Culiacán, Sinaloa.- Como se dijo anteriormente, tan solo por la primera semana de intensa violencia desde el lunes 9 de septiembre, la estimación de pérdidas realizada por una servidora fue de aproximadamente 3500 millones de pesos, solo en la ciudad de Culiacán. No obstante, derivado de lo extendido de la situación y la gradualidad de su recuperación, el efecto total podría alcanzar los niveles pandémicos de COVID-19, con pérdidas de hasta 7 puntos del PIB y unos 60 mil empleos formales, más una cantidad similar de empleos informales, rebasando entonces los 100 mil empleos en riesgo.

Asimismo, estarían en peligro de cierre completo 3 de cada 10 empresas, formales e informales, lo que representaría más de 33 mil establecimientos en todo el estado, considerando la mortalidad de empresas durante COVID-19, estimada por INEGI.

 

De acuerdo con la información disponible del directorio Nacional de Unidades Económicas (DNUE) del INEGI en Sinaloa hay 111 mil 872 establecimientos, de los que el 90% con microempresas de hasta 10 trabajadores. En la tabla se muestran los establecimientos para los municipios con mayores afectaciones.

El conjunto todos los servicios representan el 98% de todos los establecimientos en esta base de datos, que son las actividades con mayor afectación, así, se habla de más de 100 mil establecimientos perjudicados.

Entre los más dañados son el comercio y los servicios de alojamiento temporal, que representan el 43% y 14%, del total en el estado, respectivamente. Tan solo el comercio concentra aproximadamente el 26% el total de trabajadores registrados ante el IMSS a agosto 2024.

 

Sin embargo, observando la tabla, los establecimientos en riesgo tan solo en esas dos actividades económicas abarcan desde el 77% del total de establecimientos en el caso de Culiacán, hasta el 95% en San Ignacio.

La industria de la construcción también es una actividad que ha tenido que disminuir los horarios laborales, afectando así el ingreso tanto de trabajadores como de las empresas.

En relación a las actividades del ramo agrícola, estas podrían enfrentar problemas para llevar personal a realizar las labores del campo, lo que dificulta en mucho su actividad en el mediano y corto plazo.

 

Propuestas

 

En virtud a lo anterior, con una visión pragmática que reduzca las afectaciones a empresas, se sugiere lo siguiente:

1. Establecer apoyos temporales para las empresas en pagos de servicios, como energía eléctrica, agua e impuestos como IMSS e Infonavit, con el fin de evitar el cierre de estas. Este tipo de políticas fueron efectivas en otros países durante la pandemia, aunque en México no se aplicaron.

2. Establecer un incentivo a través de la reducción temporal del impuesto sobre nóminas.

3. Poner especial énfasis en la necesidad de apoyo a las empresas formales, ya que es el empleo formal el más difícil de crear, y aseguran mayor bienestar en el largo plazo.

4. Establecer paquetes de apoyo a las empresas de transporte con el fin de incentivar su operación frecuente, lo que incrementa la actividad de la población y asegura mayor ingreso para las empresas.

5. Es fundamental entender que los créditos ayudan poco en estas circunstancias, pues las empresas no se endeudarán si no tienen certidumbre sobre su supervivencia, por lo que, en todo caso, prefieren cerrar temporalmente.

6. En el caso de los municipios más pequeños, implementar paquetes de ayudas económicas similares en negocios y establecer estrategias conjuntas para incentivar viajes y visitas una vez que la seguridad pueda asegurarse, ya que apresurarse en llevar viajes podría ser peligroso si ocurre algún incidente como el de 27 de septiembre en la carretera Mazatlán-Durango, con el despojo de camiones.

7. Reunirse con transportistas de carga y pasajeros que transitan en el estado, para conocer el estado real de sus necesidades, ya que el transporte de mercancías y pasajeros apoyará una recuperación más rápida.

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