Sinaloa.- El poblado de El Palmito, en el municipio de Concordia, no presenta condiciones para el retorno de sus habitantes, confirmaron a Espejo familias desplazadas.
A más de 10 días de que se reportara el desplazamiento de prácticamente todo el poblado debido a una ola de violencia detonada a partir del 9 de septiembre en Sinaloa, pobladores señalan que siguen en espera a que el Gobierno de Sinaloa les confirme que existen condiciones para el regreso.
Entre las carencias que aún presenta El Palmito se encuentran la falta de agua, falta de transporte y las pocas condiciones de seguridad para que comerciantes suban a surtir productos.
Saida, quién tras dejar el pueblo ahora se encuentra en Mazatlán, dijo que ya quisieran regresar a cuidar sus animales y sus siembras; sin embargo, no lo harán mientras el Gobierno de Sinaloa no les asegure que existen las condiciones. En general comida y trabajo.
“Ahorita nos dicen que podemos regresar, pero no va a haber la seguridad de que las personas que subían a vendernos cosas lleguen. Y pues sin comida no podemos estar allá. Sin comida, sin trabajo, pues no se puede”, señaló la mujer que, junto a su padre, se dedica a la guía de turistas en la Reserva La Chara Pinta, sitio de importancia biológica para las aves migratorias.
“Mi papá tiene sembrado su maíz y él no sabe si el mal tiempo o los animales les van a acabar con la siembra que es lo que tenemos para sobrevivir pues el resto del año, porque de ahí sale uno para hacer las tortillas, para lo que uno necesita”, contó.
Por su parte, Abigail, quién decidió regresar este sábado 21 en compañía de la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable (SEBIDES), indicó que su familia tomó la decisión con el fin de cuidar a sus animales; sin embargo, confirmó que, a pesar de contar con una base del ejército en el pueblo, aún no hay las condiciones necesarias como el transporte, el comercio o el agua potable.
“Nos quedamos como 10 familias en El Palmito porque hay un destacamento de soldados… pero no tenemos las condiciones todavía porque no hay agua, se tiró el agua porque a las tuberías le pegaron balazos, y así, detalles”, dijo.
Además de esto, la violencia también separó a la familia de Abigail, quién contó que dos hijos y su madre tuvieron miedo y decidieron aún no regresar.
Por el momento, contó, vivirá de las despensas que les han dado tanto gobierno como otras organizaciones sociales, pues su medio de vida es la venta de gorditas en la carretera y por la inseguridad casi no está pasando gente.
“Nos dieron unas despensas más o menos grandecitas, a ver cuánto nos duran, porque no tenemos dinero y tampoco hay trabajo para sacarlo”, comentó.
Este lunes 23 de septiembre, un grupo de 76 personas decidió quedarse en el pueblo tras un recorrido acompañado por la SEBIDES a solicitud de los desplazados. A través de un comunicado, la institución reconoció que en el pueblo aún no había servicios públicos de salud, educación, tiendas DICONSA o transporte.
Respecto a los desplazados fuera de El Palmito, en lugares como Concordia, Villa Unión o Mazatlán, Saida comentó que estos requieren ser apoyados con alimentación, medicinas e incluso pañales; muchos, dijo, nunca habían salido del pueblo y no saben cómo acceder a los apoyos que ofrece la administración pública.
“Dicen que van a dar despensas o algo, pero también hay muchas personas, que, pues no saben cómo moverse en Mazatlán, personas que pues nunca habían salido del Palmito. También hay personas que necesitan sus medicamentos como de la presión o para los niños. Hay niños que necesitan pañales y pues venimos sin nada, sin dinero, sin nada porque, así como salimos estamos”, compartió.
Con información de Francisco Castro.
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