamente rezagadas. Además, la política provocó una dependencia de subsidios y proteccionismo que limitó la capacidad de adaptación de las industrias a las demandas del mercado global.
“El tema de la sustitución de importaciones significa el volver a una economía cerrada”, resumió Ibarra Armenta.
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