Ciudad de México.- No hubo sorpresas. Los relevos de la dirigencia de Morena se concretaron en un Congreso nacional en el que el partido hizo los cambios necesarios para allanar las nuevas incorporaciones entre las que destacan a Luisa María Alcalde, como presidenta, y Andrés Manuel López Beltrán como secretario de Organización.

La reunión de casi tres mil congresistas fue enmarcada por la despedida de morenistas que en los próximos días asumirán cargos públicos, principalmente el de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, que renunció a su derecho para participar como congresista; pero también para otros que ya desempeñan labores en otros espacios como el Senado o la Cámara de Diputados.

Antes de que se votara quiénes ocuparían los nuevos cargos de dirección de Morena, ya circulaba en chats una lista de nueve nombres que coincidieron con los acuerdos tomados por los congresistas horas después.

“Ya está amarrado”, dijo al respecto un congresista en el salón Mexica del World Trade Center de forma anónima. “Ya está la lista con los góbers”, señaló uno más.

 

Previo al Congreso, la presidenta electa Claudia Sheinbaum, se reunió con gobernadores en funciones y electos, además de coordinadores en el Congreso.

Nombramientos en Congreso de Morena para renovar dirigencia

 

El Congreso se realizó con un quórum de 2 mil 325 congresistas presentes.

Luisa María Alcalde se propuso a ella misma. Subió al templete entre los gritos de quienes coreaban su nombre y se comprometió a consolidar su movimiento en esos tres años. “Les ofrezco no fallarles”, dijo.

Abajo, desde la primera fila con Andrés López Beltrán y Carolina Rangel, volvieron a corear el nombre de “Luisa”, con el puño arriba.

La todavía secretaria de Gobernación fue electa por unanimidad.

Luego de tomar protesta, Luisa María Alcalde leyó algunas de los objetivos para su partido, que incluyen crear 70 mil 751 comités seccionales en el territorio mexicano, además de la afiliación y credencialización de toda la militancia, e involucrarla en la toma de decisiones.

También puso énfasis en el fortalecimiento de organismos como el Instituto Nacional de Formación Política y la comisión de elecciones.

Claudia Sheinbaum y Luis María Alcalde

La única disidencia fue por la Secretaría General, que quedó en manos de Carolina Rangel Gracida, propuesta por el periodista Pedro Miguel.

El exdiputado Emilio Ulloa se propuso a sí mismo para ese cargo. Antes había llegado a las instalaciones del World Trade Center con un grupo de personas que le lanzaban porras.

En su turno a la palabra, recordó que en 2020 ganó una encuesta, pero fue relegado por el criterio de la paridad de género.

“Recuerden que hace cuatro años gané la encuesta por 10 puntos y acaté la resolución que correspondía a mujer. Diez puntos le saqué a Citlalli en ese momento”.

 

Ante los abucheos de los congresistas, Ulloa matizó y llamó a la unidad.

“Si la unidad significa poner a una mujer más de secretaria general no tengo ningún inconveniente”.

Andy, en la organización de Morena

 

Andrés López Beltrán hizo su primera aparición pública desde que su nombre se mencionó como posible dirigente en la primera semana de septiembre. Se sentó junto a Luisa María Alcalde, en la primera fila.

Héctor Vasconcelos, el representante de México ante la ONU, subió al templete para proponerlo para la Secretaría de Organización.

Vasconcelos, sin embargo, ya había hecho antes esa propuesta. En una breve entrevista al final, el morenista señaló que desde hace años buscaba que el hijo del presidente volviera a la operación en el partido Morena. Algo que tenía en mente desde las elecciones intermedias de 2021.

Dijo que le preguntó si estaba de acuerdo en que lo propusiera.

—Esto fue después de que ya estaba consensuado en su mayoría?— se le preguntó.

—No sé cuándo fue discutido con los demás. Yo hablé con él hace un par de semanas, algo así. No sé cuándo empezó a sonar realmente.

—Entre el 4 y 6 de septiembre…

—Yo creo que fue un poco antes, creo, no estoy seguro. Yo le hablé para proponerle eso, pero yo se lo vengo proponiendo desde las elecciones intermedias.

Después de ser propuesto por Vasconcelos, López Beltrán tomó la palabra unos segundos.
En el atril, aceptó y agradeció la postulación.

“Me da mucho gusto iniciar mi carrera aquí donde siempre estuve, pero me da una enorme tristeza hacerlo al tiempo que se retira nuestro máximo dirigente. Todos sabemos que él seguirá presente en este partido con su ejemplo, con su legado”.

 

El diputado Gabriel García, quien ya fue secretario de Organización en Morena, explicó en entrevista que conoce al hijo del presidente desde que era un adolescente y que le tocó presenciar el involucramiento desde ese entonces de él y toda la familia en el desarrollo político de López Obrador.

Después de la primera elección presidencial de 2006, relata el diputado, el movimiento obradorista comenzó un proceso organizativo para tener representación y promoción del voto obradorista en todo el país.

“Me consta ahí que todo ese periodo del 2006 al 2012, Andrés junto con muchos jóvenes participaron en la actividad organizativa de asambleas bajo las distintas figuras, primero gobierno legítimo de México, después comités por el Cambio Verdadero, después Comités de Protagonistas del Cambio. Y particularmente en el año 2012, él a partir del fallecimiento de don Alberto Pérez Mendoza, se encargó del proceso organizativo de la defensa del voto, en donde él colaboró en la organización, capacitación y registro. En el año 2012, que fue la primera experiencia donde coordinó los trabajos organizativos, hubo representación en las casillas”.

