Sinaloa.- De las más esperadas durante todo el año, el levantamiento de la veda del camarón en las costas sinaloenses da esperanza a decenas de miles de pescadores ribereños que esperan una buena temporada.

Un buen volumen de pesca y tallas grandes del crustáceo aseguran que el producto alcance un precio elevado, que les permitiría ahorrar para subsistir lo que resta del año, señalan pescadores del campo pesquero La Reforma.

En sus marcas, listos…

Desde el pasado 2 de octubre y hasta el próximo 25 de este mes, los pescadores ribereños de los campos pesqueros de Sinaloa saldrán a las bahías del estado para iniciar con la temporada de pesca del camarón.

Pero a pesar de lo caprichoso del arranque de la temporada, los preparativos para salir a esta pesca inician por lo menos un mes antes de la fecha estimada, compartió el pescador Adalberto García.

Desde el campo pesquero La Reforma en Angostura, este hombre que también se dedica al ecoturismo y la pesca deportiva, explica que desde inicios de septiembre los pescadores de la bahía de Santa María trabajan en labores que van desde el armado de redes atarrayas y chinchorros, pintar o parchar las lanchas, o alistar la vela o los palos que se utilizan para la pesca de arrastre con suriperas. “O sea, alistas todos los equipos que ocupas en la pesca”, resumió.

Para este trabajo de avituallamiento, o preparación de las embarcaciones, se requiere una inversión que queda fuera de las posibilidades de muchos pescadores. Ante esto, cuenta Adalberto, algunos recurren al apoyo del estado con programas como el Bienpesca Estatal o la entrega de motores marinos a las cooperativas pesqueras.

Sin embargo, los programas estatales no han alcanzado para que los campos pesqueros puedan asegurar la subsistencia y el bienestar de sus habitantes durante todo el año.

Un Bienpesca estatal

Desde su primer año de administración, el gobierno de Rubén Rocha Moya creó el Bienpesca Estatal, un apoyo de 3 mil 750 otorgado de manera directa a 32 mil 937 beneficiarios en los campos pesqueros de Sinaloa justo antes del levantamiento de la veda del camarón.

“El objetivo es el avituallamiento pero ya la gente lo utiliza en lo que más le conviene en el momento”, reconoció Luis Ángel Montoya al señalar que la compra de despensa o pagar deudas son también usos comunes a este apoyo. “Hay gente que ya lo debe”, añadió el presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras de las Riberas de Sinaloa.

Es así que, a pesar de los apoyos estatales, sigue habiendo pescadores que financian estas labores de avituallamiento con préstamos. Esto los coloca en una situación de desventaja, pues antes de tener rendimientos tienen que pagar sus deudas.

“Cuando caen los apoyos de gobierno pues son buenos. Nomás que pues no, no son suficientes, no hay dinero que alcance”, lamentó Montoya Montoya al indicar que, cuando la temporada es mala, cada quién busca la manera de sobrevivir.

 

La gente se desparrama

Está búsqueda se traduce en lo que el líder pesquero califica como “un desparramo de gente” con pescadores que salen de sus comunidades para trabajar fuera en labores como la misma pesca, albañilería o en granjas acuícolas. Otros se van a Estados Unidos al trabajo que les den.

“A la gente que tiene hijos más jóvenes, que tienen hijos en la escuela, que tienen hijos estudiando, que hay un compromiso más grande pues, les dura poco el ahorro, hay que estar trabajando en lo que hay dependiendo la época del año”, explicó Montoya.

Quienes la tienen un poco más fácil, añadió, son las personas que ya no tienen hijos pequeños o están estudiando. “Hay quienes trabajan una parte del año, el puro camarón o la pura jaiba, y el resto del año pues con lo que guardaron pueden sobrevivir. Principalmente la gente que ya no tiene tantas responsabilidades con hijos pequeños o hijos estudiando. A esas personas ya se les facilita un poco más”, compartió.

La esperanza

Cada año, la esperanza para los pescadores ribereños, es que el camarón llegue a las costas sinaloenses y que lo haga de un buen tamaño. Es por eso que, a pesar de que las autoridades señalaron el pasado 2 de octubre como fecha de levantamiento de la veda, en el centro del estado esperarán hasta el 6 y 12 de octubre, mientras que en el sur hasta el próximo 25 de octubre.

“Estamos buscando principalmente que tengamos una talla más grande, una talla comercial, que vale más dinero en exportación y que nos pueda salvar la temporada de arranque. Que no entremos trabajando con camarón chico y que podamos salir adelante con los compromisos con las deudas”, explicó Luis Ángel a este respecto.

Pero otra forma en que los ribereños pueden ‘salvar la temporada’ es apostar a tener algunos días buenos pescando en altamar.

En Sinaloa hasta 2 mil 500 embarcaciones menores están autorizadas a salir a la pesca de camarón a altamar junto con los barcos de mayor calado. Está posibilidad, añade Montoya, les da la oportunidad a los pescadores ribereños de salvar la temporada en tan solo unos días.

Habiendo un volumen adecuado en altamar y un buen precio con la talla, en poquitos días sacas las deudas que tienes con la cooperativa y aparte la deuda que tienes en algún abarrote o en alguna casa comercial. Ya el resto de la temporada es pura utilidad, a excepción de los gastos diarios que vas teniendo como gasolina”, contó.

A un precio por encima de los 120 pesos por kilo para el productor, 100 kilos de pesca por viaje ya es una cantidad rentable, añadió el líder pesquero. Pero si las tallas son pequeñas o mixtas, 80 pesos por kilo sería también un precio muy aceptable.

“El año antepasado, por ejemplo, tuvimos puro camarón grande en el arranque en altamar, y el primer día se pagó a 135 pesos el kilo. El año pasado, como fue un camarón revuelto, la mayoría chico, pues nos salió el precio entre 50 y 60 pesos con cabeza, cayó muchísimo porque había volumen pero no teníamos no teníamos talla”, lamentó el pescador.

Sin embargo, la ventana de oportunidad para los pescadores ribereños en altamar es corta, pues a partir del levantamiento de la veda el crustáceo se va ‘más a lo hondo’, donde lo aprovechan más los barcos.

Mientras tanto, los pescadores volverán a las bahías para, hasta el inicio de la veda durante el próximo mes de marzo, seguir el aprovechamiento del camarón, producto emblema de Sinaloa que actualmente representa el 26% de la pesca en Sinaloa y el primer lugar en valor pesquero con un valor de 9 mil 259 millones de pesos durante el año 2023. Un producto muy deseado cuyo aprovechamiento, lamentablemente, no es suficiente para llevar bienestar a los campos pesqueros de Sinaloa.

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