Como ha ocurrido desde hace años, López Beltrán evitó dar declaraciones a medios de comunicación.

Los otros nombramientos fueron en las Secretarías de Finanzas, donde fue elegido Iván Herrera; en Comunicación, con Camila Martínez; Movimientos Sociales, con Manuel Zavala; Jóvenes, para Aaron Enrique García; Mexicanos en Exterior, con Alejandro Robles, y Artes y Cultura, en la que fue elegido Arturo Martínez.

AMLO y el Congreso de Morena

 

El presidente Andrés Manuel no estuvo presente en el Congreso de forma física, pero sí de otras maneras. Afuera de los salones donde se realizó la sesión, una efigie en tamaño real sirvió para que decenas de morenistas se retrataran a su lado, con sonrisas y abrazos.

Y dentro del salón Mexica, el presidente del Consejo Nacional de Morena, el gobernador de Sonora Alfonso Durazo, leyó una carta del mandatario como si fuese propia, luego de una petición que le hizo AMLO la noche previa, según dijo.

“Si sobre la marcha registran ustedes algún tropiezo emocional, pido su disculpa anticipada”, advirtió.

 

Durazo leyó la petición de tratar a la presidenta electa como al mismo López Obrador.

“Les pido que le acompañen en la difícil tarea de gobernar con la misma lealtad, con el mismo cariño y con el mismo entusiasmo que tuvieron para conmigo”.

Luego agradeció a la militancia que le ayudó como dirigente y gobernante y en el salón los morenistas corearon “¡Es un honor estar con Obrador!”.

En su mensaje, López Obrador pidió también fortalecer el compañerismo y la institucionalidad en el partido, así como evitar la corrupción, el nepotismo y el sectarismo.

Cambios en documentos de Morena

 

Morena realizó tres mesas de trabajo previas para recolectar las propuestas de su militancia rumbo al Congreso. Sin embargo, la ruta era sólo hacer los cambios necesarios para modificar la dirigencia.

En esas mesas entre morenistas se registraron más de 160 propuestas para cambiar los estatutos de Morena. Pero como la urgencia era tener condiciones para renovar a los integrantes del CEN, los representantes del partido propusieron realizar otro Congreso extraordinario solo para discutir las reglas del partido.

“Se priorizó fundamentalmente que en lo que se iba a probar se pudiera desahogar de manera acelerada o rápida este congreso que tenía el propósito fundamental de elegir a la nueva dirección. Eso se logró y para eso introdujeron algunos cambios en los documentos básicos”, explicó al final Álvaro Bracamontes, secretario técnico del Consejo Nacional.

 

Para formar parte de la dirigencia de Morena, los integrantes deben ser consejeros. Como Luisa María Alcalde, Andrés López Beltrán y cinco más de los ocho perfiles no lo eran, el partido aprobó ampliar el número de consejeros posibles y enseguida, darles el nombramiento para que fuesen elegibles.

También aprobó cambios en los Principios morenistas, para incluir algunos párrafos que aluden al legado de la gestión de Andrés Manuel López Obrador, como guía en la ruta de su partido.
El límite era de máximo 370 consejeros nacionales y se elevó a 395 para permitir a nuevos perfiles.

Además de los nuevos dirigentes, los congresistas aprobaron el nombramiento de Citlalli Hernández y Mario Delgado como consejeros nacionales, que perdían esa condición una vez que salieron del CEN, pero se les restituyó como una muestra de agradecimiento, según explicó Bracamontes.

En el Congreso, ante esa propuesta hecha por Alfonso Durazo de que tanto Citlalli Hernández formaran parte del Consejo Nacional, hubo algunos gritos que los rechazaron y comenzó el coro de “imposición”. Sin embargo, la mayoría a favor ganó con un grito de “Unidad”. “Siempre unidad”, dijo Durazo.

Cierre de ciclos en Morena

 

Al final del Congreso, la senadora Citlalli Hernández destacó la elección de una dirigencia joven, nacida ya en Morena, formados con sus propias prácticas.

“Es el cierre de ciclo de un dirigente como Andrés Manuel López Obrador, con la capacidad de ser el dirigente político con más respaldo y retirarse, pero además la voluntad del Consejo y el Congreso de Morena de elegir una dirigencia joven”.

 

—¿Ya lo habían platicado de alguna manera, los perfiles?

—Yo creo que a raíz de que se levantaron diversas manos en lo público pues empezó a haber una claridad, un entendimiento…

Hernández destacó la unanimidad y los acuerdos. Eso, dijo, es una muestra  de lo sano de su partido que puede tener procesos internos sin grandes conflictos:

“Un congreso armónico, unánime en varias de sus decisiones y muy simbólico en que tenemos una nueva generación al frente del partido. Sin fisuras”.

En tanto, el senador Saúl Monreal destacó que con estos nombramientos se logra una continuidad a las propuestas, y que la una incluidas las reformas propuestas por el presidente.
Monreal asegura que la unanimidad en los nombramientos es un mensaje.

“Un partido de izquierda lograr consensos y unidad es significativo, que debemos ir de la mano todos, como lo hicimos en la campaña, la precampaña cuando los aspirantes a la Presidencia antepusieron todo lo personal y de grupo ante un proyecto superior que fue el de la doctora Sheinbaum. Yo celebro la madurez de todos”.

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Esta es una publicación de Animal Político. Aquí puedes ver la publicación original.